10 de diciembre de 2021, 5:00 AM
10 de diciembre de 2021, 5:00 AM

Este concepto se emplea para denotar la unidad psíquica colectiva de los grupos sociales o de la vida psíquica colectiva de un grupo humano. Cuando estas características se tratan de manipular con exageraciones apocalípticas recogidas de comentarios, noticias o publicaciones a las cuales se les añade una considerable dosis de perversidad para producir pánico o zozobra, es detectable el inequívoco objetivo de lograr intereses personales o políticos para determinada acción o consecución de poder.

Las representaciones colectivas se manifiestan en ideas, opiniones y sentimientos de los individuos en el grupo social, entonces, las sensaciones y percepciones de la psique individual se combinan en conceptos y representaciones individuales, así las ideas y sentimientos de los individuos en el grupo social llegan a combinarse en representaciones colectivas. En este punto, que sería de inflexión o razonamiento serio, es cuando el individuo debe preservar su propio criterio y formación moral para no dejarse influir con noticias, comentarios, redes sociales que asumen la característica de llevar implícita una intención perversa.

En palabras sencillas, si no se comprueba la veracidad del comentario, de la noticia o la publicación, a través de la búsqueda de la verdad en la profundidad, es decir, por sucesivas comprobaciones, nos estarían utilizando como instrumentos de comunicación y transmisión de objetivos ajenos, no siempre honestos, sin que se tome consciencia del daño involuntario que causamos al grupo social o la persona que es sujeto de esta perversa deformación de la realidad.

Todo individuo debe introducir un excepcional cuidado de no convertirse en “mula” de intereses subalternos e ilícitos; con ello se quiere inferir que las construcciones de pensamientos, ideas y opiniones debe ser un mecanismo intuito persona, (construido solo por la persona en su psique), y no permitir que sean construidas por la psique colectiva, que es precisamente el ámbito que los disociadores atacan pues conocen la influencia y el poder de la psique colectiva.

Hoy en día el concepto de mentalidad colectiva es rechazada por considerársela poco feliz y es susceptible a conducir a conclusiones erróneas, entonces, se debe cuidar con prolijidad excelsa la cultura objetiva y psíquica; evitando así la circulación de la falsedad en los grupos sociales y limitando que esa conducta reprochable nos influya, pues se trata de asignar prevalencia en toda situación a nuestro propio criterio y formación moral que debe ser inherente a la constante búsqueda de la verdad.

Raúl Pino-Ichazo Terrazas es Abogado

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