Una evaluación de Anapo refleja que el déficit hídrico y la falta de humedad en los campos agrícolas ‘mataron’ 50.000 hectáreas de sorgo, soya, girasol, trigo, maíz y chía. Avicultores exigen garantía de disponibilidad de maíz

7 de octubre de 2022, 7:16 AM
7 de octubre de 2022, 7:16 AM


La extrema y prolongada sequía deja ‘cicatrices profundas’ en los campos agrícolas del departamento de Santa Cruz. Una evaluación técnica de campo de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) refleja que, de las 1.182.620 hectáreas de sorgo, soya, girasol, trigo, maíz y chía sembradas en la campaña agrícola de invierno de este año, 50.000 resultaron pérdidas y 505.000 fueron afectadas en distintos porcentajes por la falta de agua. 

A decir del presidente de la organización productiva, Fidel Flores, dadas las condiciones climatológicas adversas el sector estima una disminución de 400.000 toneladas en la producción de sorgo, trigo, maíz y girasol, cuyo valor representa una pérdida económica de poco más de $us 120 millones. 

Flores considera que la merma en la producción de trigo provocará la importación de mayores cantidades de grano y de harina de ese cereal para satisfacer la demanda nacional, lo que significa una fuga de divisas para el país.

 En el caso de maíz y sorgo, considera que limitará la disponibilidad de estos insumos esenciales para la alimentación, principalmente en las cadenas avícolas, porcina, lechera y ganadera principalmente.

Así, en un entorno de efectos adversos por la sequía, el presidente de Anapo dijo que como sector productivo insisten en que el Gobierno viabilice el acceso a nuevos eventos transgénicos en soya, maíz y trigo -como el evento HB4 con tolerancia a sequía- que ya presentaron oficialmente para que inicien el proceso de evaluación y aprobación en Bolivia. “Hasta el momento no existen avances”, expresó Flores, al añadir que es importante que los productores cuenten con un seguro agrícola estatal para resarcir las pérdidas por condiciones climáticas adversas como sucede en otros países.

Según el presidente de la Cámara Agropecuaria de Pequeños Productores del Oriente (Cappo), Isidoro Barrientos, en el caso del trigo, la sequía redujo más de un 50% el promedio de rendimiento; en el cultivo de sorgo, más de un 40%; en los sembradíos de maíz, más de un 70%; y en el girasol, sin dar un porcentaje, anotó que la productividad fue mala.

En el Norte Integrado, fuentes oficiales del sector agrícola, calculan que un 80% de las 290.000 hectáreas sembradas en esa zona, está comprometida y perdida. 

Seguridad de grano

Para el presidente de la Federación Nacional de Avicultores, Winston Ortiz, la anunciada merma de producción de maíz pone al sector en un ‘callejón sin salida’, cuya causa -deduce- radica en el desinterés y falta de planificación de la avicultura, que registra una sobreproducción que ahoga a los pequeños y medianos productores que aspiran exportar los excedentes para aliviar su economía. Bolivia, según dijo, produce 23 millones de pollos parrilleros por mes y el consumo interno ronda los 18 millones. 

Desde la Asociación Departamental de Avicultores, el titular Omar Castro, expresó que esperan que el Gobierno, no el contrabando, garanticen la disponibilidad de maíz para evitar que los precios se disparen cuando se agote lo cosecha de invierno, como ocurrió meses atrás.
Productores de cerdo y leche también piden que se garantice la oferta de maíz.