21 de enero de 2022, 4:00 AM
21 de enero de 2022, 4:00 AM

No hay nada bien en las obras que se hicieron en los casi 7 km del primer anillo de nuestra capital. Desde el inicio, según los entendidos y aquellos que tienen los proyectos originales de la construcción de las vías expresas para el BTR (Bus Rapid Transit) que consistía en instalar y hacer funcionar un sistema de transporte público masivo basado en buses de tránsito rápido, diseñado específicamente con servicios e infraestructura para mejorar el flujo de pasajeros combinando la capacidad y la velocidad a un menor costo y que interconecte a un mismo precio desplazarse desde al norte al sur y del este al oeste de nuestra inmensa y desorganizada urbe.

También se conoce que el proyecto concluía con la conexión con un BTR del primer anillo que en algún lugar interconectaba con aquellos que venían de la periferia y así se completaría el nuevo sistema de transporte público, rápido, eficiente y barato para nuestra población. Pero así como son los políticos de esta tierra que primero buscan el rédito político y, como siempre, los beneficios de sobreprecios y generar actos de corrupción derivados de estas obras, contraviniendo el proyecto inicial, decidieron construir las vías para el BTR en el primer anillo.

Todos recuerdan el caos que provocó esta obra, todos recuerdan los miles de negocios que fueron afectados por la construcción de esta vía, durante meses cerrados teniendo pérdidas incalculables y como siempre con retrasos y malestares que la población vivió durante todo el proceso de construcción de esta vía expresa.

Esta vía expresa hoy no funciona, los buses de transporte masivos son casi inexistentes y el modelo de transporte soñado hoy está peor que nunca. La vía expresa sirve para que algunas ambulancias pasen y los microbuses base del transporte publico se amontonan en las dos vías que están habilitadas habiéndose generado un caos, lo que provoca que transitar por el primer anillo sea hoy un acto de heroísmo y de indignación generalizada. La vía que está separada por unos bloques de cemento ha generado accidentes y acciones de muchos irresponsables que aprovechando este gran defecto transitan indebidamente por esta vía expresa y las paradas, obras muy bien diseñadas, hoy sirven de albergue para malvivientes de la calle y con el poquísimo tiempo de vida que tienen ya existen deterioros insalvables que demuestran que aquello que no se usa termina siendo un desperdicio y un homenaje a la mala administración municipal que hubo y que hoy impávidamente ve cómo se deteriora la obra, la infraestructura y la moral del pueblo.

Hace pocos días haciendo alarde y show mediático, la Fiscalía intervino a las empresas que participaron en la construcción de esta obra, la exalcaldesa y sus colaboradores están presos por otros motivos de corrupción y probablemente tengan que rendir cuentas por la construcción de esta obra que sin lugar a dudas para todos fue una locura sin principio ni fin y mientras tanto el primer anillo sigue intransitable, irritable y lo peor de todo con un Gobierno Municipal que no da señales de querer arreglar este asunto.

Santa Cruz de la Sierra, una capital que crece poblacionalmente 7 por ciento al año, que ha sobrepasado los dos millones de habitantes y que de lejos es la capital económica del país, no puede permitirse el lujo de tener obras que dan lástima y atentan contra la moral y la dignidad de sus habitantes. El alcalde debe llegar a un acuerdo con los sindicatos de transporte para mejorar el transporte público, eliminar y retirar esos bloques de cemento y las paradas que están en medio de los jardines del primer anillo darle algún uso social, ya que como paradas no tienen futuro.

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