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31 de julio de 2024, 4:00 AM
31 de julio de 2024, 4:00 AM


Tenemos a una gran cantidad de personajes cruceños que han dejado huella en la historia de las ideas en el país e incluso en el exterior, baste citar a Gabriel René – Moreno, Isaac Sandoval Rodríguez o Manfredo Kempff Mercado. Sin embargo, sus biografías son todavía escasamente conocidas y peor aún sus ideas. Si algún reproche podemos hacerle a los cruceños y aún a los bolivianos es el no haber leído a René – Moreno o no conocer lo suficiente de la vida de Manuel María Caballero.
Las biografías de los cultores de las ideas son necesarias, puesto que, como la historia misma, dan forma y moldean a las naciones. No se trata de una simple recopilación de datos del pasado, sino la construcción permanente de la identidad individual y nacional a partir de entender mejor nuestra historia y a nuestros intelectuales.
Días de fiesta se decretan a partir de fechas de nacimiento, defunción o inclusive publicación de libros de personajes de nuestra historia. Creación de instituciones, leyes y hasta políticas de estado se delinean a partir de la historia. Así, Andrés Ibáñez, desde hace cien años, recuperada su memoria, es vaca sagrada de bandos tan disímiles como regionalistas cruceños y estatistas del Movimiento al Socialismo.
Pero aún así no estudiamos a profundidad nuestra historia, dándose terribles deslices en nuestro día a día como sociedad. Cabe aquí señalar uno menor, de casualidad. Hace unos días atrás noté que la Gran Logia de Bolivia festeja el día del masón boliviano cada 27 de junio, en homenaje al natalicio de Zoilo Flores Aponte, formador de logias masónicas en las principales ciudades del país a finales del siglo XIX.
Empecemos: Zoilo Flores Aponte, abogado y periodista cruceño, no nació un 27 de junio. Las biografías que de él se han escrito han caído una y otra vez en el error. Desde las primeras biografías de Flores Aponte escritas por José Vázquez Machicado y Moisés Ascarrunz publicadas ambas en 1920, yerran con la fecha de nacimiento del intelectual cruceño, a pesar de, en el caso de Ascarrunz, haber sido yerno suyo. Ambos escritores dicen que Flores nació un 27 de julio de 1846.
Las reseñas biográficas que siguieron – cronológicamente – continuaron con el error: Hernando Sanabria, en Cruceños notables, como Reymi Ferreira en su Las logias en Santa Cruz, yerran en la fecha de nacimiento de nuestro personaje, dándonos un 27 de junio de 1846 como la fecha de nacimiento de Flores.
El error se repitió hace unos meses atrás, cuando la Cámara de Senadores de Bolivia realizó un reconocimiento a la figura de Flores Aponte, en el 107 aniversario de su deceso, mencionando en la reseña biográfica que Zoilo Flores Aponte habría nacido un 27 de junio de 1837. Cabe mencionar que el acto protocolar contó con la presencia de un historiador y ex presidente del país, además de descendientes y representantes de la Gran Logia de Bolivia. Determinan que la fecha fue revisada y estudiada largamente, citando inclusive la partida de nacimiento.
Los trabajos académicos no se quedan atrás. Una tesis de la carrera de Historia de la UMSA enfocada en Flores Aponte y su rol respecto al ferrocarril de Mejillones a Caracoles, también se equivoca en la fecha de nacimiento. Sin embargo, cabe mencionar que se acercó bastante, diciéndonos que nació un 27 de julio de 1838, dato que obtuvo la autora de la tesis de una nieta del personaje y que, a pie de página, menciona la imposibilidad de la certeza al respecto.
Se podrá argumentar que una fecha no es importante, pero indudablemente lo es. La historia, vuelvo a repetir, nos moldea constantemente como sociedad y nuestros días festivos, así como las conmemoraciones giran en torno a la historia. Es importante conocer nuestro pasado y los archivos son un elemento esencial para conocerlo.
Menciono, para terminar, que la partida de bautismo original de Flores Aponte, que se encuentra en los archivos eclesiásticos cruceños, nos dice que nació en realidad un 27 de julio de 1837, y cuatro meses y medio después fue bautizado – un 10 de diciembre del mismo año – para empezar a enmendar el error y cambiar festividades y corregir reseñas después de más de cien años de yerros.

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