El Ejecutivo lo niega. Advierte que la misión de la entidad es proteger al gobierno legalmente constituido. Por primera vez en mucho tiempo, el malestar interno en las FFAA sale a flote porque en la institución “pesa más lo político que la meritocracia”

13 de febrero de 2022, 4:00 AM
13 de febrero de 2022, 4:00 AM


La entrega de sables a los nuevos generales y almirantes de las Fuerzas Armadas se celebró el viernes en un acto en el que hubo poca asistencia de militares. La ceremonia fue en el salón principal de la Casa Grande del Pueblo después de dos anteriores postergaciones, atribuidas a la apretada agenda que cumple el presidente Luis Arce, informaron en el Gobierno. Desde fuentes castrenses advierten que esta situación se debe al descontento que existe en las Fuerzas Armadas.

La viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón Merubia, explicó a este medio que eso se debió a la agenda del presidente Luis Arce. “Fueron reuniones constantes que tuvo el presidente, desconozco los motivos”, dijo la viceministra.

Según militares en condición de retiro y algunos activos que pidieron mantener su nombre en reserva, en las filas castrenses hay malestar por los ascensos de generales que supuestamente tienen méritos políticos y no académicos. Además, está latente el peligro de desobediencia por el juicio que enfrentan exjefes de las FFAA junto a la expresidenta transitoria Jeanine Áñez. 

La entrega de sables siempre fue un acto masivo, pero esta vez se llevó adelante con un círculo muy pequeño de personas. Fuentes militares aseguraron que un acto de este tipo en este momento podía salirse de control por las protestas.

El abogado y coronel del Ejército en servicio pasivo Jorge Santistevan maneja la información de que el presidente Luis Arce no se reúne ni una vez a la semana con su Alto Mando. “Él es el hombre que directamente debe coordinar con ellos, porque son un factor importante en la estabilidad y, sobre todo, en el desarrollo del Estado, pero no lo hace”.
Dijo que no se reúnen porque internamente hay un grupo de militares que se formó y estableció vínculos directos en Chapare, es decir, con Evo Morales. “Muchos de ellos ahora están nombrados generales y comandantes. Y son los que están dirigiendo las FFAA”, aseveró.

Tras el acto del viernes, el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, corrió detrás del presidente Luis Arce para evitar a los medios.
Por su lado, la viceministra de Comunicación dijo: “Yo no le puedo hablar de que en las FFAA haya descontento o malestar. Eso le corresponde al Ministro de Defensa”.

Este medio publicó el jueves que cartas de militares desde distintas regiones lograron la suspensión del acto de entrega de sables a los nuevos generales y contralmirantes que fueron ascendidos el 20 de enero en el Senado, en una sesión reservada de la que solo participó la bancada del MAS. Según los informes que llegaron desde dentro de la Fuerza Aérea, la principal irregularidad está en el retorno de oficiales que estaban en el servicio pasivo.

El Ministerio de Defensa, en su cuenta de Facebook, respondió que esa información era “completamente falsa y carente de todo principio ético, teniendo como único objetivo generar malestar al interior de las Fuerzas Armadas”.

El coronel en servicio pasivo Freddy Rojas, diplomado en Altos Estudios Nacionales, magister en Defensa y seguridad del Estado, señaló que los militares hacen el juramento para defender a la patria, las instituciones y las autoridades legalmente constituidas. “Pero, desgraciadamente, en estos últimos años, el MAS realiza las designaciones a dedo para favorecer a sus afines”. Advirtió que en las FFAA hay malestar porque quienes ascendieron no son los calificados para los cargos.

“Voy a hablar con nombre y apellido. El flamante general Juan José Zúñiga, entre otros oficiales, no califica para el ascenso. Eso ha provocado el malestar que vivimos ahora”, señaló
El coronel Santistevan aseguró que Zúñiga tiene procesos sumarios “por haber manejado mal la plata de Juancito Pinto y de los ancianos, el bono Dignidad. Tuvo un castigo de siete días de arresto. Usted, con 24 horas arrestado y un sumario no es convocado al ascenso, pero este ahora general sí, porque es político. Me refiero nada menos que del actual jefe de Estado Mayor, ascendido ilegalmente por este Gobierno”.

