Usaron a una niña como ‘destinataria’ de la droga

El destinatario de la carga con droga que en febrero burló los controles de Viru Viru era una niña de nacionalidad española, dijo ayer el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, durante una conferencia de prensa.

“La persona a la que iba dirigida la carga de droga era una menor de edad española. Yo me pregunto si en nuestro país podemos enviar alguna mercadería, mediante una empresa o una aerolínea, a un menor de edad. ¿Acaso un menor de edad puede recoger un paquete en un destino final?”, cuestionó la autoridad de Gobierno.

Del Castillo dijo que esta menor es sobrina de Carolina Adelaida Candia Romero y nieta de Maribel Romero Antelo. Estas dos mujeres, de nacionalidad boliviana, son dueñas de la empresa de courrier José María de Santa Cruz, que realizó el envió de droga en un cargamento que también llevaba mercadería, ropa y enseres, hacia España.

“Un dato adicional es que esta menor de edad es sobrina de la propietaria de la empresa de courrier y es nieta de la representante legal de esta misma empresa. Por eso, pido que el Ministerio Público investigue a esta empresa que está involucrada en el envío de droga a otros países. Sin embargo, cuando vemos las declaraciones (de los propietarios), dicen que solo recibieron la mercadería de sus clientes y no explican que sus familiares son los destinatarios”, observó la autoridad cuando reveló detalles de la investigación.

Tras conocerse esta supuesta participación en el envío de la ‘narcoendomienda’, los agentes de la Felcn aprehendieron el martes a estas dos personas que controlaban el courrier José María de Santa Cruz.

 “La gente se pregunta por qué se han detenido a tres funcionarios o trabajadores de courrier, pues porque estas personas tienen otra empresa similar en España denominada La Bolivianita y tenemos antecedentes de que, en el mes de marzo, la Felcn le confiscó 67.644 pastillas MDMA (droga sintética) a dos de estas tres personas”, detalló Del Castillo.

De acuerdo con la declaración de carga que se investigó en Madrid, el contenedor llevaba 12 bultos de los que cuatro no contaban con declaración. Sin la intervención de las autoridades, el alijo debía ser declarada a “gancho perdido” para que luego sea “rescatado” por miembros de la red que operó en España.

Según esos reportes, estos cuatro bultos fueron enviados por distintas personas para igual número de destinatarios. Una de las personas que hace ese envío tiene los mismos apellidos mencionados por Del Castillo, según los reportes revisados por El DEBER.

Según un reporte de la Guardia Civil, la operación ilegal tiene que ver con una organización criminal “afincada en Madrid que contaría con empleados del aeropuerto madrileño para los rescates de droga” bajo la modalidad “ganchos perdidos” o de carga no reclamada. La droga viaja, en este caso, oculta “al interior de mercancías procedentes de Sudamérica” que luego es “rescatada” por personal en el aeropuerto europeo. Esta modalidad pudo ser empleada en otras ocasiones.

El proceso de investigación fue público en Bolivia en mayo, 100 días después de que se halló la droga en un vuelo de BoA.