Opinión

“Solo una Revolución”

29 de junio de 2021, 5:00 AM
29 de junio de 2021, 5:00 AM

En días pasados el presidente Arce frente a una concentración de militantes masistas, declaró que “solo existe una revolución” haciendo referencia a lo que el MAS y sus ideólogos llamaron hasta no hace mucho tiempo “el proceso de cambio”. Esta expresión ha entrado en desuso de forma súbita luego del fraude y la posterior fuga de su líder Evo Morales. La alusión tiene un profundo significado histórico en la medida en que nos remite a la gestión de casi tres lustros del MAS en el Poder. Debemos partir estableciendo que, sin duda, desde mediados del siglo pasado (1952) Bolivia experimentó un solo proceso verdaderamente revolucionario; el de la Revolución Nacional. La expresión de Arce se inscribe, en consecuencia, casi como un lapsus linguae en ese contexto.

En un artículo anterior expuse la tesis según la cual el MAS cerró el ciclo iniciado en abril de 1952, es decir, dio fin al Estado del 52. Desde este punto de vista Arce no esta equivocado, solo valdrá la pena recordar que el fundamento que da base teórica y práctica a la política masista a lo largo de su gestión, afinca en el concepto de colonialismo.

En la ideología masista, el MNR y la Revolución Nacional fueron expresiones de un colonialismo interno, es decir una variante del colonialismo republicano, nacida de la matriz colonial que heredó la República. Sus esfuerzos se centraron en denostar el efecto histórico del proceso iniciado por el MNR, en virtud de que, de alguna manera, sabían que nada podían hacer fuera de la estructura histórica del Estado que creó la Revolución de Abril. El sentido que supone otorgarle al Estado una continuidad histórica coherente con los procesos iniciados en 1952, marcaba la necesidad de concluir lo que había dejado pendiente ese proceso, es decir, transformarse en la expresión final del ciclo nacionalista, lo que, por sí mismo, eliminaba la posibilidad de erigirse como autores de un nuevo ciclo. Mostrarse como los protagonistas de una nueva etapa histórica conllevaba la necesidad de desplegar una a corrosiva campaña en contra del MNR y su accionar en la historia, y eso es lo que hizo el MAS a lo largo de toda su gestión.

En Bolivia solo hubo tres revoluciones que delinearon el curso de su historia; la que le dio su independencia en 1825, la que impuso el régimen liberal de 1899 y la que creó el Estado del 52, en 1952. El MAS no hizo nada que pudiera catalogarse como revolucionario, implementó las medidas que habían quedado pendientes cuando la Revolución Nacional giro hacia el neoliberalismo con el D.S. 21060 el 29 de agosto de 1985. Su mérito estriba en haber ejecutado exitosamente lo que ya en 1924 había planteado el Partido Socialista Máximo de Tristán Marof y había iniciado Víctor Paz Estenssoro en 1952; la inclusión indígena como clave de la resolución de las contradicciones que sacudían las entrañas de la nacionalidad, demanda que -entre otras cosas- a más del MNR la hicieron suya todas las fuerzas políticas progresistas después de la Guerra del Chaco.

Se concluye de esto que las expresiones del actual presidente de Bolivia son correctas, lo que no es correcto es el contexto falaz en que se inscriben.

Renzo Abruzzese es Sociólogo

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