(VEA EL VIDEO) El acceso de las mujeres a la universidad rompe una de las barreras de desigualdad. Resta alcanzar la plena participación en la vida profesional

11 de enero de 2023, 11:10 AM
11 de enero de 2023, 11:10 AM

La incorporación de la mujer al mundo empresarial avanza de manera lenta. Una foto de los directorios de instituciones y empresas refleja la brecha que aún existe. Una gráfica similar, pero en un entorno universitario, daría un resultado totalmente distinto. En las universidades bolivianas, la presencia de mujeres en cargos de administración y gestión es relevante.

“El acceso de la mujer a la educación ha ido creciendo en los últimos años”, explica Anne Arrazola en el espacio Educación y Sociedad de El DEBER. La emprendedora defiende el aporte de la mujer a la sociedad. Aún faltan superar barreras que dificultan la integración plena, pero hay un camino avanzado que anima a la esperanza.

“Las mujeres aportan una perspectiva diferente capaz de encontrar soluciones distintas. Tenemos otra mirada, que no es mejor, sino que aporta con otra perspectiva y aporta con soluciones de país que puedan ser diferentes e ir por otro camino que puede ser beneficioso”, afirma.

Desglosar ese planteamiento ameritaría una conversación bastante más larga. “Para alcanzar la igualdad plena en Bolivia se necesitan 74 años”, recalca Arrazola. Mucho tiempo para superar limitantes que, hoy por hoy, son visibles.

La propuesta de la emprendedora boliviana apunta a “aprovechar el talento humano de las mujeres” y sumarlo a las capacidades masculinas. El camino, explica, pasa por la educación. “Es fundamental para llegar y alcanzar esos espacios, para alcanzar esos roles” y, de manera paralela, “cambiar la construcción de esas decisiones”.

Arrazola hace referencia a estructuras sociales que todavía sostienen trabas al acceso pleno. “Existe una construcción social adversa a la participación femenina” a pesar de la existencia de normas y leyes que disponen un acceso equitativo.

La política es uno de los campos donde la ‘discriminación positiva’ ha facilitado la igualdad entre hombres y mujeres. En los últimos años, cuenta, “se ha visto una transformación”.

Sin embargo, mira los retos pendientes y sabe a dónde apuntar. “Nos falta una plena participación en la vida profesional, en la vida activa de la sociedad”, señala. Falta, prosigue, “el salto a espacios de decisión y participación” donde todavía persiste la mayoría masculina.

De momento, invita a todas las jóvenes para que se mantengan en el camino del estudio como “una complementación al deseo de superación”. Ante todo, insiste, se trata de “elegir lo que a uno le apasione” y empeñarse en mejorar cada día.