Opinión

Santa Cruz de la Sierra y sus desafíos económicos

24 de febrero de 2021, 5:00 AM
24 de febrero de 2021, 5:00 AM

La situación actual de la economía de Santa Cruz de la Sierra es de crisis o recesión, como en todo el país. Quizás al ser un centro industrial de producción de alimentos y de consumo, por ser la ciudad más poblada de Bolivia y tener proyectos del boom inmobiliario aún en ejecución, que generan mucho empleo, haya aminorado un poco el impacto económico de la pandemia en comparación con otras ciudades del país. Sin embargo, el impacto en la salud ha sido muy fuerte y agravado por el centralismo que no devolvió ni siquiera los recursos “normales” de transferencia por coparticipación tributaria y mucho menos recursos extraordinarios para atender a la mayor cantidad de enfermos por Covid-19 de todo Bolivia, incluso mayor proporcionalmente a la población que representa la ciudad en el total de Bolivia y que resultaron en una gran cantidad de fallecidos. Esperamos entrar en un proceso de recuperación rápido que va a depender de la vacunación: la llegada de las vacunas y su logística de aplicación. La ciudad puede tener una mejor infraestructura que otras ciudades del país para este proceso, a pesar de la falta de personal de salud, según lo que le corresponde por su población.

En lo referente a políticas gubernamentales, necesitamos un Pacto Fiscal que nos permita contar con las transferencias de una mayor parte de los impuestos nacionales que se recaudan en el territorio, para poder cubrir de manera más eficiente la demanda de bienes y servicios públicos de la población, ya que los gobiernos locales están más cerca a la ciudadanía que lo que está el Gobierno central en un país tan diverso que profundiza aún más las dificultades de la actual gestión pública centralizada. Mediante el Pacto Fiscal, se debe permitir también tener mayores ingresos propios sin necesidad de aprobación de las entidades centrales del estado y asumir mayores competencias. También se debe establecer el gobierno electrónico, agilizando los trámites y cortando la corrupción a través de este mecanismo de gobierno en línea para la transparencia de la información pública, tanto en el presupuesto como en las licitaciones y todo tipo de trámites, evitando las largas filas y aglomeraciones. Otra medida gubernamental importante sería la disminución temporal de algunos impuestos a sectores muy golpeados por la pandemia como la gastronomía y el turismo; la salud y los medicamentos, por ejemplo.

Los principales desafíos para que la ciudad continúe o retome su crecimiento son, en el corto plazo, el proceso de vacunación que, según la rapidez con que se aplique, incidirá fuertemente en la recuperación de las actividades económicas. Por lo demás, es muy importante generar una marca ciudad como centro continental de inversiones y servicios, sin descuidar la buena gestión del gobierno de la ciudad o Alcaldía. Es imperativo dejar atrás el pasado de sospechas de corrupción en la gestión pública para generar certidumbre y un buen clima de negocios con una administración renovada y transparente. Así, el gobierno municipal podrá dedicarse a las necesidades más apremiantes de la gente como salud y empleo, según sus competencias de gestión propia y gestión concurrente con el Gobierno departamental y nacional. Por otra parte, en esa dirección en busca de la transparencia, la certidumbre y la eficacia en la gestión pública; se debe crear las condiciones necesarias para las Alianzas Público Privadas (APP) para grandes proyectos de infraestructura, ya sean viales o de infraestructura de servicios básicos y drenaje pluvial, por ejemplo, como de infraestructura social: hospitales, escuelas, etc. En la dimensión privada, esa certidumbre y marca de ciudad de brazos abiertos y sincretismo cultural y orgullosos de nuestra propia cultura, será un polo de atracción de inversiones globales a través también de la creación de ecosistemas y parques tecnológicos y un hub de logística continental bioceánica.



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