Preferencia. Las restricciones han obligado a las personas a buscar espacios naturales fuera de las ciudades. La crisis ha llevado a optimizar costos, viajar por su cuenta y evitar servicios de operadoras, son prioridad.

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13 de julio de 2021, 4:00 AM
13 de julio de 2021, 4:00 AM

Por:  XIMENA GUTIÉRREZ

Los efectos post cuarentena y restricciones que se originaron a causa de la pandemia, impulsaron la necesidad, ya no solo a jóvenes sino de familias completas, de salir afuera y hacer turismo de naturaleza. Categoría que en el último tiempo ha marcado una tendencia global, de la que Bolivia no ha sido excepción.

Según datos de la Cámara Nacional de Operadores de Turismo (Canotur) el 70% de la operación turística en Bolivia se realiza en áreas de naturaleza, debido a que el turismo interno está empezando a descubrir sitios y regiones que antes no se priorizaba y que hoy empiezan a revalorizarse en el país.

Solo en Santa Cruz se tiene un incremento del 40% en la preferencia de las personas para hacer turismo de naturaleza. Sitios como: el Codo de los Andes, el bosque de los helechos gigantes y La Pajcha en la zona de Samaipata se han convertido en los favoritos para explorar. Mientras que en el sudeste chiquitano está Robore con El Chorro de San Luis, las pozas de Santiago de Chiquitos, el Santuario de Chochís, los hervores, el parque Manantial, los miradores de Tucabaca y el Velo de la Novia.

Ambas regiones se han convertido en las favoritas en Santa Cruz para realizar caminatas, observación de la flora y fauna, acampar y desarrollar dentro de estos parajes naturales otras actividades de turismo aventura como: rafting, rappel, trekking, canoping, caza, pesca entre otros, donde sin aglomeraciones las personas pueden mantener el distanciamiento social preventivo.

“Como destinos turísticos se tienen muchos lugares, pero son dos los espacios que se promocionan ahora porque tienen la licencia de funcionamiento y los certificados de bioseguridad que exigen las normas y que puedan recibir a los turistas. Además, de que todos los sitios que se promocionan tienen lugares para pernoctación, entonces las personas pueden quedarse a dormir en el lugar”, expresó Rodrigo Barbery, director de turismo y cultura de la Gobernación de Santa Cruz.

En La Paz las personas han optado por salir más a Los Yungas y a la Cumbre para realizar caminatas. Asimismo, en Cochabamba está Incachaca y Toro Toro. Otros atractivos turísticos estrella son Uyuni y el lago Titicaca, la reserva nacional Eduardo Abaroa y el parque nacional Madidi.

Las más beneficiadas con esta nueva tendencia, son las empresas de hospedaje que se encuentran alrededor de estos espacios, logrando copar incluso al 100% de sus habitacions durante los fines de semana y feriados largos.

El hotel eco resort Biotermal en Roboré, indicó incluso que tiene casi todo reservado para el próximo feriado del 6 de agosto. “Desde septiembre del año pasado comenzamos a tener un repunte en nuestros servicios, y ha mejorado progresivamente desde que se permitió salir a la gente”, explicó Carla Dofigini, administradora del establecimiento.

En Hoteles Río Selva de Coroico La Paz, la situación no es diferente y aseguran que la afluencia de visitantes ha aumentado, aunque por las regulaciones en ese departamento les permiten operar solo con el 50% de su capacidad.

Operadoras, en receso

Esta tendencia, sin embargo, no está creciendo de la mano con el servicio que ofrecen operadoras y agencias de viajes, indicó Janeth Simbrón, representante de Canotur, pues asegura que la cultura del turista boliviano no está acostumbrada a esto, pero además, optimizar costos para llegar a estos destinos se ha convertido en una prioridad por la crisis económica.“Se está viajando más, eso sí, pero la gente al no tener mucha capacidad de gasto se va en sus vehículos a los alrededores de sus ciudades a un espacio de naturaleza”, apuntó .

Por su parte, Nelson Pacheco, gerente de Natura Tours, afirmó que existe una visita mayor hacia varios destinos, pero no por turismo organizado, y resalta, como no recomendable, porque en el país no existe una cultura turística de cuidado y preservación de la naturaleza. Se expone a estos recursos a ser contaminados por cigarrillo, plásticos y basura. A eso, sumó las desventajas de recorrer estos espacios sin un guía que explique la biodiversidad que albergan estos ecositemas, pero también el riesgo de accidentes, ataques de víboras o a perderse dentro de estos recursos si no se está acompañado de un guía.

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