La alternativa en fin de año. Son muchos los grupos de voluntarios que eligen pasar la Nochebuena y el Año Nuevo haciendo el bien. Dejan de comer delicioso, de estrenar y de recibir regalos para dar su tiempo y sus recursos a los más necesitados. La sensibilidad es su mayor patrimonio

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22 de diciembre de 2019, 3:00 AM
22 de diciembre de 2019, 3:00 AM

Texto: Silvana Vincenti

Para unos puede resultar peculiar y sacrificado, para ellos es un privilegio.

La sensibilidad de la Navidad expone historias que a lo largo del año quedan invisibilizadas por la rutina. Cada vez son más los que disfrutan del trabajo voluntario en fechas tan hogareñas como la Nochebuena, y/o amigueras como el Año Nuevo.

Dar ánimo a niños, a enfermos, a huérfanos, olvidados y solitarios, para ellos no tiene feriado ni excusa del tipo que sea.

En Davosan, si bien la farmacia está de vacaciones, el Centro de Hemodiálisis casi ‘no duerme’. Trabaja de lunes a sábado, de cinco de la mañana a medianoche y ni los 21 días de paro cívico detuvieron la labor.

Los voluntarios, entre ellos la presidenta Dora Luz de Dávila y el encargado de comunicación digital, Wálter Chuyes, preparan para el 24 un agasajo con artistas invitados, para contrarrestar los bajones que conlleva la enfermedad de los riñones. 

“Nosotros siempre decimos que damos las medicinas con mucho amor, que es el mejor aditamento, los pacientes son felices con la música. Recuerdo que cuando fue el rector de la Uagrm, Saúl Rosas, con su hermano, y entonaron con melodías vallegrandinas a los pacientes, estos no los dejaban irse; es muy bello el voluntariado”, dice Dora Luz, más conocida como Dorita entre sus cercanos; ella ya lleva medio siglo en este tipo de labor. 

Para Año Nuevo, Davosan también sorprenderá a los pacientes con un cierre magistral del año, pero aún no cierran todos los detalles. Eso sí, hay presencia artística garantizada.

Desde hace un año y medio, las damas de rosado implementaron las visitas de artistas nacionales e internacionales a la sala de hemodiálisis y aseguran que les ha ido muy bien con la musicoterapia. 



Bienvenida al peregrino. Linda González, del programa Aquí Estoy, de El
Deber Radio, invitó en el Día del Migrante a la cena navideña para
venezolanos.

Ya tienen como 200 aliados, por el lugar han pasado Axel, Myriam Hernández, Los Iracundos, etc. Entre los nacionales tuvieron a Sonia Barrientos, Alenir Echeverría, Fabio Zambrana, Vanessa Áñez y la lista es interminable. “Según los médicos, el ánimo de nuestros pacientes mejora y gracias a Dios ninguno de los artistas que invitamos nos ha dicho que no”, asegura Chuvey. Él también está trabajando otro proyecto, relativamente nuevo, el de los Duendes Reparadores.

Este integrante de Davosan, con el apoyo de Javier Miranda, de la empresa Nexos, y Paula Paccieri, de Multicenter, están arreglando juguetes que llegan 0 km a las tiendas, que oscilan entre Bs 350 y 1.000, pero que sufren alguna falla. Juntos han conformado un gran equipo de trabajo técnico que hasta el momento restauró cerca de 100 piezas, que serán donadas el mismo 24 de diciembre a hogares infantiles. Sin embargo, están pidiendo más juguetes para reparar y así continuar con las donaciones.

Multicenter donó la primera parte de los juguetes, el equipo de Nexos asumió las reparaciones; el albergue Ame Bolivia 2 y los niños con cáncer de la Asociación Nueva Esperanza recibirán los obsequios.

Para la Nochebuena, la Fundación Mi Casa ofrecerá una cena navideña a los 60 niños y adolescentes de esta casa hogar que cada día alimenta a menores del barrio Vietnam, por la zona de El Gallito.

En la actividad participarán también los voluntarios de la organización internacional Start Americas Together, presente en Estados Unidos, Honduras y Bolivia, y de Huellitas de Amor, quienes además tienen una serie de actividades hasta Reyes, como visita al pabellón de mujeres de Palmasola, al Centro de Parálisis, al hogar infantil de la Fundación Nuevos Pasos y llevarán de paseo a niños del hospital Oncológico. Los acompañará Donatella, una golden retriever entrenada para hacer acompañamiento emocional de niños especiales, enfermos con cáncer y menores en situación de riesgo.

El programa Aquí Estoy, conducido por Linda González y transmitido por El Deber Radio, el 24 alegrará la Nochebuena de 200 inmigrantes venezolanos que estarán lejos de sus hogares en la especial fecha.

Ella organiza una cena con el apoyo de medio centenar de empresas y voluntarios. “Ver la historia que cada uno lleva detrás, y las sonrisas, para mí ya significa que he ganado”, dice Linda sobre las razones para invertir su Nochebuena en los que muchos podrían considerar ‘extraños’.

Cuando era niña, dice Linda que soñaba con tener muchísimo dinero y un avión para, desde allí, lanzarlo a los más necesitados. Sin la plata y la aeronave, ya mujer, asegura que ahora, desde el periodismo, tiene la oportunidad de practicar la empatía y ayudar al prójimo. “La esencia del ser humano es servir a otros. Cómo cambia la vida cuando uno piensa en la otra persona. Para mí, la esencia del periodismo de Más Humanos es la empatía, es pensar en el otro sin ganar algo a cambio, es un periodismo diferente, para que las personas dejen de mirarse el ombligo, si logramos crear esas comunidades y la acción, cambiaremos mucho la sociedad”, argumenta la comunicadora.