Recordó que fue él quien comandó las fuerzas que el Gobierno envió a Santa Cruz durante el paro indefinido de noviembre de 2021 para exigir la anulación de la ley contra la legitimación de ganancias ilícitas. “Amenazó con muchas cosas, con una parada militar en semejante emergencia. Nos opusimos a eso y por suerte la suspendieron porque iba a ser un bochorno para el presidente”.

Este medio intentó conversar con el general Zúñiga al concluir el acto en el que recibió su sable, pero su respuesta fue tajante: “Aquí están mis superiores, no puedo dar declaraciones, le pido que me disculpe”.
Sin embargo, el jueves conversó con algunos medios de comunicación. Advirtió que es mentira todo lo que se dice de él. “Es una guerra sucia de mis compañeros de curso para evitar mi ascenso. Tengo todas las certificaciones, de la Renta Dignidad, del Juancito Pinto y de bienes del Ejército. Sin eso no hubiera ascendido. No debo nada, eso debe quedar claro”. 

El jefe militar es también vinculado con contrabando y con asambleístas del trópico de Cochabamba. “Todo esto es una vil calumnia, lo hacen para perjudicarme”, manifestó.

En la misma línea, la Unión de Militares del Servicio Pasivo de Bolivia aseguró que los nuevos ascensos provocarán una falta de liderazgo en las FFAA, sumado al mal ejemplo para las promociones de jóvenes, porque ascendieron a los que no tiene los méritos y que no ocupan los primeros lugares dentro de sus generaciones.

“Estos ascensos provocará, primero, una falta de liderazgo en las Fuerzas Armadas y luego un mal ejemplo para las promociones de los jóvenes porque durante todo este tiempo nos hemos basado en la meritocracia y debemos mantenernos en ella. No es cuestión de ser político para ascender, eso no debería estar nunca”, señaló el presidente de la institución, general Tomás Peña y Lillo.

Santistevan puntualizó que el acto estuvo con sillas vacías porque “solamente convocaron a los ahijados del MAS. Son cuatro o cinco generales. El resto, que ascendió por su propia capacidad profesional, con los méritos profesionales, no fueron convocados para evitar protestas, así de tensa está la situación. Los que no pudieron ascender, pero son los primeros, ni siquiera les dieron un memorándum de aviso para que se presenten. Simplemente no fueron tomados en cuenta”.

Freddy Rojas advierte que “se viene la desobediencia. Eso significa que dentro de la institución se generan corrientes que deciden no seguir las órdenes de superiores, porque son emitidas por jefes a los que no les corresponde estar en ese puesto”, lamentó.

Gobierno
La defensa del gobierno, “legalmente constituido” se convirtió en el eje más notorio de los discursos, tanto del Ejecutivo como de los militares que asistieron el viernes al acto en el salón de la Casa Grande del Pueblo cuando se entregaron los sables.
“Esta es su oportunidad para demostrar con resultados su vocación de servicio, honor, constancia y su compromiso patriótico con Bolivia, cumpliendo con su mandato constitucional de garantizar el imperio de la Constitución Política del Estado y la estabilidad del Gobierno legítimamente constituido y sólidamente, respaldado por el pueblo en las urnas”, dijo Arce en el discurso del acto de imposición de grados y entrega de sables a los comandantes.

“En tal sentido, es de entera satisfacción para el Alto Mando Militar realizar este reconocimiento a quienes asumieron el sagrado compromiso con la patria, sirviéndola en toda circunstancia, jurando proteger la paz y la estabilidad a nuestro pueblo y a nuestro Gobierno legalmente elegido y constituido”, fue la respuesta del comandante en Jefe de las FFAA, general Antonio García Lara.