Aseguran que además del intercambio comercial entre poblaciones fronterizas, con el puente binacional crecerá la actividad agropecuaria en Beni. Por su lado, Brasil podrá acceder a puertos del Pacífico en Chile o Perú para sus exportaciones a Asia

29 de septiembre de 2023, 4:00 AM
29 de septiembre de 2023, 4:00 AM


La construcción del puente binacional sobre el río Mamoré que unirá Guayaramerín (Bolivia) y Guajará–Mirim (Brasil) tiene una importancia trascendental para el desarrollo de la amazonia de ambos países. Para Beni, además del intercambio comercial, impulsará la agricultura, mientras que Brasil podrá acceder al Pacífico y llegar con sus exportaciones a Asia.

“Con la construcción del puente binacional, Brasil y Bolivia se pueden complementar económicamente”, dijo a EL DEBER el experto Ramiro Añez.

Por ejemplo, los agricultores en Beni necesitan material calcáreo (para fertilizar la tierra y bajar el nivel de acidez) que en la actualidad compran de Tarija a $us 80 la tonelada, en cambio el calcáreo de Rondonia que tiene yacimientos de este material, cuesta a $us 13. “Y nosotros, como bolivianos, podemos vender a Brasil, la sal y la urea”, agregó.

“Además que a Brasil le interesa mucho salir con sus exportaciones por el Pacífico y para eso tiene que pasar por La Paz o por Oruro para llegar a puertos chilenos o peruanos. Por eso es que ese puente tiene una importancia trascendental”, acotó.

Desde el Gobierno de Brasil, la ejecución del proyecto del Puente Binacional Brasil-Bolivia es un hito crucial para el desarrollo y la integración de la región. 

El objetivo principal de la construcción es acelerar la exportación de bienes desde las regiones norte y sudeste de Brasil hacia naciones como Bolivia, Perú y Chile, desempeñando un papel fundamental en la apertura de una ruta hacia el Pacífico.

 Ubicado sobre el río Mamoré, en la carretera BR-425, el puente representa no sólo una conexión física, sino también un vínculo económico y social, destacaba el ministro de Transportes, Renán Filho, días atrás.

Y es que para Brasil, no sólo se trata de la construcción del puente sobre el río Mamoré como un símbolo de integración con Bolivia, sino que esta infraestructura será parte de un complejo fronterizo con accesos viales por la carretera BR-425/RO y un centro aduanero que impulsará las importaciones y exportaciones para ambos estados.

El presidente de la Comisión de Infraestructura del Senado Federal, el senador Confúcio Moura, uno de los impulsores para la reactivación de este proyecto, decía que además de ser una obra emblemática para Rondonia, “su realización ahora, se trata de una reparación histórica”, porque data de hace 120 años con el Tratado de Petrópolis de 1903.

En medio de este dilema, desde Brasilia, el diputado Lucio Mosquini informó que se reunió con la representación diplomática de Bolivia en Brasil y aseguró que se están realizando “pequeños ajustes en los proyectos” y que en un corto tiempo se resolverá el tema.

Compromiso y desconfianza
El viceministro de Comercio Exterior, Benjamín Blanco, informó a EL DEBER que en el diálogo telefónico que sostuvieron los presidentes de Bolivia, Luis Arce, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, “la solución ya ha sido acordada”, en referencia a las observaciones de Bolivia al proyecto brasilero sobre el tamaño del puente. 

“Brasil está aceptando y va a implementar las solicitudes que ha hecho Bolivia a través de este informe técnico, sin demorar los procesos de contratación”, dijo Blanco.

Agregó que se realizará una “licitación integral” y se ajustarán los requerimientos que tiene Bolivia sobre este puente “para que pueda tener una mayor altura y un gabillo horizontal de 160 metros, mientras se realiza la licitación”.

Para el ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, con los acuerdos de Arce y Lula se acabaron “las mentiras” de las autoridades y representantes de entidades del Beni que exigen al Gobierno central la construcción de este proyecto.

No obstante, para el presidente del Comité Cívico de Guayaramerín, Felipe Onis, Montaño no es un interlocutor válido para hablar sobre el tema, tampoco confía en el informe que dieron junto a Blanco y exige que sea el presidente Arce o el canciller Rogelio Mayta quienes hablen sobre los compromisos entre estados.

El compromiso del ministro (Montaño) era venir a Guayaramerín a informarnos. No mientan, se están burlando de todos los benianos, quien debe informar es el presidente (Luis Arce) o la Cancillería y no Obras Públicas, lo que hace Montaño es ejecutar las obras”, dijo Onis y agregó que continúa la emergencia en todo el departamento.