Compañías cuentan su experiencia en la digitalización, teletrabajo y cómo avanzan en su reactivación pese a la pandemia

6 de agosto de 2021, 10:00 AM
6 de agosto de 2021, 10:00 AM

El teletrabajo ha sido una de las transformaciones más evidentes, pero no la única en el tiempo que lleva la pandemia por covid-19, en este tiempo han escalado los niveles de incertidumbre y complejidad previos, obligando a las compañías y a sus trabajadores a desarrollar nuevas competencias para sobrevivir, entre ellas la transformación digital.

En lo que respecta al teletrabajo en una reciente encuesta realizada por Human Value y BPO Center a 88 empresas del país, de enero a abril de 2021 la modalidad de trabajo que se empleó en estas compañías fue un 65,6% híbrida, el 25% presencial y el 9,4% remota.

Por otro lado, el 78,1% de los participantes del estudio creen que para fines de 2021 en Bolivia se trabajará en la modalidad híbrida. Solo un 3,1% cree que se seguirá de forma remota. Es decir que la modalidad llegó para quedarse.

Aunque la digitalización llevaba ya mucho tiempo en boca de las empresas, la pandemia las hizo adquirir conciencia como nunca antes de la urgencia de adoptar esta transformación y cambios, sobre todo en lo laboral.

Por ejemplo, desde Itacamba contaron que semanas antes de que en el país se declare la cuarentena como medida de distanciamiento social, la empresa ya había activado el teletrabajo para los colaboradores de mayor riesgo, desplegando también los protocolos de bioseguridad, salud y seguridad industrial, tanto en planta como en las oficinas administrativas, así como la capacitación y ajustes tecnológicos para que toda la empresa entre en la modalidad de teletrabajo. Además, debido a que su planta está en Yacuses, todo su sistema tecnológico ya estaba implementado.

Más del 70% de los colaboradores estaba interconectado desde su casa, siendo un mínimo de personas quienes tuvieron que estar en planta para precautelar el funcionamiento de la fábrica, siguiendo rigurosas normas de bioseguridad”, explicó Alexander Capela, gerente general de Itacamba.

Explicó también que su equipo de gerentes mantiene la línea de coordinación abierta las 24 horas, generando reuniones virtuales de seguimiento diario, práctica que se mantiene hasta ahora que la empresa continúa con su sistema de trabajo remoto.

La empresa aprovecha al máximo estos recursos, sosteniendo diversas actividades para mantener la unidad del equipo además de las capacitaciones y sistemas de información y comunicación.

En la compañía multinacional 3M, entre los cambios más importantes que impuso el teletrabajo, fue el lanzamiento de su programa FlexAbility 2.0, el cual funcionaba desde hace algunos años, sin embargo la nueva versión brinda a los empleados de 3M la autonomía para personalizar cuándo y dónde trabajan mejor, lo que les permite trabajar de manera que ofrezcan flexibilidad y equilibrio, e impulsen una mayor productividad y oportunidades de colaboración entre individuos y equipos, explicó Wendy Benitez, country Manager de 3M Bolivia.

Los empleados y los supervisores comparten la responsabilidad de hacer que FlexAbility sea un éxito.

Agregó, que en el caso de 3M, tener implementado desde hace varios años el beneficio del home office o teletrabajo, generó que la adaptación a la nueva normalidad, la cual ya incluye un teletrabajo diario, sea mucho más fácil porque los empleados ya contaban con las herramientas necesarias para trabajar sin problemas desde el lugar que se encuentren, como computadoras portátiles, celulares móviles, accesos a VPN, plataformas o herramientas de comunicación unificadas (Microsoft Teams), así como un ambiente de trabajo cloud con estándares de seguridad; y sobre todo los conocimientos necesarios para trabajar exactamente igual de forma virtual o digital.

Obligados a transformarse

La pandemia ha obligado a muchas empresas a realizar cambios acelerados en la estructura de sus equipos. Durante estos meses, hemos visto cómo los enfoques normales de atención a los clientes, proveedores o colegas se ha visto alterado al adoptar nuevas formas de trabajar a gran escala.

En palabras de Gary Antonio Rodríguez, gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), la “nueva normalidad” llegó para quedarse y, con ella, la aceleración de la digitalización en el sentido nato de la palabra, algo que hasta hace un par de años se veía solo como un desafío. Sin embargo, la pandemia del Covid-19 pudo más, luego de su negativo impacto sobre la economía de las empresas que, para evitar su declinación, entraron con fuerza en la transformación digital, con nuevas estrategias corporativas, adoptando modelos de negocio que antes se percibían distantes para muchos, tal el caso del ‘delivery’, hoy por hoy ampliamente incorporado a la generalidad de negocios.

Además, considera que la era digital se aceleró con el teletrabajo, ventas online y la automatización industrial, siendo parte de esta nueva realidad por la necesidad de: la competitividad (calidad, precio económico, oportunidad); supervivencia o crecimiento del negocio; conexión directa con el cliente; adaptación a nuevas tendencias de mercado; automatización; marketing por redes sociales; plataformas electrónicas y transacciones digitales con una increíble proliferación de apps y soluciones digitales, de tal manera que quien no entra en esta dinámica corre el riesgo de quedarse rezagado y languidecer.

Se apoyan para reactivarse

Las empresas, una vez que vencieron el desafío de teletrabajar buscan reactivarse y han encontrado mecanismos y alianzas para lograr capacitarse en tecnologías y contribuir en la reactivación económica del país. Un ejemplo de esto es el programa Semilla Capital 2.0 que reúne a diez empresas para impulsar la reactivación de 2.000 pymes en siete ciudades de Bolivia y del cual es parte el Grupo EL DEBER en la difusión del contenido.

Las compañías Madepa, PedidosYa, Banco FIE y CBN, junto a Sofía, Embol, Coca-Cola, Unagro, Grupo Venado, Alicorp y Viva, conformaron una sinergia de alto impacto económico para uno de los segmentos más golpeados por la pandemia como son los emprendimientos familiares, cuyo sustento económico se basa en el día a día.

Por ejemplo, la empresa Alicorp, desarrollará capacitaciones para que los beneficiarios del Programa Semilla Capital 2.0 hagan un buen uso de estas herramientas.

La gerente de Asuntos Corporativos de la compañía, Cynthia Valencia, destaca que se compartirán cápsulas sobre gestión, buenas prácticas y herramientas digitales, las cuales serán enviadas a cada uno de los beneficiarios con el objetivo de que puedan acceder a ellas en cualquier momento, aplicar consejos básicos para promocionar su negocio y mantener una buena relación con sus clientes, además de hacer uso adecuado de las redes sociales.

Asimismo, la empresa Sofía aportará con productos de la marca para que con esa semilla esos negocios vuelvan a generar movimiento económico.

En la primera versión del programa lograron la reactivación económica de 1.600 negocios a escala nacional, en esta segunda versión esperan llegar a 2.000.