1 de julio de 2024, 4:00 AM
1 de julio de 2024, 4:00 AM

En los últimos días, varios centros de salud en la ciudad de Santa Cruz han sufrido problemas significativos debido al deterioro de su infraestructura o fallas operativas. La ya compleja tarea de cuidar a los pacientes se vuelve aún más difícil cuando el personal médico también debe lidiar con cielos falsos que se caen, ascensores que se trancan, baños inservibles y la falta de servicio de limpieza.

En el centro El Buen Samaritano, un cielo falso se vino abajo debido a que una empresa de cableado aparentemente no volvió a colocar los paneles adecuadamente. Aunque esto fue una falla del proveedor del servicio, la directora del hospital señala que la humedad ya está causando problemas notorios en la infraestructura.

Un problema similar ocurrió en el centro de salud 25 de Diciembre, en el Plan Tres Mil, el año pasado, cuando colapsó un techo. Con estos antecedentes, se debería realizar una inspección exhaustiva de estos edificios para identificar los sectores que representan riesgos para los pacientes y el personal.

Las fallas no son solo de infraestructura. En ese mismo centro, el servicio de limpieza fue suspendido porque el personal no había recibido pago desde abril. Esto afectó el lavado de la ropa del personal médico y de los pacientes, así como la limpieza de diversos ambientes hospitalarios, como la sala de partos. Bajo estas condiciones insalubres, algunos alumbramientos han tenido que ser atendidos, mientras que otras mujeres embarazadas fueron derivadas a otras clínicas para recibir atención.

Además de problemas de limpieza e higiene, es común encontrar baños en los nosocomios con letreros de “fuera de servicio” o “baño en mal estado”, lo cual genera inconvenientes incluso en las áreas de internación.

En otro centro de salud de la capital, un paciente que estaba siendo trasladado en camilla quedó atrapado en el ascensor por interminables minutos, lo cual podría resultar en una fatalidad en casos de emergencia médica. Esta situación también refleja falencias en el mantenimiento, ya que los ascensores requieren revisiones periódicas a cargo de empresas especializadas.

La jefa del Departamento de Mantenimiento de Infraestructura en Salud de la Alcaldía cruceña asegura que los 63 centros de salud y cinco hospitales municipales son atendidos por empresas bajo contratos de mantenimiento preventivo y correctivo durante todo el año. Los trabajos incluyen la reparación de goteras, cambio de cubiertas, chapas, focos, entre otros.

Aparentemente, estos servicios terciarizados no están siendo suficientes para atender a la significativa cantidad de infraestructura hospitalaria. Las quejas de los directores de estos centros son recurrentes. Algunos edificios ya tienen muchos años de antigüedad y, lo más probable, es que su infraestructura requiera trabajos de reposición en lugar de un simple mantenimiento correctivo.

La Alcaldía tiene la responsabilidad de supervisar y fiscalizar el trabajo de estas empresas terciarizadas. Si el problema es que los trabajos no se ejecutan adecuadamente por falta de pago, entonces no se está priorizando algo tan vital como es el cuidado de la salud de la población. El municipio cruceño no puede permitir que la vida de los pacientes corra peligro por causa del deterioro de la infraestructura o por cualquier tipo de negligencia en la prestación de servicios esenciales en los hospitales.

Se dice que la salud es un tema prioritario en Santa Cruz y en el resto del país, pero lo cierto es que hay mucho por mejorar, tanto en las instalaciones médicas como en la prestación de servicios complementarios.

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