Opinión

Usted es la culpable...

23 de octubre de 2020, 5:00 AM
23 de octubre de 2020, 5:00 AM

Creo que yo fui uno de los pocos ilusos que la noche siguiente a la elección, no pegué un ojo, esperando los resultados. Lo hice porque mi suegra tenía la esperanza de que nuestro candidato le iguale la pulseada a Arce y en la segunda vuelta lo hagamos pomada.

A medida que el tiempo pasaba y la tele pasaba viejas telenovelas, porque sus analistas ya no sabían qué decir y se fueron a dormir, decidimos esperar cualquier luz informativa, pero no pasaron naranjas. La ansiedad de mi suegra rayó en la locura porque me decía

- ¡Tráigame las pititas!, ¡quiero mis pititas!

- Pero querida suegra y conciudadana suegra, ¿cómo va a salir a las 4 de la mañana a bloquear calles?
- No, las pititas no son para bloquear, son para ahorcarme. No quiero seguir viviendo, siendo gobernada por el MAS.

Pero fue relajándose, abrazada de una foto. Cuando la vio dijo, “bah, mal mandao, me dejaste a las cachuchas!”. Era la foto de Mesa. Por él se levantó de su cama, desafió la pandemia, se fue con doble barbijo, lentes de avispa y se fue en ayunas para ser la primera en votar y esperó los resultados toda la noche, para desayunarse con que el MAS fue mayoría y ganó las elecciones.
Ya la vi calmada y me iba a recoger a mis aposentos y empezó a cantar:
“Usted es la culpable/ De todas mis angustias y todos mis quebrantos
Usted llenó mi vida/ De dulces inquietudes y amargos desencantos”.

- ¿Y ahora a quién le canta, mi querida suegra?
- A la presidenta. Ella fue la que empezó el cururuchi este cuando a sugerencia de un grupo de oportunistas, se lanzó de candidata la muy perla…

Le dije que ya no era hora de buscar culpables, aunque esa canción le viene al pelo a muchos y muchas que convirtieron la lucha contra el caudillismo, en la gran frustración nacional.
Luego de hacer una larga lista de culpables, ya había amanecido y mi suegra desayunó dos latas de cerveza con solo dos cuñapeses porque está a dieta y volvió a cantar;
“No juegue con mis penas, ni con mis sentimientos/ Que es lo único que tengo/ Usted es mi esperanza, mi última esperanza/ Comprenda de una vez”.

- ¿Y a quién va dirigida ahora esa su matinal canción?
- Esa es para Luis Arce Choquehuanca.

- Arce Catacora, corregí.
- Es para el binomio Arce-Choquehuanca. Para que gobierne con las leyes, el respeto a la gente y para sanear a las instituciones que están a las pailas y, si no es mucho pedir, sean las vacunas que terminen con la pandemia de la corrupción.
No dijo más nada y se quedó dormida, como un angelito.



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