En un entorno global donde las regulaciones se vuelven cada vez más complejas y los riesgos corporativos aumentan, las empresas bolivianas comenzaron a adoptar medidas de cumplimiento o compliance para garantizar su sostenibilidad, transparencia y responsabilidad legal

28 de octubre de 2024, 9:00 AM
28 de octubre de 2024, 9:00 AM

En un entorno global donde las regulaciones se vuelven cada vez más complejas y los riesgos corporativos aumentan, las empresas bolivianas comenzaron a adoptar medidas de cumplimiento o compliance para garantizar su sostenibilidad, transparencia y responsabilidad legal.

Para la abogada Ninette Romero Zarate, especialista con certificación internacional en compliance y docente de la carrera de Derecho de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, este conjunto de procedimientos busca no solo cumplir con las normativas vigentes, sino también prevenir fraudes, mejorar la gobernanza corporativa y reforzar la confianza de sus grupos de interés.

“Es un compromiso compartido de hacer lo correcto siempre e involucra un liderazgo visible de la alta dirección”, puntualiza la jurista.

La promulgación del Decreto Supremo Nº 4872, de febrero de 2023, marcó un hito en el país, al introducir la "Política Plurinacional de Lucha contra la Corrupción", que incluyó por primera vez en la legislación nacional la definición formal de "compliance". Esta política busca fortalecer la lucha contra la corrupción mediante una gestión pública más digitalizada, el desarrollo de sistemas de gestión de riesgos y la implementación de mecanismos de denuncia.

Qué es el compliance

En el contexto empresarial, el compliance se refiere al conjunto de procesos y controles internos que una organización implementa para asegurar que cumple con todas las leyes, regulaciones, normas y estándares aplicables a su actividad. Al implementar un programa de compliance, las organizaciones pueden proteger su reputación, reducir riesgos y mejorar su desempeño a largo plazo.

Este enfoque integral no solo asegura el cumplimiento normativo, sino que también implica la protección de la reputación empresarial y la mejora de su desempeño a largo plazo. Entre las áreas más relevantes del compliance se encuentran el cumplimiento financiero, tributario, laboral, ambiental, y de protección de datos, cada una con regulaciones específicas y riesgos únicos que las empresas deben gestionar.

“El compliance implica la protección de la empresa en todos los ámbitos, confianza de los stakeholders (partes interesadas), mejora de la gobernanza corporativa y una aplicación más amplia de los criterios ambientales, sociales y de gobernanza, denominados ESG (por sus siglas en inglés Environmental, Social and Governance)”, señala la abogada.

Además, asegura un correcto cumplimiento normativo, cumplimiento ético, prevención de fraudes, prevención de delitos, gestión de conflicto de interés y cumplimiento de normativas internas, entre otros.

Nuevas tecnologías

“A medida que las regulaciones se vuelven más complejas y los riesgos aumentan, las empresas están adoptando soluciones tecnológicas innovadoras para mejorar la eficiencia, la precisión y la eficacia de sus programas de cumplimiento”, sostiene Romero.

La tecnología juega un papel crucial en esta nueva era del cumplimiento. El uso de herramientas como la inteligencia artificial (IA) y el análisis de big data ha permitido a las empresas identificar patrones inusuales que podrían indicar fraudes, sobornos o actividades sospechosas. Además, la automatización de procesos mediante Robotic Process Automation (RPA) ha facilitado tareas como la revisión de documentos y la generación de informes, optimizando los programas de cumplimiento.

Otro recurso innovador es el análisis de sentimientos, que permite a las organizaciones monitorear la percepción pública a través de redes sociales y otras fuentes de datos, lo que puede ayudar a predecir y gestionar crisis reputacionales. El blockchain y las plataformas de gestión de compliance también han demostrado ser herramientas eficaces para garantizar la transparencia y la trazabilidad en las operaciones empresariales.

Para implementar un programa de compliance efectivo, las empresas deben seguir los siguientes pasos:

  • Evaluación de riesgos
  • Diseño de políticas claras
  • Capacitación del personal
  • Promoción de una cultura de cumplimiento
  • Monitoreo continuo

Sin embargo, existen desafíos, como la resistencia al cambio, el costo elevado y la falta de compromiso de la alta dirección, que pueden obstaculizar la implementación efectiva de estos programas.

Compliance officer

Según la jurista, una figura clave en el éxito del compliance es el compliance officer, o el oficial de cumplimiento. Este profesional es responsable de garantizar que la empresa opere dentro de los marcos legales y éticos, protegiendo así su reputación y minimizando riesgos.

Su rol va más allá de ser un guardián de las normas; se convierte en un actor estratégico en la gestión de riesgos y la construcción de una cultura corporativa ética.

La adopción del compliance en las empresas bolivianas representa una evolución significativa hacia una mayor responsabilidad y transparencia. A medida que las regulaciones continúan evolucionando y los riesgos se vuelven más complejos, el compromiso con el cumplimiento ético y legal será clave para el éxito y la sostenibilidad de las organizaciones en el país.