Opinión

Wiphala, abuso, escudo y marcas

7 de febrero de 2021, 5:00 AM
7 de febrero de 2021, 5:00 AM

Comenzaré diciendo que hay una falta en las personas que bajaron la bandera de las culturas andinas: se llama wiphala y se escribe y pronuncia de varias otras maneras, según la tierra donde uno esté. Los “perpetradores del delito” pudieron haberla bajado y dejado en el sitio, porque lo otro es robársela, ya que no era de ellos como para que se la lleven a su casa o la tiren al basurero; alguien la puso en un mástil, tiene dueño y uno no se puede llevar lo que tiene dueño, pero ahí debiera terminar el asunto.

Precisemos, no se los llevaron a La Paz; los detuvieron simplemente y los largaron después de 8 horas, me dijo un oficioso de esos que están comenzando a aparecer, como defensores de todo lo que hace el gobierno; ubicuos, se llaman y van a aparecer hartos, porque así está hecha alguna gente.

Entonces, dicho lo anterior, fue un error decir que se los llevaron a La Paz. Bueno, no los llevaron, pero el abuso “por nada”, está ahí igual; protestar por un trapo que, en los hechos a uno no lo representa no debiera ser delito porque en este país hay libertad de expresión reconocida por la CPE y, dentro de esa libertad, debiera estar ese tipo de protesta; pero no, acá hay que “respetar” por obligación y no por adhesión, por coerción, es decir por la vía de la represión física o moral.

Hace un tiempo, en algún lugar de este país, pisaron la bandera cruceña y me llegaron cientos de videos y me pedían que proteste, pero no lo hice porque yo creo que la gente está en su derecho; ellos estaban pisando un trapo, el sentimiento por esos colores está dentro de uno; para ellos es un trapo, como trapo es la “ajedrezada” bandera con vivos colores, para quienes no sentimos identificación con el mismo.

Los colores tienen significado variado, según cada cultura altiplánica; resulta que su significado es muy complejo, porque todavía se lo discute. Se la usa desde el sur de Colombia y Ecuador, en Perú y baja hasta el norte de Argentina y parte de Chile. Y en ella se sienten representados los pueblos del Tahuantinsuyo y por añadidura los de aquello que fuera el Collasuyo, y los otros “suyos”, pero no está en nosotros los cambas, como no estuvo antes, en las tierras bajas, donde nunca llegaron, menos con esa “bandera “de la que tengo mis dudas acerca de su origen prehispánico, cuando alguien dice que copiaron de una de Flandes. Pero es “su bandera de ellos” y ya está, tienen derecho de usarla y honrarla si así lo quieren y desean.

Anecdóticamente, la “ideología oficial” que se impuso en la Asamblea Constituyente la asumió como parte de los “símbolos patrios”, siendo que es representativa de muchas etnias y culturas sudamericanas. Así es el relato impuesto, nos representa una bandera altiplánica, cuya presencia es extraterritorial (y flamea en un país no altiplánico territorialmente hablando, aunque parece que sí, culturalmente). Cosas de Bolivia.

Esto, una vez más lleva a recordar al Mallku, que quería su “propio territorio y país”, fuera del Estado boliviano, un territorio social comunitario, donde no hay propiedad privada, decía él. Quisiera ver si los chapareños asumen esa lógica de todo para todos (hasta la platita de la cocaína… jjjj).

En resumen, el trapo multicolor, llamado wiphala no es representativo sólo del Estado boliviano, ¡pero está en la CPE y listo. ¡Ah también está el patujú bandera! Pero, ya lo mezclaron con kantutitas, porque no puede estar el patujú solo… si la kantutita también tiene los colores de la bandera. De verdad que todo esto es risible, pero los bolivianos somos risibles, así que sigamos así… ya sabremos, nosotros o los que vienen detrás de nosotros, cómo nos va…

Igual fue un abuso, pero con un mensaje: el de la imposición y la dominación cultural

Y si de símbolos se habla cuando uno ve que en la papelería y en la imagen oficial se desapareció al Escudo Nacional y se lo sustituyó por un horrible dibujo que dizque representa al estado profundo, porque ahí se expresan los tejidos nacionales. Da para preguntarse si saben lo que hacen, porque representar al Estado con algo que uno no siente que lo represente debiera al menos ser parte de un consenso. Yo desafío al gobierno a convocar a un referendum para definir si es válido o no, que cada gobierno que llegue pueda cambiar los “símbolos patrios” a su antojo y escribo antojo, porque Evo Morales y Gisela López pagaron un montón de plata para cambiar el mismo escudo y terminaron desechando su otro mamotreto, porque nadie se sintió identificado, así que no cuesta saber cuál va a ser el destino de esa otra “marca país” o “nueva identidad visual del Estado. “Alegóricos nomás somos, jefecito”… por eso nos va como nos va.

Volviendo al abuso del joven ministro y sus fiscales, ayer, un amigo me recordaba que en otros países más avanzados, (EEUU, Reino Unido, España, por dar algunos ejemplos), que los ciudadanos quemen la bandera por los abusos de sus presidentes es un derecho y libertad de expresión; eso lo vimos desde la guerra de Vietnam, las invasiones a los países árabes con la excusa de armas nucleares cuando sabemos que fue para quedarse en el dominio del petróleo y contra otras arbitrariedades de los presidentes de esos países. En fin, la libertad de expresión y manifestación es la libertad menos libre en este país.

Debieran buscar mejor oficio que el de perseguir a la gente por estupideces, digo yo, que escribo esto en uso de mi derecho de libertad de expresión.



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