Gheorghe Micoti es un rumano que llegó a Bolivia hace 15 años, todos dedicados al voluntariado, pero hace 10 años empezó sus propios proyectos, primero fue el albergue Ame Bolivia 1, por el kilómetro 90 de la antigua carretera a Cochabamba, y posteriormente Ame Bolivia 2, en pleno centro cruceño. En ambos hogares, Gheorghe recibe personas de diversas edades, todas con problemas mentales, desde los leves hasta los de mayor complejidad. Con ayuda de dos personas atiende, solo en Ame Bolivia 2, a 23 chicos y adultos, mujeres y varones.

Atrás quedaron los sueños de Gheorghe de viajar a India y África para hacer voluntariado, echó raíces en Bolivia y se niega a abandonar a estos pacientes a los que llama familia. Aunque muchos de ellos no se dan por enterados de los juguetes y detalles especiales, el 24 compartirán una cena en honor a la fecha.

Su compromiso 24/7 empezó cuando encontró en el hospital un paciente con secuelas de ACV isquémico, que no podía caminar y a quien nadie quería cuidar. “Busqué dónde ponerlo y ningún hogar aceptaba hacerse cargo. Yo decía ‘no puede ser que en este mundo exista una persona a la que nadie quiere’, si yo toda la vida sentí que alguien me quería’, dice, y agrega que invertir su Nochebuena en ellos, y también su Año Nuevo, no tiene nada de sacrificio. “Para mí, servir es un privilegio, el problema siquiátrico me desafía. Al llegar a Bolivia y experimentar un voluntariado ‘full time’ cambió mi visión sobre la vida, aparte, al ver tanta necesidad, me dije ‘esto quiero hacer toda mi existencia’”, asegura, con los ojos humedecidos.


Terapia sobre cuatro patas. Sasha Unzueta, voluntaria de varios grupos, uno de ellos es Huellitas de Amor, que trabaja con Donatella, una golden retriever entrenada para dar equilibrio emocional a los niños y adultos con diversos problemas. Ambas trabajarán en Nochebuena con quienes lo requieran



Todos los meses, Gheorge requiere mucho apoyo para pañales y medicación permanente. Además, hace un pedido, moderación con los cohetes, que le ocasionan muchos problemas con los internos, que corren riesgo de despertar de forma súbita, incluso estando medicados. “Me tocará hacer guardia”, dice.

Para Lihetzer Zenteno, lo extraordinario no son las fechas, sino ayudar al prójimo cada día, más allá del calendario. Ella encabeza el trabajo de la Asociación Esperanza de Vida, que da cobijo a familiares de los niños con cáncer y también a los menores que no ‘caben’ en el Oncológico y que llegan de provincias y otros departamentos.

Una pequeña casa de dos dormitorios, con una sala convertida en habitación, ha llegado a recibir a 20 personas en los días de paro cívico y a un promedio de 45 familias por año. El albergue ya lleva un lustro de vida.

Esta Nochebuena, Lihetzer invitará una cena a sus convidados, que llegan a permanecer hasta 10 meses, dependiendo de los tratamientos. La vivienda ha visto pasar pequeños enfermos que no llegan al año de edad.

El año pasado, Patricia Carrasco y sus hijos Bruno y Valeria Méndez, regalaron ropa a chicos de un hogar el Día de Reyes, pero se dieron cuenta de que era muy tarde. Este 2019 quisieron que las 54 niñas y adolescentes del hogar María Inmaculada estrenen para su Nochebuena. Eligieron prendas nuevas de la tienda Pícara, propiedad de Patricia, ya entregaron y seguirán entregando para que las menores sientan que el 24 es un día especial. “A mis hijos les gusta conocer la realidad de otros niños, de hecho ya piensan en buscar a personas que no pueden tener hijos para animarlos a adoptar a menores” huérfanos, dice Patricia.




En familia. Patricia Carrasco y sus hijos visitan el Hogar María Inmaculada con 
ropa nueva para que las chicas estrenen en Nochebuena.


La Chiquitania

Desde el desastre ocasionado por el fuego, María Cristina Áñez, de la Fundación para la Familia, cree que la población tuvo un despertar con respecto a las necesidades de los pueblos de la Chiquitania. Ella fue una de las sensibilizadas, igual que Martha Cristina Franco, del Beauty Plaza.

Juntas sostienen una campaña de recolección de juguetes para los niños de la comunidad Santa Rita (Concepción), pero también de Yapiroa, por Isoso.

Recibirán los juguetes hasta el 30 de diciembre, pero una primera entrega será en Navidad, en Yapiroa, y la otra será en Año Nuevo, ya para Santa Rita. Calculan que requieren artículos para 80 niños, pero si fuera posible, también cosas para toda la familia. “Cuando uno ya está en la zona puede ver cuánta pobreza y necesidad hay”, dice Áñez, que además trabaja el proyecto Hilos Chiquitanos, y con tejedoras guaraníes, para que ellas den a conocer su producción y talento.


Mi Casa. Start Americas Together compartirá con los niños del comedor.


Ame Bolivia 2. Micoti pasará Nochebuena con pacientes que son como su familia


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