El complejo pasó de tener 10 especialistas en operación y mantenimiento en 2018 a 51 en 2021, pero aun con más personal la producción anual nunca alcanzó su máximo potencial y bordeó a lo mucho al 43%

30 de enero de 2022, 4:00 AM
30 de enero de 2022, 4:00 AM


Lo que descubrirán en esta nota no son cifras sacadas de contexto, sino datos fríos -y sobre todo oficiales- que demuestran que entre 2018 y 2021 Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) incrementó exponencialmente la planilla de sueldos y el número de técnicos dentro del área de operación y mantenimiento de la Planta de Amoniaco y Urea (PAU), el proyecto petroquímico más grande que se ha hecho en el país. Inaugurada en 2017 y enclavada en la localidad de Bulo Bulo con una inversión de $us 953 millones, el complejo siempre estuvo envuelto en la polémica, porque no ha logrado operar a su máxima capacidad instalada.

Además, desde su apertura se reportaron varias paralizaciones que fueron cuestionadas por legisladores y periodistas.
Estas observaciones no surgen de la nada sino del mismo discurso del Gobierno del expresidente Evo Morales, que aseguró que la planta era la más moderna de la región y que generaría muchas utilidades para el país. 

Según la documentación a la que accedió EL DEBER en 2018 la estatal firmó un contrato con YPFB Refinación para el soporte técnico con personal especializado en la continuidad de la Operación y Mantenimiento de la PAU.

Para este servicio, Yacimientos pagó a su subsidiaria Bs 5,4 millones, que se abonaron de forma mensual. El acuerdo fue hecho en septiembre de 2018 y fue por 89 días. Pero fuentes del interior de YPFB señalaron que este monto se pagó durante todo ese año, generando un abono de Bs 64,1 millones anuales ($us 9,2 millones). El detalle del documento establece que este servicio sería brindado por 10 profesionales. 

Dentro de la lista, el que más cobraba era el supervisor de mantenimiento que percibía un salario de Bs 57.147, mientras que al supervisor de planta de urea recibía un salario de Bs 55.644, en tanto que un supervisor de planta de amoniaco tenía un salario Bs 55.664. 

El resto de la planilla estaba compuesta por seis especialistas y un supervisor de servicios auxiliares, que tenía un sueldo de Bs 52.998. Por otro lado, los operadores DCS de urea y amoniaco recibían un sueldo de Bs 44.729. Un sueldo similar recibía el operador DCS de servicios auxiliares. Mientras que otros tres profesionales ganaban Bs 36.460.

En el pago de estos técnicos la estatal erogaba mensualmente Bs 487.189 ($us 69.998). De forma anual esto representa una inversión de Bs 5,8 millones, lo que equivales a $us 839.981.

Según el documento al accedió EL DEBER “el precio establecido en el contrato comprende todos los costos de verificación, impuestos aranceles, gastos de seguro, así como accesorios, insumos y demás obligaciones legales, inclusive lucro de todos los gastos que se generen, directa o indirectamente del servicio mencionado, sin limitar los gastos de servicios auxiliares, cuando sean necesarios para el cumplimiento integral de las disposiciones contractuales”.

En 2018 -con este personal- la producción de urea llegó a las 279.419 toneladas; generando ingresos por $us 76,17 millones, según datos de YPFB. Lo producido representa solo un 36,45% de la capacidad instalada del proyecto.

Cabe recordar que el complejo industrial tiene una capacidad de producción de 2.100 toneladas por día. Esto equivale a una producción de 766.500 toneladas de fertilizante por año.
En 2019 el número de técnicos se incrementó a 38. La mayoría fueron venezolanos y tres expertos de nacionalidad india, tres de ellos ocuparon el cargo de coordinadores, en diferentes secciones de la industria; tenían un sueldo de Bs 103.645 ($us 14.891) cada uno. Mientras que uno de ellos era el Jefe de la Planta de Amoniaco y Urea, percibía un salario de Bs 231.596 lo que equivale a $us 33.275. El resto del personal en su mayoría operadores venezolanos ganaban entre Bs 20.500 ($us 2.945), Bs 26.000 ($us 3.735) y Bs 31.500 ($us 4.525).

Con esta plantilla, en su mayoría extranjera, la industria logró una producción anual, según datos de YPFB, de 330.767 toneladas del fertilizante, esto equivale a un 43,15% de su capacidad productiva. 

Ese año la estatal reportó un ingreso de $us 88,71 millones. Pero no aclaró si registró utilidades.

