Y comenzamos el 2023…

Al momento de escribir estas líneas oficialmente comenzó el 2023, un año donde la incertidumbre, el conflicto y las controversias estarán a la orden del día; visualizar así el porvenir no es señal de pesimismo, sino de ver la realidad con asertividad para responder adecuadamente. La última semana del 2022, a nivel mundial acontecieron hechos que generaron incertidumbre; uno de ellos es la muerte del papa emérito Benedicto XVI que era un signo de estabilidad dentro de la Iglesia católica por su talante conservador, y ferviente combatiente del relativismo; en Venezuela la misma oposición que luchó y sustentó al (supuesto) gobierno de transición de Juan Guaidó lo destituyen dejante  al país (y miles de millones de dólares) a merced de Maduro o de una junta legislativa misteriosa; mientras que en Bolivia el arresto sin las bases del debido proceso del gobernador de Santa Cruz, generan incertidumbre y conflictos sociales de gran magnitud.

Partiendo de lo antes mencionado, cada persona en el mundo y en los lugares que se menciona ha de aprender a vivir dentro de su realidad circunstancial, que a lo mejor no es la deseada pero es la que se presenta; por ende, comencemos este 2023 leyendo el contexto donde se esté inmerso para desenvolverme de la mejor manera y desarrollarme como persona aunque la constante sea la incertidumbre y el conflicto; así mismo, internamente cada persona puede establecer sus cimientos para tener la entereza y estabilidad interior en encarar la realidad del mundo, que se caracteriza por lo cambios vertiginoso en todas las dimensiones.

Por lo tanto, este nuevo año intentaré en la medida de lo posible describir el contexto con una mirada esperanzadora, con la intención que cada lector tenga mayor insumo para ampliar su conciencia y su libertad personal.