Turismo sostenible y desarrollo en los Llanos de Moxos
Mario González y Gonzalo Jordán
MIEMBROS DEL EQUIPO DE WCS Y DEL GTLM
El turismo es ampliamente reconocido por su capacidad para generar empleos de calidad, potenciar la actividad productiva e impulsar la mejora de los servicios e infraestructuras locales. Cuando las actividades turísticas se desarrollan bajo criterios ambientales, sociales y económicos de sostenibilidad, las ventajas se incrementan significativamente frente a la actividad turística convencional.
Solamente un turismo respetuoso con el ecosistema y las culturas autóctonas, cuyos beneficios socioeconómicos favorecen a las comunidades locales, puede garantizar la sostenibilidad de los servicios que proporciona, así como el buen estado de los paisajes, funciones ambientales y representaciones culturales de los que se beneficia y depende. El Grupo de Trabajo de los Llanos de Moxos (GTLM) comparte estos objetivos. De allí que, en coordinación con los gobiernos municipales de Loreto y Trinidad (Beni), ha elaborado una estrategia que contribuya al potenciamiento del turismo en la capital departamental y en las áreas municipales protegidas Ibare-Mamoré y Gran Mojos.
Los Llanos de Moxos son una extensa llanura de inundación en la que convergen aspectos naturales y culturales extraordinarios. Por su localización, características y extensión, resulta fundamental para la regulación hídrica y la salud ecológica de la cuenca Amazónica. Adicionalmente, las interacciones de la población humana con su medio natural desde hace unos 10.000 años, que se pueden apreciar en islas de bosques, grandes obras precolombinas, la domesticación de alimentos como la yuca y la supervivencia de 20 lenguas y dialectos nativos, han convertido la región en un paisaje biocultural único en el mundo (GTLM, 2022). Y precisamente estos valores naturales y culturales constituyen su principal potencial turístico.
Pero, para ser viable y sostenible, no bastan características únicas que singularicen e identifiquen a este destino respecto a otras alternativas turísticas, también debe contar con servicios, productos, infraestructura y recursos de calidad que ofrezcan una experiencia emocionante e integral al visitante. Aspectos que se deben trabajar profusamente para impulsar el desarrollo de este destino. Por ejemplo, la mencionada estrategia identifica como uno de los principales desafíos convertir a Trinidad en una ciudad atractiva para los turistas, que funcione como un centro de recepción y distribución de los visitantes hacia los atractivos y productos turísticos del entorno.
Otra de las materias pendientes es el fortalecimiento de los múltiples actores que participan de la actividad. Para ello, se han conformado los consejos municipales de turismo de Trinidad y Loreto, como un instrumento conjunto de planificación y participación en la implementación de la estrategia.
Si bien en la región existen productos turísticos consolidados (flotel Reina de Enín, pesca deportiva en el río Pojige, observación de aves silvestres), hacen falta productos que rescaten, transformen o innoven sobre lo que ya se tiene, para impulsar experiencias turísticas integrales antes que el consumo de productos específicos.
De lo que se trata es que los turistas queden impactados con cada actividad que hagan y que puedan vivenciar los extraordinarios valores naturales y culturales que hacen de este espacio un paisaje biocultural único en el mundo. De esta manera, podrían aprovechar su enorme potencial turístico bajo criterios de sostenibilidad, lo cual repercutiría en la prosperidad de toda la región.
