Federico Calello, ejecutivo de Kimberly-Clark, expone que los cambios en el consumidor permiten capturar nuevas oportunidades pese a la pandemia, aunque ve que la recuperación tardará entre tres y cinco años

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30 de septiembre de 2020, 5:00 AM
30 de septiembre de 2020, 5:00 AM


Como hombre de negocios, Federico Calello, vicepresidente de Kimberly-Clark para Latinoamérica Sur, contempla que la crisis trae consigo oportunidades que deben ser capturadas y atendidas de manera ágil. También ve en Bolivia un mercado con potencial.

_¿Cómo afecta la emergencia del coronavirus a los planes de reconversión y redefinición anunciados por la compañía?

La pandemia trajo ajustes en la forma de trabajo. Miramos los negocios a largo plazo, no de manera temporal o especulativa. Éramos una compañía que dedicaba mucho tiempo a la planificación, pero tiempo antes, incluso de la pandemia, hicimos un trabajo de reflexión y entendimos que el entorno tiene un nivel de cambio increíble. 

Hoy dedicamos menos tiempo a la planificación precisa y dedicamos esfuerzo a accionar, ejecutar, corregir, retroalimentar y seguir adelante. A eso sumamos el reto de trabajar virtualmente, nos sentimos más conectados y con mayor velocidad de aprendizaje.

_¿Y con respecto a las categorías de productos con las que trabajan en la región?
Hay categorías a las cuales el consumidor modificó el uso. Hay un nivel de conciencia de higiene mayor y productos que vienen a tomar esa necesidad. Por otro lado, tenemos negocios institucionales (corporativos) que se han visto disminuidos, pero otros negocios muestran que hay más consumo en las casas, como el papel higiénico. La transformación nos ha llevado a ser más ágiles y rápidos para reaccionar a los cambios.

_¿El consumidor está marcando la pauta? ¿Qué otros cambios se perciben?
Hay más conciencia de higiene y el factor económico. La pandemia para Latinoamérica tuvo un impacto en los ingresos y el empleo, hay damnificados en todos los países. Vemos que la recuperación demorará entre tres y cinco años en general, y no se dará de un día para otro. 

Eso requiere ser extremadamente sensibles a las necesidades del consumidor. El trabajo hoy nos permite ofrecer alternativas y propuestas de productos de distinto nivel de atributos y funcionalidad, para los distintos bolsillos. 

Hoy en Bolivia, las tres prioridades del consumidor son la salud, la nutrición y la higiene, una agenda distinta a la de antes. Hay cambios en las misiones de compra de abastecimiento, pero también hay que ver cuáles son los cambios de comportamiento que se van a mantener.

_Usted dice que la recuperación tardará entre tres y cinco años, ¿cuáles son las proyecciones de la compañía y qué planes tienen en agenda?
Siempre con una situación de crisis nos focalizamos en las oportunidades. Estamos leyendo esos cambios para dar respuesta; tienen dos dimensiones: la de los intereses del consumidor y la de su economía. Considerando que miramos adaptarnos a la situación actual, nuestra perspectiva es la de lograr crecimiento. Si estamos preparados, vamos a capturar oportunidades, las perspectivas son muy buenas.

_¿Qué oportunidades pueden lograr ese crecimiento?
Todos los productos en relación con la higiene van a ser un foco importante para nosotros. Es un vector fundamental para nuestra compañía; redireccionamos las estrategias detrás de esto y estamos capturando oportunidades que vemos a futuro y también al alcance del bolsillo del consumidor. En Bolivia capturamos la oportunidad de exportar papel higiénico a Paraguay, es reciente y será parte de la estrategia de crecimiento.

Siempre estamos monitoreando oportunidades. Esta situación vino a recalibrar el diagnóstico de cómo están los mercados y los crecimientos van a a demorar un poco más. Las perspectivas hay que recalibrarlas en función de la recuperación pospandemia.

_Con respecto a la operación, ¿cuánto creció Kimberly-Clark en lo que va del año y cómo afectó la pandemia?
En la región tenemos un crecimiento casi a doble dígito. Nos hemos adaptado rápido para responder a las demandas de los consumidores, necesidades e intereses. Eso nos colocó en un sendero para tener un buen año. Implica costos operativos más elevados, pero contentos porque capturamos oportunidades nuevas.

_¿Qué significa Bolivia para la coyuntura regional de Kimberly-Clark y qué porcentaje de los negocios representa?
Dentro del tablero regional Bolivia no es solo un país importante, sino también una promesa con un potencial en distintas categorías. Bolivia es la joya de la corona de Kimberly-Clark en la región. 

Dentro de la participación que me toca manejar el negocio es cerca del 20% y posee un nivel de fortaleza de marca extraordinaria. Nuestra presencia es muy fuerte y nuestro compromiso con el país es enorme.