Opinión

Primera semana del MAS-II

16 de noviembre de 2020, 5:10 AM
16 de noviembre de 2020, 5:10 AM

En su primera semana de vigencia, el gobierno del MAS-II ha mostrado algunas tendencias nuevas junto a viejos instintos.

-Es la primera semana del año 2020 en que no se decomisa cocaína ni se descubren fábricas de droga. Es probable que los encargados hubieran estado muy ocupados en estos días. Los encargados de ambos lados, quiero decir. Ninguna avioneta cayó dentro o fuera del país con cargas millonarias. Quizá se trataba de unos días de asueto por la conmemoración de algún acontecimiento de la política.

-El presidente Luis Arce no asistió a la fiesta del retorno del fugado organizada en Chimoré, pero no está claro si fue porque el helicóptero presidencial estaba ocupado por el cocalero pródigo o porque el presidente quiere marcar distancias con su predecesor y padrino putativo.

-Esta última posibilidad vendría a descartar que Arce vaya a tomar la decisión de renunciar y llamar a nuevas elecciones, esta vez con el cocalero de candidato, como le estaban sugiriendo los peronistas desde Buenos Aires. “Hacé como hizo Héctor Cámpora en 1973, pibe. Y tomátelas”, lo que quiere decir y vete. “Y así quedarás como ejemplo de lealtad con el padrino.”

-No ha puesto en su gabinete a ninguno del “entorno” del cocalero. Es que no se atreve a contradecir al vice Choquehuanca, decidido a borrar para siempre las huellas del MAS pre-fuga. El aimara se ha propuesto crear un MAS no cocalero.

-Los masistas dieron un espectáculo denigrante cuando se pusieron a la tarea de recuperar algunos cargos públicos que habían sido ocupados por los funcionarios del anterior gobierno. Fue la caricatura más grotesca de la política. No es la política ni la ideología, son las pegas lo que importa.

-Sigue repitiendo el presidente pupilo que la crisis económica actual fue creada por el “gobierno de facto” de Áñez, que duró once meses. Y dice que es una crisis peor que aquella dejada por la UDP en 1984. No ha reparado que aquella crisis fue incubada por dictaduras militares a partir de 1969, en quince años, el tiempo promedio para crear una crisis en serio.

-Eva Copa se fue, furiosa. Dijo que el nuevo ministro de Gobierno es un acosador. Había dado la batalla contra los usurpadores cuando los actuales héroes estaban fugados. Es que cometió pecados de traición que el cocalero no perdona: aprobó en el congreso la sucesión constitucional para la designación de Jeanine Áñez y la renuncia del cocalero y de García Linera, cuando le estaban pidiendo que no lo hiciera, lo que estuvo a punto de quitar argumentos a quienes alegaban que había sido un golpe de Estado lo que ocurrió en noviembre de 2019.

Ya veremos lo que pasa en la segunda semana.

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