9 de marzo de 2023, 4:00 AM
9 de marzo de 2023, 4:00 AM

Los problemas en la Gobernación de Santa Cruz eran un secreto a voces, ahora ya se conocen explícitamente. Hay un entorno burócrata que ha sido pernicioso, antes que saludable para gestionar el gobierno departamental.

El problema no es de ahora ni de hace dos meses; el problema comenzó mucho antes y dejaba verse con algunas acciones. Sin embargo, ahora que el gobernador está detenido en el penal de Chonchocoro, es evidente que al segundo al mando (vicegobernador) lo tienen marginado, sin capacidad de tomar decisiones, mirando de palco lo que definen los secretarios y asambleístas, sin descartar a algún político de Creemos que es muy allegado a la primera autoridad departamental.

No hay trabajo de equipo, pese a la adversidad que significa que la primera autoridad esté presa en otra ciudad y con episodios de aislamiento, como el del martes cuando no se permitió el ingreso de su asesor para que pueda promulgar la ley departamental de ausencia temporal.

Y mientras Luis Fernando Camacho está detenido, el departamento no se detiene. Al ser el más grande del país, enfrenta problemas por las inundaciones, por la epidemia de dengue y otros más, con resultados que no son los idóneos y que terminan afectando a la población.

El fondo del asunto es que los burócratas (personas designadas para cumplir tareas específicas en la Gobernación) sean los que bloquean que el vicegobernador pueda tener un rol de mayor protagonismo y determinación en esta institución. Este rol no es coherente con el discurso que sale desde el gobierno departamental de lucha por la democracia en Bolivia. ¿De qué estamos hablando si se hace a un lado a una autoridad electa?

Durante los dos meses y 10 días que el gobernador está en el penal de Chonchocoro, después de haber sido secuestrado y violentado en sus derechos políticos y ciudadanos, se ha insistido en que la primera autoridad de Santa Cruz es Luis Fernando Camacho. Eso nadie lo ha puesto en duda, ni siquiera el Movimiento Al Socialismo. El vicegobernador asegura que a él no le interesa hacerse de la primera representación en Santa Cruz. Entonces, ¿cuál es la traba que impide coordinar, trabajar en conjunto y dejar de dar oportunidad a la oposición para que cuestione la gestión en la Gobernación?

En cambio, en tanto existe la cerrazón a que Mario Aguilera tenga un rol de mayor trascendencia, el MAS ha avanzado en iniciativas que buscan un cambio de mando en la Gobernación. Una demanda de acción de cumplimiento que fue aceptada y de la que derivó la necesidad de una ley para regular la ausencia temporal; las iniciativas para revocar el mandato de los asambleístas indígenas que son afines y le dan mayoría a Creemos; y la demanda contra Luis Fernando Camacho por haber promulgado un decreto para que un secretario asuma la suplencia de su cargo en lugar del vicegobernador.

Es decir, el nocivo entorno burócrata está perjudicando en vez de ayudar y lo hace de manera abusiva. Dicen que el gobernador Camacho firma documentos en el penal, pero recibe la visita de sus asesores una o dos veces por semana. Y el resto del tiempo ¿Quién manda en la Gobernación?

Santa Cruz es el departamento más poblado del país. Esa dimensión también hace que deba resolver graves problemas, desde la invasión de tierras, las dificultades de la falta de acción metropolitana, la epidemia de dengue, junto a otros. Todo eso demanda que la Gobernación tenga un mando coherente, no enfrentado, dedicado al cien por ciento.

En tal sentido, urge que se ponga orden, ya que estas fisuras afectan al conjunto de habitantes de Santa Cruz, no solo a los pequeños y mezquinos entornos políticos.

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