4 de octubre de 2022, 4:00 AM
4 de octubre de 2022, 4:00 AM


En homenaje a Santa Cruz, pudiéramos llenar columnas enteras de elogios y bondades que ofrece esta tierra con su gente camba hospitalaria, alegre y siempre libres; estos son sentimientos y principios enraizados en siglos que nos representan, pero resulta que hoy ¡no bastan!

El espíritu emprendedor y la iniciativa privada que nació por causa del olvido del Estado, han quedado insuficientes ante el factor de gran crecimiento poblacional y por efecto de la asunción al poder de un partido social populista y centralizador que gobierna autoritariamente con fines totalitarios y hegemónicos que amenaza nuestro modo de vida. 

El crecimiento en sentido amplio de esta región próspera acarrea también problemas sociales y culturales por falta de educación e inseguridad en todos los niveles; para ello las políticas públicas deben estar acordes al modelo cruceño y la tecnología del siglo XXI, por lo que necesitamos autoridades de excelencia, capaces, honestas y de mucha visión innovadora, ya que su capital tiene el potencial de constituirse a mediano plazo en una de las más importantes de América Latina.

Por ello me permito aclarar que no es que esté mal seguir con el exitoso espíritu emprendedor y el modelo agroproductivo que se innova cada año en la exitosa muestra ferial de septiembre, ¡pero no basta, ya no es suficiente! La educación cívica y política conjuntamente con la práctica de valores desde la escuela es fundamental para lograr una mejor sociedad, ya que no todos son tan hospitalarios y amables cuando nos cruzamos en el diario vivir, no olvidemos el déficit educativo y la influencia de la migración; pero sobre todo, no podemos seguir suplicando al Gobierno centralizador que nos haga el favor de darnos esto o aquello, para seguir desarrollándonos.

Lo expresado por el presidente de la Expocruz en su discurso inaugural es hoy un grave error de apreciación que tenemos que desterrar ya, ¡a los ciudadanos comunes nos interesa muy poco la política… está en segundo plano! dijo, y allí está el origen de nuestro freno al liderazgo político y libertad para consolidar el desarrollo económico y social a nivel continental. Si vamos camino a los cuatro millones de habitantes, generando el 34% del PIB y el 75% de alimentos a nivel nacional, la política viene a ser determinante, tengámoslo claro. Para empezar, hay que quitarse el atavismo conceptual de que ésta es sinónimo de intereses partidarios de poder para lucrar del Estado y eliminar al contrario, ésa es solo su mala praxis; la política es ciencia, es el arte del manejo de la cosa pública, es el interés público de saber dónde se destinan los impuestos para desarrollarnos y el saber elegir para que nuestras autoridades no nos traicionen, persigan y encarcelen cada que pidamos algo o ejerzamos el derecho a la protesta. 

Por no tener claro aquello es que tenemos un presidente populista a punta de bonos y empresas estatales con aumento de gasto público y corrupción; y un vice que tergiversando peligrosamente su cosmovisión, vive culpando racialmente a los blancos mestizos de todos los males de la sociedad.

La política es sinónimo de servicio y ética pública y así debe ser enseñada para adquirir madurez en ello y saber cómo y a quién elegir desde los 18 años; ser muy básicos en ello es nuestro problema, ya que el Estado no funciona solo, lo mantenemos nosotros y por eso es de interés primario su conocimiento, no en cuanto a partidos o ideologías, sino por motivo de interés público, para identificar capacidades de quienes pueden servirnos en democracia, en vez de creerse nuestros patrones desde las alturas.

Por ello coincidimos en que, sí gobernador Camacho, usted tiene razón cuando dice: “¡El censo es político!”; como todo acto público es técnico en su realización, pero claro que es político, si deviene de nuestra Constitución Política, y es base para delinear las políticas públicas del plan de desarrollo, con directos efectos políticos en el padrón y la representación de la ALP.

Una alta educación y ejercicio cívico, político y ético pasa ya a ser una obligación y objetivo fundamental cruceño, por ello queda la tarea de apropiarse de un nuevo instrumento político sobre la base del servicio y la ética públicos, con el objetivo de que enterrando el Estado unitario, se proponga un nuevo Estado descentralizado e institucionalizado que permita a las regiones alzar vuelo solas en su diversidad y autonomía plena; y convencidos de que Santa Cruz con todo lo que representa tome el liderazgo político que ya le toca, por su bien y el bien de toda la Bolivia libre.

Tags