Después de los conflictos de 2019, a raíz de las fallidas elecciones de ese año, la planta paró sus operaciones. Ya en 2020, Yacimientos contrató a 27 especialistas. Pero la operación fue casi nula, al tener el complejo industrial parado, llegando la producción a solo 7.084 toneladas. 

Según la actual administración de YPFB, la paralización del complejo petroquímico generó pérdidas por $us 252 millones.
Durante 2021, la estatal incrementa la planilla del personal especializado para la operación y mantenimiento de la PAU a 51 personas. De esta cantidad, 47 son venezolanos, tres indios, un peruano y un solo boliviano.

De esta planilla llama la atención lo que ganan los tres profesionales indios, uno de ellos es el Jefe de la Planta, que percibe un salario de Bs 250.392 ($us 35.975). Mientras que sus compatriotas reciben un salario de Bs 103.645 ($us 14.891). El resto del personal extranjero percibe un salario que va entre los Bs 18.821 ($us 2.704), Bs 26.000 ($us 3.735), Bs 31.500 ($us 4.525) y Bs 37.480 ($us 5.385).

Solo en el ítem de sueldos de 51 técnicos la estatal pagó Bs 1,6 millones, lo que equivale a $us 234.397 al mes. Esto de forma anual representan un gasto para el Estado de $us 2,8 millones.
En 2021 -con más personal- la planta reportó una producción anual de 159.163 toneladas. 

Esto representa un 20,76% de la capacidad instalada que tiene el complejo. Por esta producción, la estatal dijo que reportó ingresos por $us 67,20 millones.

Si se comparan las gestiones 2018 y 2021 se puede observar un incremento considerable. De solo necesitar 11 técnicos especializados, YPFB pasó a tener 51 para la operación de la industria. Esto representa un incremento del 410%. Si se compara el primer contrato de solo sueldos el incremento también es importante. 

En 2018 se tenía una planilla que llegaba a $us 839.981, mientras que en 2021 la cifra superó los $us 2,8 millones; es decir, un 234,86% más entre ambos años.

En días pasados, el ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, salió a defender la contratación de profesionales extranjeros. Incluso dijo que sus sueldos están dentro del estándar que pagan las petroleras internacionales.

Detalló que Yacimientos tiene un contrato con YPFB Refinación por aproximadamente $us 45 millones al año para que esta compañía se encargue de proveer servicios de operación y mantenimiento a la planta. Si se compara con el contrato de 2018, el actual tiene un incremento del 394,51%.
Así, se envió un cuestionario a YPFB para que pueda aclarar esta situación, desde la estatal indicaron que las preguntas estaban en observación. Pero hasta el cierre de esta edición la petrolera no respondió. 

Se preguntó sobré quién solicitó el número de especialistas extranjeros. Pero la estatal no contestó.

No obstante en un documento al que accedió EL DEBER -una carta fechada el 25 de enero- se ve que el gerente de industrialización de la petrolera, Henrry Lapaca Mollo solicitó el servicio.

En días pasados, el presidente de YPFB, Armin Dogarthen defendió la contratación de los especialistas foráneos que operan la planta.

“Necesitamos traer personal extranjero que en otro lugar del mundo van a tener estos salarios. Si lo queremos tener en Bolivia, debemos pagar esto”, señaló.

Incluso añadió que para el 2022 la planta generará $us 300 millones y que, para lograr este monto, “se necesita personal altamente calificado”, como el que contrató YPFB durante el año pasado.

La planta es automatizada

El exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, señaló que llama la atención el incremento en el número de técnicos que contrató Yacimientos, tomando en cuenta que la planta está completamente automatizada. 

“Esta planta tiene tecnología bastante avanzada. Se ha pagado más de $us 1.000 millones, debería usar menos personal, porque todo está automatizado”, resaltó.
Agregó que el personal boliviano que fue a Corea del Sur a capacitarse en el manejo de este complejo debería tomar el control de la industria petroquímica.

“Después de cinco años de operación de la planta seguimos con personal extranjero. Es extraña la cantidad de técnicos. Hay muchas cosas raras en la industria”, dijo.

La exautoridad también cuestionó la escala salarial de los especialistas contratados. Dijo que en puestos similares en Estados Unidos y Brasil se paga entre $us 12.000 y $us 15.000.

El diputado de Comunidad Ciudadana, Iván Canaviri, observó que en una Petición de Informe Escrito el ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, éste negó la contratación de personal extranjero para la operación de la planta de Urea. “YPFB informa que no ha contratado personal extranjero en el Proyecto de la Planta de Urea y Amoniaco ‘Marcelo Quiroga Santa Cruz’ dijo el ministro en el informe de escrito”, cuestionó.