8 de septiembre de 2022, 4:00 AM
8 de septiembre de 2022, 4:00 AM


El judoca chuquisaqueño Alejandro Zamudio se hizo viral a inicios de este septiembre cuando se puso a vender sándwiches con el fin de recaudar el dinero que necesitaba para viajar a Perú a representar a Bolivia en el Open Panamericano de Judo.

Pasó que cuando Zamudio acudió a las autoridades que estaban obligadas a colaborarlo, porque, al final de cuentas, iba a representar al país, estas le dieron Bs 500.
Tras “viralizarse” su historia, mucha gente fue a comprarle los sándwiches, o a entregarle ayuda económica, y, de esa manera, el deportista recaudó lo que necesitaba para viajar a competir.

Quizás la historia se hubiera terminado ahí, pero resulta que algún “memero” aprovechó la situación e hizo un gráfico en el que se ve a Albertina Sacaca con la leyenda “más de 8 millones apoyan a esta INÚTIL tiktokera que cobra 1.000 dólares” y, junto a ella, está la foto de Alejandro sobre la que se lee “campeón deportista vende sándwich para pagar sus gastos en competencias deportivas”. Y, así, la muchacha nortepotosina con más seguidores en Bolivia volvió a ser víctima de un ataque.

Lo que se advierte, otra vez, en el tema de Albertina es la envidia. “más de 8 millones apoyan a esta INÚTIL…” es un evidente lamento de alguien que jamás podrá tener por lo menos la décima parte de los seguidores de la tiktoker. Al “memero” le duele esa realidad y reacciona llamándola INÚTIL, con mayúscula.

La situación de Alejandro es clara: él necesitaba 1.100 dólares para viajar y a Albertina no le perdonan que haya intentado cobrar 1.000 dólares por una publicidad. Hasta ahora, se sabe que fue un intento, puesto que se desconoce si alguna vez cobró esa suma. Precisamente la primera vez que la atacaron fue por eso, como si ella no tuviera derecho a cobrar el monto que le da la gana por sus servicios publicitarios, un monto que, además, es bajo en relación a los que cobran “tiktokers” de otros países que ni siquiera llegan al millón de seguidores.

En el caso de Alejandro, el fondo del asunto es que le hayan ofrecido 500 lucas cuando hay dirigentes declarados en comisión que ganan hasta por encima de 40.000 bolivianos (unos 6.000 dólares) sin hacer nada. Eso sí es una injusticia.

Por el lado de Albertina, no solo hay envidia sino también un indisimulable racismo que se hizo evidente en Warnes, cuando una periodista, con abundancia de sarcasmo, le preguntó si le habían pagado en dólares por participar en la expoferia y luego le dijo que le ayudaría a contar el dinero.

¿Por qué hay hostilidad con Albertina Sacaca y no con los dirigentes “tragadebalde”? Porque a la muchacha indígena no se le perdona su origen y mucha gente se siente incómoda con su color de piel. Otros pueden ganar miles, y hasta robar, como los políticos, y nadie les hará pasar malos momentos, ni les hará memes ofensivos, porque ni son indios ni tan morenos. Esa es la madre del cordero en este país.

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