San José de Chiquitos y San Ignacio de Velasco se proyectan como nuevos polos de producción de granos básicos. La rentabilidad del agronegocio seduce a los inversores

22 de enero de 2023, 4:00 AM
22 de enero de 2023, 4:00 AM

Dos municipios del territorio chiquitano de Bolivia, San José y San Ignacio, capitales de las provincias Chiquitos y Velasco, respectivamente, dan un salto y hoy en día se proyectan como las nuevas zonas de expansión de la frontera agrícola y de producción de granos básicos en el departamento de Santa Cruz. Son, además, un polo de atracción de inversiones nacionales y extranjeras relacionadas con la actividad agropecuaria.

El crecimiento de parcelas agrícola y auge de producción de granos en los municipios data del último quinquenio y está asociado, a decir de agricultores y representantes y consultores del sector agropecuario, a la coyuntura de precios históricos de los commodities en los mercados mundiales, la fertilidad de los suelos y la distribución de lluvias en la época de siembra. En estas zonas se cultiva una vez al año, en verano.

Desde la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), el gerente general Jaime Hernández, señaló que las potenciales áreas de crecimiento sectorial están en la zona este de expansión del departamento, principalmente en San José de Chiquitos y en San Ignacio de Velasco, donde en el último quinquenio la superficie disponible para la siembra, principalmente de maíz y de soya, abarca unas 110.000 hectáreas. predomina la siembra de soya y maíz.

En cuanto a los factores que promueven la ampliación de cultivos en esas zonas, Hernández cree que están relacionados, fundamentalmente con la mayor probabilidad de lluvias en esas zonas y la fertilidad de la tierra. “Si bien se presentan deficiencias de nutrientes en el suelo, con la aplicación de fertilización hecho las correcciones necesarias con buenos resultados de rendimientos, que ha incidido para ir ampliando gradualmente el área de siembra, principalmente en San Ignacio de Velasco”, anotó.

De acuerdo con el secretario ejecutivo de la Federación Regional del Corredor Norte de la Chiquitania, Edwin Arce, el despegue de la producción agrícola surge hace unos cinco años atrás, impulsado por el sector campesino y empresarios, tanto nacionales como extranjeros.

 “Empezó con pequeñas parcelas de maíz, hoy se advierten un ‘boom’ de campos con soya, sorgo y otros cultivos, y la producción es intensiva”, dijo, al relievar que el desarrollo de las comunidades procede de la ampliación del área agrícola en la zona.

El dirigente aseguró que en lapso de tiempo analizado al área de siembra aumentó en unas 50.000 hectáreas. Dio cuenta que un estudio que se hizo en 2022 refleja que los afiliados a su sector, en conjunto, tienen una capacidad para producir y aportar hasta 40.000 toneladas de maní, 22.000 de sésamo y al menos 27.000 de maíz para cubrir el consumo nacional.

En criterio de Arce, el despertar de la actividad agraria en la Chiquitania se da después del descubrimiento de la capacidad productiva de la tierra, haciendo que muchos empresarios que se dedicaban a la explotación de recursos forestales vean una oportunidad de rentabilidad y migren a la producción de granos básicos.

La habilitación de caminos comunales, según él, otro factor que propició inversiones en el ámbito agropecuario en la zona.

Desde la perspectiva del presidente de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), Adrián Castedo, la incursión de muchas inversiones, en el caso de San José de Chiquitos, se da por muchos factores, entre otros, suelos fértiles, disposición de lluvias en los ciclos productivos, red vial en buen estado, habilitación de plantas de acopio de granos y funcionamiento de estaciones de servicios que aseguran la provisión de combustible, clave para las actividades agropecuarias.

Castedo estima que en San José la cobertura agrícola supera las 70.000 hectáreas de soya y, en menor escala, maíz, sorgo, girasol, sésamo y otros cultivos. No se cuenta con cifras precisas.

Para el presidente de la Asociación de Ganaderos de San Ignacio de Velasco (Agasiv), Johannes Falch, el ‘boom’ y crecimiento de la frontera agrícola en la zona es irrefutable, dejando entrever que no se cuentan con cifras oficiales respecto al área agrícola en producción.

Expresó que muchos productores pecuarios han removido sus pastos e incursionado en la actividad agrícola, motivado por una mayor rentabilidad del agronegocio por la coyuntura de precios altos de los granos en el contexto internacional y la productividad en campo expresada en mayor rendimiento de toneladas por hectárea. Con cifras referenciales, anotó que, en el caso del maíz, el rendimiento promedio es de 5 a 7 toneladas por hectárea; y en soya, la proporción ronda de 3,2 a 3,5 toneladas por hectárea.

Para el director ejecutivo de Agro Consultora Mercados Bolivianos e Internacionales, Alberto Ospital, una de las zonas en el departamento de Santa Cruz que está tomando mucha relevancia en cuanto a expansión agrícola es San Ignacio de Velasco, donde hay suelos con mucho potencial y riqueza natural para transformarlos en áreas de productividad agrícola y ganadera intensiva.

“A futuro va a ver la posibilidad de ver un desarrollo agrícola para lo que es maíz, soya y sorgo porque los suelos son muy dotados y la distribución de las lluvias en esta zona son muy propicias para acompañar un buen desarrollo de cultivos agrícolas”, aseveró Ospital, al subrayar que muchas empresas conocedoras del tema agropecuario están haciendo fuertes inversiones no solo para desarrollar campos, sino también en instalaciones de acopio, caso de San Ignacio.

No obstante, cree que Santa Cruz requiere un golpe para intensificar, entre otros aspectos, el desarrollo de nuevas rutas y vías de acceso a centros productivos. “La facilitación y generación de condiciones, como los temas apuntados, van a permitir que estos procesos de incorporación de nuevas áreas agrícolas sean más rápidos”, manifestó Ospital.

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