Opinión

Vila Vila y Playa Verde

3 de diciembre de 2020, 5:00 AM
3 de diciembre de 2020, 5:00 AM

Sí. Los hechos son los hechos y no pueden cambiarse, pero sus interpretaciones son diversas.

Para demostrarlo, no tenemos más que poner a dos personas en un cuarto y pintar un controvertido número en medio de ellas. Para uno de ellos, esa cifra será el 6 pero, para el otro, ubicado en el punto diametralmente opuesto, será un 9. ¿Quién tiene la razón? Ambos. Cada uno está viendo el número con un significado distinto. Los dos son honestos. Ninguno está mintiendo. Hay un hecho que está por encima de la verdad de ambos: en el medio está un número.

Esta misma lógica se puede aplicar a los hechos violentos de octubre/noviembre de 2019 en los que se usó armas de fuego, causando la muerte de personas y heridas en varias de ellas.

Veamos hechos innegables: hubo muertos en Senkata y Sacaba. Queda por determinar quiénes fueron los responsables. Siguiendo el simplismo, y la conveniencia política, se aplicará la regla de la Máxima Autoridad Ejecutiva (MAE) y se acusará a la cabeza del sector, la persona que, en ese momento, cumplía las funciones de ministro de Gobierno. Pero, además, se dirá que por encima del ministro estaba la presidenta del Estado, con rango de capitán general de las Fuerzas Armadas, así que también se la involucrará en el asunto. Tal como se están manejando las cosas, veo improbable que la investigación determine quiénes dispararon, y por órdenes de quién.

Algo similar pasa con las emboscadas de Vila Vila y Playa Verde. Lo que pasó en esos lugares es que grupos de personas, en cantidades indeterminadas, detuvieron a balazos a las caravanas de buses que viajaban hacia La Paz llevando a mineros, estudiantes y profesores universitarios que pedían la renuncia de Evo Morales.

En estos casos, la regla de la MAE no es tan sencilla de aplicar. Si las emboscadas fueron en territorio orureño, ¿quién o quiénes ordenaron disparar? ¿El gobernador? ¿El hecho de que era militante y defensor del MAS involucra al presidente de entonces; es decir, a Evo Morales?

Y es que, a diferencia de Senkata y Sacaba, las emboscadas de Vila Vila y Playa Verde fueron ordenadas y ejecutadas por gente del o afín al MAS. Aquí tenemos, entonces, a los acusadores de hoy en el papel de acusados.

Esta semana, la misión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos entrevistó a algunas de las víctimas de esas emboscadas. ¿Habrán determinado los comisionados que en Vila Vila y Playa Verde hubo francotiradores? ¿Se habrán preguntado de dónde salieron las armas?

Puede ser que unos vean 6 y otros vean 9, pero aquí hay otros hechos innegables: hubo emboscadas y heridos por armas de fuego. ¿Quiénes son los responsables?.. Se supone que eso debe determinar la comisión.

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