Las exportaciones de origen agropecuario llegaron a los $us 2.015 millones este año, mientras que el área cultivada se redujo un 2,53% por las inclemencias del tiempo

16 de diciembre de 2022, 7:43 AM
16 de diciembre de 2022, 7:43 AM


El factor precio salvó un año que pudo terminar mal para el sector productivo. La fuerte sequía contrajo la producción, pero gracias a la buena cotización internacional de las materias primas, el campo logró resultados positivos, según el reporte de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO). El agro cerró el 2022 con un crecimiento del 38% en sus exportaciones.

De esta forma, termina un año que se avizoraba complicado debido a la fuerte sequía que contrajo la producción de los granos hasta en un 2,53%.

“La producción mostró una reducción del 2,53%, con respecto al año pasado. Es importante hacer notar que en dos campañas hemos tenido sequías importantes, dijo Óscar Mario Justiniano, presidente de la CAO.

Resultados

En su informe, la entidad privada que aglutina a todos los sectores agrícolas y pecuarios, destacó que las exportaciones de granos llegó a $us 2.015 millones con un crecimiento del 38% con respecto a 2021, mientras que la cantidad exportada fue de 2,9 millones de toneladas con un incremento de
l 22% con respecto a 2021.

“El sector agropecuario lidera el aporte al PIB con un 18%, siendo el sector que genera mayor cantidad de empleos, brinda seguridad alimentaria, genera divisas, dinamiza diversos sectores y es creador de bienestar para las familias bolivianas”, dijo Justiniano. 

No obstante, los datos de la CAO sostienen que la producción agrícola tuvo una reducción significativa pasando de 16,04 millones de toneladas en 2021 a 15,63 millones de toneladas en el año 2022. Esto equivale a un 2,53%, y uno de los factores para esta caída es la sequía registrada en dos campañas consecutivas.

“Hemos tenido un crecimiento muy importante. Logramos un mejor desempeño como sector agropecuario, pero no en lo cuantitativo, tampoco en lo productivo sino principalmente por razones internacionales”, señaló.

Otro dato que refleja lo expuesto por la CAO llega del sector soyero. Según el último reporte de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) durante la gestión 2022, como resultado de la siembra de las campañas agrícolas de verano 2021-2022 e invierno 2022, la producción total de soya, maíz, sorgo, girasol, trigo y chía disminuyó un 5% con relación al 2021 y un 11% en comparación con el 2020.

Fidel Flores, presidente de Anapo, aclaró que la sequía mermó los rendimientos de la soya; seguida de una situación similar durante el invierno, cuando este fenómeno climático prolongado y fríos intensos ocasionaron pérdidas considerables de productividad de estos granos.

“Los mencionados efectos adversos del clima derivaron en una reducción de 966.000 toneladas en comparación con la producción de invierno de 2020, que fue considerada una campaña normal”, explicó Flores.

Los malos números continuaron con la disminución de la producción de granos de soya, maíz y sorgo, con una pérdida de 418.000 toneladas, lo cual representa una disminución del 13% en relación a similar campaña de 2021.

Flores indicó que la producción total de esos granos en 2022 representó un movimiento económico de al menos $us 1.800 millones distribuidos en toda la cadena productiva de alimentos e implican un incremento del 12% con relación a 2021.

Para cerrar, la CAO informó que para la campaña de verano 2022/2023, en Santa Cruz, se proyecta una superficie de 1,6 millones de hectáreas, incluido el cultivo de caña, lo que significaría un alza del 5,44%. “Para el 2023 tenemos una perspectiva del 5,4% de crecimiento si hay buen clima y el precio internacional nos acompaña”, dijo.