2 de febrero de 2023, 4:00 AM
2 de febrero de 2023, 4:00 AM

La fuga de un peligroso reo brasileño del penal de máxima seguridad de Chonchocoro no hace más que desnudar el estado de descontrol que hay en el sistema penitenciario del país, con tentáculos que alcanzan a otras entidades del Estado. Las irregularidades desvelan la ausencia de autoridad y la falta de seguridad para el ciudadano de a pie.

Felipe Edvaldo Menezes es el verdadero nombre de este hombre que tiene condena por asesinato en Bolivia, y otra sentencia en Brasil por varios delitos: robo mayor, asalto en bancos, uso de armas, narcotráfico, asesinato de policías y otros ciudadanos, uso de documentos falsificados, organización de grupos delictivos y pandillas, delitos contra la propiedad, entre otros.

Él se hacía llamar André Luis Xavier da Rocha en Bolivia. Estaba preso desde 2022, primero en Palmasola y después en Chonchocoro, y recién anoche se enteraron las autoridades que su identidad era falsa. O sea, lo acusaron y procesaron sin cruzar información con Brasil y con un nombre ficticio. Los cómplices que lo ayudaron a escapar del penal, otros tres brasileños, también figuran con nombres falsos. ¡Vaya Inteligencia de las entidades del Estado responsables de la seguridad ciudadana!

Pero hay mucho más. A pesar del peligro que significaba este hombre para la sociedad, lo dejaron salir con una orden de supuesta emergencia, sin que haya emergencia. Su problema de salud era una fractura de hace 20 años. La médica que firmó el certificado está detenida desde anoche. Pero, ¿dónde está la responsabilidad del director del penal de Chonchocoro y la del director de Régimen Penitenciario? Nadie dijo nada de ellos; es más, hasta parece que los defienden y justifican.

Después de que la orden de salida estuvo firmada, “casualmente” el peligroso reo no pudo entrar en el minibús que trasladaría a otros reclusos a sus chequeos médicos; entonces se lo subió a un vehículo particular con dos custodios. ¿No es esto una nueva irregularidad, dado que Menezes no tenía una condición grave de salud?

Al llegar al Hospital de Clínicas de La Paz ya sus cómplices lo estaban esperando con una moto y con armas largas. El resto ya se sabe. Mató con tres disparos al policía Domingo Chávez Condori e hirió de gravedad a otro uniformado.

El hecho ocurrió al mediodía del martes. Cerca de la medianoche ya había sido recapturado y sus cómplices detenidos. La Policía activó el plan Z desplegando a todos sus efectivos en la búsqueda. El ministro de Gobierno detalló el operativo y, en al menos tres oportunidades, felicitó y pidió felicitar a la institución verde olivo, que había cumplido la misión que se espera de ella, nada más y nada menos.

Lo que no se puede aplaudir es que en Bolivia se campeen delincuentes con identidades falsas. Ya se conocieron noticias de que narcotraficantes pesados de Colombia, México y también Brasil llegaron a portar documentos bolivianos y vivían tranquilos en este país. ¿Esto no es descontrol?

Tampoco se puede aplaudir que un peligroso reo, que ya había fugado de la cárcel de Palmasola, pueda comprar su salida de un penal de supuesta máxima seguridad y que una cadena de funcionarios lo permitan a cambio de quién sabe cuánto dinero.

Y en este punto, no se puede dejar de mencionar que al gobernador cruceño se lo vigila con cámaras escondidas y se le negó salir a un centro médico cuando su salud estaba muy complicada. ¿Los delincuentes peligrosos con privilegios y el gobernador de Santa Cruz acosado por razones políticas? Esto, sin duda, es cuando menos incoherente y cruel.

Está bien que haya sido recapturado el delincuente que fugó y mató, pero que el hecho sirva para poner orden y devolver seguridad a los ciudadanos que observan atónitos el increíble hecho.

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