¿Cómo innovar en educación en un contexto social y laboral cambiante?
Cuatro experiencias educativas muestran cómo innovar los procesos educativos sin salirse de los marcos normativos vigentes
Un mismo dilema pone en jaque a cuatro instituciones educativas. ¿Cómo innovar en educación sin salirse de las reglamentaciones que regulan la educación superior en los diversos países? Cuatro Universidades se sientan en la misma mesa para contar sus experiencias y su particular manera de superar las barreras.
El conversatorio sobre nuevos desafíos educativos forma parte del IV Foro Internacional de Educación Superior: innovación tecnológica y gobernanza corporativa que se lleva adelante en Unifranz Santa Cruz. Durante dos días, autoridades educativas, académicos y expertos analizan la senda educativa rumbo al 2030.
Las universidades tiene la misión de "entregar un aprendizaje para la empleabilidad permanente", afirmó Luz Vanzulli, directora ejecutiva Latam Sur del Tecnológico de Monterrey. Una máxima compartida por los panelistas.
El presidente ejecutivo de Unifranz, Óscar Ágreda, reforzó la idea anterior. Desde su experiencia educativa, "el propósito de la universidad se orienta en la búsqueda de un impacto positivo primero en los estudiantes y, por extensión, en la sociedad".
La adecuación a los tiempos cambiantes que caracterizan a la sociedad actual se traduce en "una agilidad constate" para adaptarse a las trasformaciones, señala. Gracias a esta agilidad propuesta "se atiende los diferentes espacios de acción (vinculados al escenario empresarial y laboral) sin perder el foco", complementa Ágreda.
En el conversatorio participaron, además de Vanzulli y Ágreda, Jon Altuna, vicerrector académico de la Universidad de Mondragón (España), y Julio Silva, integrante del directorio de UPSA. Los cuatro participantes compartieron con los asistentes parte de la historia y desarrollo de sus instituciones.
Altuna enfatizó la actitud de escucha propia de los centros de enseñanza. Una escucha a las necesidades de la sociedad, a las demandas de las empresas y, sobre todo, "a las formas de aprendizaje que tienen los estudiantes".
Un detonante común expuesto durante durante el panel reveló el conflicto que viven las instituciones educativas entre la necesidad de innovar procesos y la obligación de respetas las normativas educativas vigentes. "Una institucionalidad exagerada impide los movimientos ágiles, limita la adaptación al cambio", confesaba Ágreda.
En el mismo sentido, Vanzulli corroboró esa sensación. "Existe una barrera que impide implementar cambios en las políticas públicas (de educación)", manifestó.
Para Silva, las instituciones educativas están llamadas a dar "respuestas a las necesidades actuales de la sociedad en contacto con el mundo empresarial". La educación enfrenta "un desafío real al cambio climático o una adaptación a la inclusión de la Inteligencia Artificial" para así preparar a los estudiantes. Los cambios, advierte, no son sencillos porque las normativas se convierten en limitantes para la innovación.
Ágreda reitera la tensión entre innovación y reglamentación educativa. "La regulación es una barrera que te encasilla", describe. A pesar de eso, las universidades continúan con su labor enfocada en la formación de personas para la vida. "Es un aprendizaje desde la experiencia, abierto a los ajustes pertinentes para afinar sin perder la calidad", expresa.
El foro internacional sobre educación continuará el viernes con diversas ponencias y grupos de trabajo. La Unifranz, impulsora de la actividad, es la sede de un encuentro que también incorpora a la Organización Universitaria Interamericana (OUI), la Red de Administradores Universitarios (RAUI) y la Asociación Nacional de Universidades Privadas de Bolivia (ANUP).
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