Santa Cruz: movimiento y fortaleza imparable
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Jean Pierre Antelo D.
Como una roca de río, pulida y
moldeada por la constante fuerza de las aguas, nuestra fortaleza interior se ha
forjado en medio de calmos causes que han generado progreso y también en medio
de aguas turbulentas que no han logrado erosionar nuestro espíritu, sino más
bien, han esculpido nuestro carácter y nos han hecho resilientes; capaces de
soportar cualquier adversidad y mirar al futuro con esperanza.
El río Piraí ha sido testigo de una
imparable espiral de modernidad. Sobre él se han levantado puentes que conectan
y generan desarrollo. Desde altos y modernos edificios la mirada ya no alcanza a
divisar el acelerado crecimiento sobre anillos conectados por amplias y
modernas avenidas que ven el ir y venir, lleno de adrenalina, que corre por
nuestras venas y alimenta de nuestro espíritu emprendedor.
La fertilidad de nuestra tierra
se ha convertido en motor de crecimiento económico para el país, produciendo
alimento, que bolivianos consumen cada día y que llegan a todo el mundo, mucho
más que productos son fruto de manos trabajadoras que abrazan y aman su tierra.
Santa Cruz es también semillero de ideas, de innovación y de empuje.
Desde CAINCO, veo todos los días
el centro de nuestra moderna y pujante ciudad, que se revitaliza, pero sigue
guardando en cada uno de los restaurados zaguanes nuestra historia de tradición
que danza con la innovación. Y esta danza alegre y llena de optimismo es la que
compartimos con brazos abiertos a bolivianos de todas las latitudes y
extranjeros que encuentran en esta cálida ciudad una vitrina en pleno corazón
de Latinoamérica.
El progreso lo hemos alcanzado
aprendiendo a danzar en medio de aguas. Hemos entendido que el movimiento no
tiene pausa, que frenarnos no es una opción. Que en esta tierra todos los
sueños se alcanzan con trabajo y optimismo. Desde CAINCO es un honor acompañar a
cada empresa y emprendedor que forma parte del motor que mueve a Santa Cruz y a
nuestro país. La iniciativa privada, en esta tierra de oportunidades, ha
demostrado constantemente que su compromiso es imparable, invencible y que se
mantiene firme, porque al progreso y bienestar hay que buscarlo, no llega solo.
En momentos de incertidumbre
económica e inestabilidad política, en lugar de cosechar miedo, decidimos
cosechar esperanza. Santa Cruz se viste gala para celebrar con alegría, para
recibir a visitantes en la Feria más grande de Latinoamérica. Porque a nuestra esencia
y fortaleza no la definen las situaciones y este espíritu resiliente no se
frena y es lo que debemos mostrar al mundo: lo que somos, y lo que entregamos
sin medida a Bolivia, con un inquebrantable compromiso.
Santa Cruz es motor de
crecimiento económico y desarrollo del país, en momentos de incertidumbre, donde
la prioridad es salir adelante, el movimiento es un imperativo, por lo tanto,
las alianzas con quienes generan esta propulsión son claves para pensar en el
futuro de Bolivia.
Los ríos tienen guardan
inspiradoras particularidades para pensar en el futuro. Nacen en las montañas o
en profundidades de la tierra, simbolizan la historia y los sueños de quienes
nos precedieron. Es alimentado por afluentes, tan diversos como los habitantes
de un país. Siempre buscan camino para encontrar un cauce y sortean obstáculos.
Están siempre en movimiento y al final del recorrido llegan a un mar abierto
donde las posibilidades son tan amplias que no se pueden ver de principio a
fin.
Santa Cruz hoy celebra, y celebra
en movimiento; busca contagiar esa fuerza imparable y fortaleza que nos permite
soñar en un futuro prometedor, no solo para Santa Cruz, sino para Bolivia
entera.