La ocupación del espacio en áreas no permitidas se da tanto fuera como dentro de los mercados de la capital cruceña. Las zonas aledañas en los centros de abastecimiento se ven invadidas por comerciantes, que incluso delimitan puestos sobre pasillos y parqueos.

El mercado nuevo La Ramada, ubicado por la zona de la doble vía a La Guardia, es uno de los que ha rebasado su capacidad y un buen número de comerciantes se asienta en el estacionamiento interno, obligando a los clientes a parquear sus motorizado en ambos lados de la vía, lo que dificulta el tráfico vehicular.

En este espacio hay al menos 30 puestos cubiertos por lonas, de los cuales diez permanecen abiertos, donde todavía se exponen productos navideños. Algunos vendedores aseguran que estos últimos puestos los abren durante los primeros días de la semana y después del mediodía.

El asentamiento en áreas no permitidas obliga a que los vehículos que ingresan a este centro de abastecimiento se estacionen en ambos lados de la vía principal del parqueo, dejando un espacio estrecho para la circulación vehicular.

Además, en este lugar los pasillos de la entrada principal se encuentran copados por unos diez puestos donde se ofrece productos cárnicos, los cuales están enumerados y llevan el nombre de la asociación a la cual pertenecen.

Ana Lucía, vendedora de juguetes, justificó el asentamiento en el parque interno, indicando que cuentan con el aval de los dirigentes y que son ferias temporales.

Dijo que están en lo último de la feria navideña y que, a partir de la próxima semana, iniciarán con la venta de útiles escolares, pero para febrero continuarán con la de Carnaval.

“Desde marzo estará todo vacío porque no hay más ferias, a no ser que opten por una invernal”, señaló.

En la zona norte de la ciudad, en el nuevo mercado Los Pozos el parqueo de vehículos se encuentra despejado, pero existen algunas casetas sobre áreas verdes. Una comerciante indicó que las ferias navideñas estaban sobre los pasillos, pero se respetaban los parqueos.

El subdirector municipal de Espacio Público, Manfredo Borda, resaltó que constantemente se realizan controles para evitar los asentamientos en las áreas de dominio municipal, como es el caso de los alrededores del mercado Siete Calles y los antiguos Los Pozos y La Ramada.

“El cronograma dentro del Distrito 11 (centro de la ciudad) abarca los mercados La Ramada, Los Pozos y Siete Calles. Todos los días se hacen operativos, en la mañana y en la tarde”, dijo Borda y agregó que esta es una tarea que no se ha desmarcado del programa de control de los espacios públicos, que tienen en los 15 distritos municipales.

En tanto, con relación a las áreas que están siendo ocupadas en los nuevos mercados La Ramada y Los Pozos, el control depende de la Dirección de Mercados, porque se encuentran dentro de los predios de los centros de abastecimiento.

Borda también recordó que regularmente se intenta evitar los asentamientos de los ‘mañaneros’ en la zona de la feria de Barrio Lindo.

“Todos los miércoles y sábados se mandan grupos operativos al lugar, ya sea a realizar los despejes de los ambulantes o para el decomiso, si la situación lo amerita”, explicó.

Añadió que los asentamientos han disminuido en esta zona en comparación a los últimos meses de 2022. Aseguró que este miércoles no se permitió la ocupación de la avenida Cumavi, pero algunos lograron asentarse en una esquina del cuarto anillo, donde han alquilado una casa para poder sacar su mercadería.

Según el testimonio de algunos vecinos, los denominados ‘mañaneros’ se asentaron solamente en ese punto, sobre el cuarto anillo, pero a las 9:00 ya se habían replegado del lugar.

“Antes de Año Nuevo, estos vendedores se asentaban en las aceras y a lo largo de varias cuadras. Pero, desde hace unas semanas, solamente hemos visto a algunos cerca al mercado Copacabana”, indicó Mario, que tiene una llantería sobre la avenida Cumavi.

Capacidad rebasada

Los comerciantes que fueron acomodados en un parqueo frente al mercado nuevo La Ramada señalaron que la capacidad de este espacio ya fue rebasada, por lo que ha quedado chico.

Isabel Infantes, dirigente de este sector, manifestó que este espacio fue habilitado, en primera instancia, para 2.800 gremiales, pero ahora se tiene como 4.000 puestos.

“Nos han hecho daño dándonos unas casetas tan pequeñas, porque no hay campo para que podamos poner nuestra mercadería”, protestó la mujer,

Agregó que, si se hubieran mantenido el número inicial de comerciantes, habría suficiente espacio para vender y atender a los compradores.

Sin embargo, algunos vecinos aseguran que muchos vendedores cierran sus puestos para salir a vender en las calles y otros tienen puestos en otros mercados.

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