“Ir a terapia te ayuda en la restructuración; en vivir día a día sin sentir culpa", explica Ana Patricia Flores, psicóloga del SEPAMOS

28 de abril de 2023, 11:28 AM
28 de abril de 2023, 11:28 AM

¿Cuándo se debe recurrir a la ayuda profesional de un psicólogo? Para una gran parte de la población, la cita con el psicólogo se tiñe con un halo de negatividad y se vincula con problemas de personalidad. Es decir, a grandes rasgos, mejor evitar estas visitas.

Un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que los trastornos depresivos son los más predominantes en América Latina y el Caribe, seguidos por los trastornos de ansiedad.

Ante esta realidad, es fundamental priorizar la prevención y la atención a cualquier síntoma de deterioro en la salud mental. Con una adecuada atención, se afianza un desarrollo intelectual y emocional óptimo de la persona.

Ana Patricia Flores, psicóloga del Programa de Prevención de la Violencia Sexual Infanto Adulta SEPAMOS, anima a las personas para que acudan al psicólogo. Es un indicador de amor hacia uno mismo y de preocupación por su propio bienestar. Es un signo de autocuidado, de querer crecer y avanzar en su vida. También es normal que, como seres humanos, se necesite la ayuda de otra persona para lograr objetivos.

“Ir a terapia te ayuda mucho en la restructuración de tu sistema, para que puedas sentirte satisfecho, es gratificante poder vivir día a día sin sentir culpa, sin sentir miedo, sintiendo más seguridad; para ello, es importante conocerte a ti mismo, estar consciente de tus límites y tus potencialidades” asegura.

La terapia psicológica permite a la persona sanar, liberarse de aquello que le afecta en su vida diaria en diversos niveles. “Para gestionar las emociones, empezar a trabajar en uno mismo y poder escuchar esa voz interior que te dice que algo está ocurriendo, que necesitamos ser escuchados”, afirma la psicóloga.

Acudir al psicólogo, una decisión personal

La decisión de acudir a un psicólogo es absolutamente personal y depende esencialmente de una valoración subjetiva realizada por cada persona, en función de la necesidad que ésta sienta de buscar ayuda para mejorar ciertos aspectos de su vida y afrontar situaciones complejas, entre otros.

Muchas personas desisten de esta posibilidad ante prejuicios sociales o la posibilidad que se los tache de enfermos mentales. Sin embargo, cada día son más las personas que otorgan relevancia a su salud mental y ven en los profesionales de la psicología un importante apoyo en sus vidas.

¿Cuándo es un buen momento para buscar ayuda profesional?

Existen personas que acuden al psicólogo por motivos muy diversos, por ejemplo, por problemas emocionales, comportamientos negativos que no logran controlar (hábitos, celos excesivos, conductas agresivas), dificultades de relacionamiento, limitaciones de desarrollo personal y social, trastornos alimenticios, de sueño o problemas de índole sexual, entre otros.

Por otro lado, muchas personas acuden al psicólogo para consolidar su proyecto de vida y mejorar su satisfacción personal ante situaciones de la vida corriente. Cualquiera de estos motivos, y muchos otros, son válidos y suficientes.

¿Cómo saber si necesito la ayuda de un psicólogo?

Carla, de 32 años de edad, se vio sobrepasada hace algunos meses por una relación sentimental complicada. El hecho la sumió en un estado de depresión que terminó afectando su trabajo, relaciones familiares y su círculo social, por lo que decidió buscar la ayuda de un psicólogo.

“Me habría gustado ir por recomendación de alguien, pero no conocía a nadie que hubiera acudido a terapia, al menos que yo supiera. Al principio, no conté a nadie porque tenía miedo de que me juzgaran, de que pensaran que era débil o que me pasaba algo raro”, reconoce la joven. Luego de medio año de terapia ha logrado un gran progreso en la superación de la depresión que la aquejaba.

Flores, la especialista de SEPAMOS, vincula la sobrecarga emocional con reacciones que el propio cuerpo expresa de diversas formas, como la caída del cabello, manchas en el cuerpo, alergias,  falta de sueño, cambios repentinos de humor, falta de apetito o estrés, entre otros.      

“Es ahí donde uno debe percatarse que su cuerpo necesita desahogarse. Ir al psicólogo es hablar, sentirse escuchado, ahí ya empiezas a sanar. Por eso muchos, después de la primera sesión de terapia, dicen he dejado algo, porque dejan su sufrimiento, dolor o desesperanza”, apuntó la experta en el conversatorio “ir o no ir al psicólogo”  organizado por la carrera de Psicología de Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

Evidentemente, tras una evaluación especializada, el psicólogo otorga al paciente una serie de pautas y estrategias que lo ayudarán a llevar una vida más satisfactoria.