Fue fundado un 3 de mayo de 1962. Su mística de equipo entusiasta y atrevido le aportó alegría y colorido al fútbol cruceño, que lo necesita con los bríos de otros tiempos

3 de mayo de 2021, 7:39 AM
3 de mayo de 2021, 7:39 AM

Real Santa Cruz nació un día como hoy. Ahí, en la intersección de las calles Moldes y Chuquisaca, donde se encuentra el Colegio Nacional Florida, al pie de un árbol típico de la región, el cupesí, como para que no queden dudas de su esencia camba.

Es de los clubes más jóvenes de la ciudad, pero se arraigó rápido entre las tradiciones cruceñas y se gañó el cariño de la gente por ser criollo, sin extranjeros, a tal punto, que era una especie de segundo equipo de los hinchas cruceños cuando todavía éste era un inocente juego en el que se podía apoyar a otro representante de la región.

Para los realistas 1962 fue un año de hechos que marcaron la historia de mundo, porque, dicen orgullosos, que ese día Los Beatles lanzaban “Love me do” y a partir de ese momento nada fue igual en la música.

El presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, y el primer ministro de la Unión Soviética, Nikita Kruschev, estaban enfrascados en la misión de poner fin a la Crisis de los Misiles, que pudo ser el inicio de la tercera guerra mundial.

Y en el cine, dicen, apareció ese año un personaje que cautivó por mucho tiempo, James Bond, el agente secreto 007, en los comics se publica el primer número del Hombre Araña, y el escritor peruano Vargas Llosa empieza a ganar fama con La Ciudad y los Perros.

Pero así como Los Beatles, James Bond, El Hombre Araña y La Ciudad y Los Perros, Real Santa Cruz marca un antes y un después, en este caso, en el viejo y querido fútbol cruceño.

Desde su aparición fue distinto por el entusiasmo que aportó, las rivalidades que generó y los futbolistas que le dio al fútbol cruceño. La lista es larga, pero citamos algunos que se formaron ahí: Carlos Conrado Jiménez, Zapata, Algarañaz, Ponce, Jesús Reynaldo, Bernardino Vargas, Andrés Gallardo, Delfín Barba, Adhemir Méndez, Álvaro y José Peña.

Hoy no atraviesa un buen momento. Los desatinos le están amputando una parte de su patrimonio, aquel terreno donado por don Ramón Darío Gutiérrez, y que debería ser intransferible o revertido en caso de que no se lo conserve, pero que aun así está por perderlo.

Tuvo grandes dirigentes, Osvaldo Gutiérrez e Ignacio Talavera, entre ellos, por citar solo un par. Estuvo cerca de ser campeón nacional en 1985, pero el error de una terna arbitral le negó esa posibilidad.

Se dio el gusto en un certamen menor. En 1996 conquistó el Torneo Apertura y clasificó a la Copa Conmebol.

Ese es Real Santa Cruz, el albo, el criollo, el merengue, el equipo que tiene el gran desafío de volver a ser un verdadero orgullo camba.