A través de correos electrónicos, páginas web falsas, ataques a servidores o ingeniería social, los ciberdelincuentes buscan nuestras vulnerabilidades y esperan su oportunidad para robar nuestros datos y atacar nuestras cuentas o vender la información al mejor postor

13 de mayo de 2024, 9:41 AM
13 de mayo de 2024, 9:41 AM

Rodolfo Castro mira su celular y revisa los mensajes que han llegado a su Whatsapp. “Casi cada semana me llega algún mensaje de un potencial estafador, yo solo los veo y los borro, los reconozco al instante”, dice el abogado de 57 años.

No siempre fue así, Rodolfo admite haber caído en dos oportunidades en la treta, una de esas oportunidades, olvidable, según sus palabras, pero la segunda, aterradora.

“La primera vez que me sacaron plata fue con el clásico cuento de la maleta. El estafador se hizo pasar por un familiar que había dejado su maleta en el aeropuerto y yo, por apurado, terminé depositando 300 bolivianos”, cuenta.

La segunda estafa fue aterradora, ya que involucró a Laura, su hija mayor. “Me escribieron para decirme que mi hija había tenido un accidente grave y que ningún hospital la iba a recibir porque no tenía seguro, que se debatía entre la vida y la muerte y que necesitaban mil bolivianos para asegurar su admisión, enviados en tres pagos por un servicio de billetera móvil, esto pasó en la época de la pandemia y al borde del toque de queda”, indica.

Rodolfo no atinó a llamar al número de su hija y realizó los depósitos requeridos de inmediato. “Entré en pánico y no atiné a pensar en que debía llamarla y confirmar la historia o exigir saber a qué hospital la llevaban o incluso llamar a la red de ambulancias, me bloqueé”, comenta.

Laura llegó a la casa sana y salva y la estafa sólo quedó como un mal recuerdo, pero ¿cómo evitar caer en este tipo de timos?

“La idea es generar un sentido de emergencia, de urgencia, pueden ser temas muy emocionales, por lo que el tema de la familia funciona; además, se va a armar la idea de que es algo fuera de lo legal, por lo tanto, uno entiende que está en un espacio que no va a contactar a la Policía”, señala Eliana Quiroz, experta en ciberseguridad y activista por lo derechos digitales.

De acuerdo con la experta, más allá de los canales que se utilizan estas estafas apelan a nuestro lado emocional, lo que las hace especialmente efectivas.

Sin embargo, la pregunta que queda es de qué manera los ciberdelincuentes consiguen nuestros números.

Phishing

De acuerdo con Sergio Santivañez, docente de la carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad Franz Tamayo, los ciberdelincuentes utilizan nuevas técnicas de estafa como el phishing, entre otro tipo de novedosos ardides, por lo que los métodos de seguridad tradicionales ya no son suficientes.

A través de correos electrónicos, páginas web falsas, ataques a servidores o ingeniería social, los ciberdelincuentes buscan nuestras vulnerabilidades y esperan su oportunidad para robar nuestros datos y atacar nuestras cuentas o vender la información al mejor postor.

“Todos estamos expuestos y por eso es necesario mejorar nuestras prácticas de seguridad para evitar ser víctimas de la ciberdelincuencia”, explica el experto.

Estas técnicas consisten en utilizar una carnada, como la posibilidad de ganar un premio o el llenado de un formulario para obtener los datos de sus víctimas y así poder manipularlos.

“Estos datos, una vez recopilados, pueden ser vendidos como parte de bases de datos a otros ciberdelincuentes”, comenta el ingeniero de sistemas.

Unifranz

La idea es generar un sentido de emergencia, de urgencia, pueden ser temas muy emocionales

Mantener la calma

Quiroz explica que la mejor manera de protegerse ante estas estafas es mantener la calma y no entrar en pánico.

“Para identificar estas situaciones, lo primero es mantener la calma, lo obvio sería llamar al familiar que supuestamente se encuentra en problemas, simplemente con esto uno se da cuenta de que no es verdad, lo primero es calma”, señala.

En segundo lugar, la experta indica que debemos preguntarnos sobre la situación y tomar acciones con la cabeza fría, por ejemplo, preguntarnos si la situación parece sospechosa y tratar de encontrar certezas.

Por ejemplo, en el caso de Rodolfo, la situación podía haber sido evitada si hubiera llamado a su hija al momento de recibir el mensaje de los supuestos médicos.

“Tenemos que preguntarnos qué certeza tenemos de depositar algo a alguien si no sabemos si esta persona va a cumplir, si no tenemos la certeza de que siquiera esa situación está ocurriendo. En esos casos hay que responder exigiendo ver a la persona que hace la llamada y ver al familiar”, aclara.

Acciones de prevención

Quiroz agrega que algunas medidas de prevención pueden evitarnos pasar malos momentos.

“Las acciones de prevención son no dar nunca el número y el nombre asociado al número a menos que podamos verificar a quien se lo estamos dando. Hay muchas estafas que solo buscan obtener los números, con links falsos que nos registran en bases de datos”, dice.

En segundo lugar, la experta recomienda tener cuidado con nuestras contraseñas, haciéndolas seguras mediante el uso de diferentes caracteres, mayúsculas, minúsculas y números.

“Las contraseñas siempre deberían tener un nivel de seguridad, contraseñas únicas, nunca anotarlo en un papelito, también se pueden utilizar servicios de generación de passwords, pero si uno no está muy digitalizado, guardar los passwords en una libreta a la que solo uno tenga acceso es una buena idea”, agrega.

Por último, Quiroz expresa que es importante reportar el intento de estafa a la policía, de la misma manera que deberíamos denunciar la pérdida o robo de un celular, ya que esto permite generar estadísticas y protegernos de posibles situaciones peligrosas.

“También debemos reportar el número a la Policía, tanto el número de la estafa, pero también si nos roban o perdemos el celular, esto nos permite estar seguros si usan nuestro teléfono para un fraude”, finaliza.