Un sector del oficialismo insiste en preservar la imagen del expresidente. Un viceministro asegura que los masistas son rechazados por los intentos de Morales en postergar su mandato

16 de febrero de 2022, 4:00 AM
16 de febrero de 2022, 4:00 AM


El Movimiento Al Socialismo (MAS) aún lidia con las pugnas internas y la oposición ve cómo el aparato estatal del expresidente Evo Morales se deshace tras los despidos de sus allegados. Mientras, un sector del oficialismo se resiste a que se pierda la imagen y el liderazgo del dirigente cocalero.

El diputado oficialista Héctor Arce manifestó ayer que, desde la oposición, la embajada de Estados Unidos y militantes de su propio partido atacan de manera “feroz” la imagen de Evo Morales.

“Todas aquellas personas que se ensañan, que estigmatizan, que buscan el linchamiento político de Evo Morales no son más que unos frustrados y fracasados políticos que intentan políticamente exterminar a Evo”, dijo.

En este sentido, insistió en que sus compañeros también intentan “desgastar” la imagen de Morales. Apuntó al viceministro de Coordinación y Gestión Gubernamental, Freddy Bobaryn, a quién calificó de malagradecido.

“Hace unos días el viceministro Bobaryn escribió una nota en la que acusa a Morales; de ese tipo de personas estamos hablando que no entienden la verdadera dimensión y lo que ha costado construir el proceso de cambio. Hay una frase que dice: Cría cuervos y te sacarán los ojos”, protestó.

A mediados de enero el viceministro Bobaryn escribió un artículo en el periódico gubernamental denominado ‘El síndrome de hubris y la lucha por el poder’, en el que critica al líder del MAS y a su entorno por haber forzado la reelección para un cuarto mandato presidencial.

El jefismo rompió el techo de cristal cuando atribuyó a las organizaciones sociales la obstinación de forzar una candidatura a la presidencia, por cuarta vez. Porque fue una situación que contribuyó a crear un rechazo -no menos apasionado- de una sociedad ya estupefacta ante una narrativa que justificaba la vulneración de Derechos Humanos”, señaló el viceministro en el escrito.

En respuesta, diputado Arce adelantó que, a través de mecanismos internos, como los ampliados y congresos, evaluarán la conducta, tanto de los militantes como de los servidores públicos. En los próximos días dará nombres de las autoridades observadas.

Las fricciones dentro del MAS se observaron desde diciembre del año pasado, luego del último ampliado en el trópico de Cochabamba, seguido de los pedidos del Pacto de Unidad en enero para evaluar a las autoridades ministeriales y ejecutar cambios en el gabinete. Sin embargo, a la fecha no hubo variaciones en el Ejecutivo, pese a que los sectores establecieron el 11 de febrero como plazo al presidente Luis Arce.

Los desencuentros más evidentes fueron en el Ministerio de Gobierno, entre Eduardo Del Castillo y Nelson Cox. La pugna terminó con la destitución de Cox.

Ala derecha en el MAS

El lunes, Morales se refirió a un ala derechista en el oficialismo que pretende “eliminarlo políticamente”. En tanto, el MAS negó las divisiones y manifestó que existen intereses políticos de la oposición e incluso de la embajada de Estados Unidos para desestimar a Evo.

“No tenemos ninguna división, ni pugnas dentro del MAS. Tenemos un líder que es Evo Morales. A partir de ahí, se organizan, se coordinan y se planifican las tareas políticas y la gestión gubernamental para garantizar el progreso del país. Las manifestaciones de que hay pugnas y divisionistas provienen de la oposición por la desesperación política para dividirnos”, afirmó el diputado oficialista Juanito Angulo a EL DEBER.

Por su parte, la secretaria general de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia – Bartolina Sisa, Constantina Choque, rechazó que el MAS esté fragmentado y que no es necesaria una reconciliación, menos entre Luis Arce y Evo Morales.

Desde la oposición, el diputado Gustavo Aliaga, de CC, dijo que “hay un MAS auténtico de Evo Morales que busca sobrevivir y un nuevo MAS que trata de perdurar con un modelo totalmente diferente. Se ha desmontado y se está desmontando administrativamente el Estado de Morales a otro del presidente Arce. Esto es muy complicado porque internamente se está deshaciendo la institucionalidad del país”.

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