Genaro García Luna enfrenta cinco cargos por los cuales puede ser condenado a cadena perpetua. El Gobierno estadounidense lo acusa de haber traicionado a su país y a EEUU por traficar cocaína. Su defensa sostiene que no existen pruebas

5 de febrero de 2023, 4:00 AM
5 de febrero de 2023, 4:00 AM

Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México durante el Gobierno de Felipe Calderón y director de la Agencia Federal de Investigaciones con el presidente Vicente Fox, se encuentra en Nueva York para enfrentar la justicia y aceptar la decisión de 12 jurados que podrían condenarlo desde 10 años de cárcel hasta cadena perpetua.

García Luna, que fue en su momento el adalid de la guerra contra los narcos y las drogas, es acusado de aceptar sobornos millonarios y recibir maletas llenas de efectivo, de cooperar con el cártel de Sinaloa y de colaborar para que los jefes narcos pudiesen operar libremente.  Además, se lo acusa de facilitar el ingreso de toneladas de droga a EEUU.

En concreto, enfrenta cinco cargos, entre ellos, participar en una empresa criminal continuada, conspirar para el tráfico de cocaína y mentir a las autoridades cuando solicitó la nacionalidad estadounidense en 2018.

EEUU acusa
El Gobierno estadounidense, en sus alegatos del lunes 23 de enero, acusa a García Luna de haber “traicionado” a su país y a EEUU por traficar cocaína, delito por el que se enfrenta a la cadena perpetua.

“El acusado tomó millones de dólares en sobornos una y otra vez” del cártel de Sinaloa, de Joaquín ‘Chapo’ Guzmán, uno de los mayores narcotraficantes del mundo, juzgado y condenado a cadena perpetua, dijo el fiscal Philip Pilmar, que recordó que “nadie está por encima de la ley”.

García Luna “traicionó a su país y al nuestro”, sentenció. Según la Fiscalía neoyorquina, ayudó al cártel de Sinaloa a introducir 53 toneladas de cocaína a EEUU, convirtiéndose en un “miembro” de la conspiración.


La defensa alega que no hay “dinero, ni fotos, ni videos, ni grabaciones, ni textos, ni pruebas” de estas acusaciones. Este caso está basado en “cimientos inestables”, aseguró su abogado César de Castro.

“Cantidad no es calidad”, dijo el abogado defensor al jurado y cuando “no tienes calidad abrumas con cantidad”, arremetió. “Los testigos del Gobierno son víctimas de la guerra al narcotráfico” de Calderón. Y pretenden, según la defensa, “matar dos pájaros de un tiro: reducir su condena y vengarse de la persona que más odian los narcotraficantes”, sostuvo.

Las acusaciones
Las contradicciones marcaron el interrogatorio del narco Óscar ‘Lobo’ Valencia, quien aseguró el lunes 30 de enero que pagó “más de 10 millones de dólares en efectivo” al llamado “superpolicía”.

“Le di más de 10 millones en efectivo procedente de la droga”, dijo el antiguo jefe del cártel de los Valencia, testigo de la Fiscalía.

Pero la defensa, que lo hizo caer en varias contradicciones, le preguntó cómo es que hasta después de la detención de García Luna en Texas nunca había mencionado al exsecretario de Seguridad Pública, pese a que se había reunido “docenas de veces” con responsables estadounidenses tras su extradición a EUU en 2011.

Lobo corrobora el testimonio del primer testigo de la Fiscalía, Sergio Villarreal Barragán, ‘El Grande’, que reveló los supuestos pagos a García Luna.

Un aliado de la DEA
García Luna “no solo fue el hombre más poderoso en temas de seguridad del Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), sino que fue un aliado de la agencia antidrogas estadounidense (DEA) y de Joaquín ‘Chapo’ Guzmán” en forma paralela, declaró a la AFP la periodista cubano-mexicana Peniley Ramírez, autora del libro Los millonarios de la guerra declarada al crimen organizado por el entonces presidente.

Su nombre surgió en los expedientes en 2018 durante el juicio del Chapo Guzmán, efectuado en el mismo tribunal de Brooklyn donde ahora será juzgado por el mismo juez: Brian Cogan, luego de ser detenido en diciembre de 2019 en Dallas, Texas.

Uno de los testigos es Jesús ‘Rey’ Zambada, exmiembro del cártel de Sinaloa, quien contó que había entregado al exfuncionario en un restaurante maletas con entre seis y ocho millones de dólares en sobornos entre 2005 y 2007.
Este “hombre humilde que salió millonario” cuando concluyó su mandato, “tenía el apoyo del Gobierno mexicano y del Gobierno estadounidense”, aseguró Ramírez.

Cuando dejó el Gobierno de México en 2012, se radicó en Estados Unidos.