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Querida Amazonia

15 de febrero de 2020, 3:00 AM
15 de febrero de 2020, 3:00 AM

Tan llena de expectativas, que parecían evidentes y necesarias y quedaron en el camino entreverado de la curia.

Nos asaltan muchas preguntas y una certeza. Las preguntas son quejas a Dios, que también es una forma de hablar con el Señor.

- ¿Entonces el Espíritu Santo no habló por la voz unánime de los pueblos originarios y por los padres sinodales?

- ¿No era una oportunidad de ejercicio de la sinodalidad de los pastores, del pueblo indígena con el sucesor de Pedro?

- ¿Por qué se quebró la voz autorizada y reconocida de los padres sinodales?

Creo en el Espíritu Santo y no deja de ser un irresponsable el que crea que el Espíritu Santo ya lo ha dicho todo. Tal vez el Espíritu Santo evitó un cisma. No quiso que se rompiese la comunión.

Estamos inmersos en el universo de Dios, que envuelve, guía y conforma la Iglesia, que es Misterio de Dios y Pueblo de Dios.

Acepto con alegría que se retrase la imposición de manos a los “Viri Probati” y que las mujeres puedan ejercer el diaconado, como la Iglesia primitiva.

Soy hijo de obediencia, de comunión, no de sumisión, y por encima de todo, que no se rompa la comunión en la fraternidad.

No faltan señales proféticas: Denuncia del “pecado ecológico” y el anuncio y compromiso con la ecología integral, pasando de las palabras a los hechos, en favor de la casa común.

Pero en la oscuridad de la fe, me duelen muchas cosas, que hemos de compartir.

- La Eucaristía hace la comunidad. No hay comunidad sin Eucaristía. Y 20.000 comunidades indígenas a orillas del Amazonas, se ven privadas tiempos largos de la Eucaristía de los domingos.

Una ley tardía, un canon del Concilio de Letrán (1139) priva a los pueblos originarios del derecho divino de celebrar y participar en la Eucaristía de los domingos.

- ¿Cuándo la mujer en la Iglesia va a ser y a estar en igualdad con el hombre? Diga lo que se diga, la mujer sigue marginada en la Iglesia. No tiene derecho a participar en la toma de decisiones. Católicos y musulmanes discriminan a la mujer en el siglo XXI. Qué lejos estamos del comportamiento de Jesús, que nunca reprochó a ninguna mujer y es más, las mujeres formaban parte del movimiento de seguidores de Jesús.

- Se insiste estos días en la necesidad de un estatuto del papa emérito. El obispo de Roma, el sucesor de Pedro, solo es uno.

- No se trataba de suprimir el celibato, que es un don, una gracia y para mí, necesaria e imprescindible, sino permitir algunas excepciones.

Queda mucho camino por recorrer, no perdamos la esperanza.