Apostar por la creatividad y el talento de la gente, impulsar la innovación y la pasión en los nuevos emprendimientos es la clave para alcanzar un desarrollo sostenible, en el cual la economía se base en la materia gris, en lugar de la materia prima

16 de noviembre de 2024, 12:31 PM
16 de noviembre de 2024, 12:31 PM

Apostar por la creatividad y el talento de la gente, impulsar la innovación y la pasión en los nuevos emprendimientos es la clave para alcanzar un desarrollo sostenible, en el cual la economía se base en la materia gris, en lugar de la materia prima.

Mediante una educación innovadora, el fomento a la cultura, el rescate de nuestra identidad y la capacidad de adaptarnos es posible construir una economía creativa sólida, que permita el desarrollo sostenible del país. Estas fueron algunas de las lecciones que dejó el II Foro Internacional de Economía Creativa, realizado en Cochabamba.

El evento, organizado por la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, con el apoyo del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (CERES), permitió el encuentro de ideas de grandes exponentes de la economía creativa, que compartieron sus experiencias y brindaron lecciones y caminos a seguir para la consolidación de un ecosistema “naranja”.

Verónica Ágreda, rectora de Unifranz remarcó la necesidad de pasar de una economía extractivista a una economía basada en el talento, en las mentes humanas, en la creatividad, en el amor por nuestro país, por nuestra identidad, por nuestra naturaleza, por nuestra biodiversidad y por nuestras raíces.

“Los jóvenes tienen un futuro más esperanzador de lo que nos cuentan los medios de comunicación. No hay tiempo para lamentarse, es momento de seguir aunando esfuerzos y sacar a Bolivia de esta crisis, apostar por el desarrollo sostenible, empoderar a los jóvenes y apoyar a los emprendedores. La tecnología también nos está permitiendo cerrar brechas, acortar caminos y avanzar más rápido”, puntualizó.

Ágreda acotó que es importante creer y apostar por el talento y la creatividad de la gente, pero para eso, es necesario impulsar un ecosistema creativo, con leyes que apoyen el trabajo, incentivos a los emprendimientos, facilidades para la inversión y una mayor confianza, adoptar nuevos modelos educativos, reafirmar nuestra identidad y usarla como una bandera, incentivar la cultura y saber cómo adaptarnos a los cambios.

“Debemos modernizarnos para valorar las nuevas profesiones y talentos, construyendo el país que todos queremos”, agregó.

Siete elementos de la economía creativa

Felipe Buitrago, CEO de GO Future Hub, exministro de Cultura de Colombia, creador del término economía naranja y coautor del libro "Siete ingredientes para una Economía Naranja Sostenible", expresó que el corazón de la economía creativa está en la cultura, elemento que debe estar en el centro de las estrategias de desarrollo.

“Necesitamos una estrategia que conecte las oportunidades y los retos con los recursos y el talento joven. La cultura y la economía no son enemigos, sino dos caras de la misma moneda, y al conectar estos aspectos, podemos pensar estratégicamente y avanzar”, explicó.

Buitrago indicó que existe una "receta" para la creatividad, con siete elementos clave para crear un ecosistema que permita a los emprendedores y creativos experimentar, tomar riesgos y convertir ideas en bienes y servicios culturales con alto valor agregado.

1 Información: Necesitamos conocer y entender mejor las dinámicas que mueven a las industrias creativas para tomar mejores decisiones.

2 Instituciones: Son necesarias tanto las instituciones públicas como las privadas, las organizaciones de empresarios, de productores audiovisuales, de colectivos de artistas, y la valoración del trabajo de nuestros creadores.

3 Infraestructura: Es esencial para que la gente que hace cultura encuentre dónde compartir su trabajo y para que quienes no la hacen puedan disfrutarla.

4 Industria: Una cadena de valor amplia que combine todos los elementos desde la creación hasta la comercialización.

5 Protección: Es fundamental tanto la protección emocional como la financiera y técnica para permitir a los emprendedores experimentar y tomar riesgos.

6 Emprendimiento: Los artistas y los emprendedores deben conectarse para lograr una sinergia que transforme ideas en bienes y servicios culturales con alto valor agregado.

7 Talento: El apoyo y desarrollo del talento creativo es clave para generar nuevas ideas y oportunidades.

Las competencias blandas y la inspiración en la educación también son factores decisivos en la formación de un ecosistema de economía creativa.

“Creo que es momento de cambiar el foco y evolucionar el modelo STEM a STEAM, incorporando las artes y el diseño como componentes esenciales. Esta formación artística y cultural no solo crea más artistas, sino personas más creativas, capaces de autogestionarse y adaptarse a los constantes cambios del mundo actual”, apuntó.

El potencial de la educación en la economía naranja

Ricardo Román, director del Colegio Alberto Blest Gana de Chile, uno de los mejores 100 colegios del mundo, indicó que la educación es un punto de partida para la economía creativa, ya que dota a la población de herramientas que le permita innovar y pensar “fuera de la caja”.

“El colegio ha implementado metodologías modernas, utilizando herramientas tecnológicas para el aprendizaje de matemáticas y otros campos. Ha integrado dispositivos como tablets y audífonos para que los estudiantes aprendan de manera interactiva y práctica. Este enfoque ha sido efectivo, superando los mitos sobre el uso de celulares y tecnologías en el aula. La enseñanza se basa en proyectos y experiencia, promoviendo la atención y el entusiasmo entre los estudiantes”.

Además de la tecnología, Román señala que el colegio también enseña habilidades cruciales para el futuro, como educación emocional, creatividad, gestión, innovación y emprendimiento. Los proyectos incluyen la creación de videojuegos, videos y otras actividades que capturan el interés de los estudiantes.

La identidad como bandera

La chef Valentina Arteaga, propietaria de Phayawi, restaurante reconocido internacionalmente por resaltar la esencia boliviana a través de la gastronomía, explicó que nuestra identidad es un elemento muy atractivo para los mercados.

“Creo que una de las cosas más importantes que podemos hacer es ser fieles a nuestro concepto y a la identidad de nuestros emprendimientos. En mi caso, esto se ha dado investigando y explorando la diversidad culinaria de Bolivia para ofrecer una experiencia auténtica”, manifestó.

Valentina recordó que, al abrir Phayawi en 2020, durante la pandemia, se enfrentó a múltiples desafíos, desde gestionar un negocio por primera vez hasta delegar responsabilidades. Subrayó la importancia de la toma de decisiones y la gestión eficiente del equipo y los clientes.

“La dedicación al servicio del cliente es clave, transformando la experiencia tradicional de la comida boliviana en una experiencia única y apreciada”, dijo.

Por otra parte, la chef remarcó la importancia del marketing personal y empresarial. Asociar su marca personal con la compañía ha sido esencial para conectar con su audiencia y clientes. Contratar a personas con mejores habilidades en áreas donde no se destaca, como las finanzas, le permitió ver su empresa con nuevos ojos y enfocarse en lo que realmente ama: la cocina.

“Creo que es vital nunca dejar de aprender, mantener la disciplina y la constancia, ser fiel al concepto, reinventarse e innovar constantemente, y motivar a otros a emprender. La humildad también es esencial para recordar de dónde venimos y hacia dónde vamos, y para mantener una actitud de aprendizaje y colaboración. Estos principios han sido fundamentales para el éxito de Phayawi y para promover la gastronomía boliviana a nivel mundial”, reflexionó.

Saber adaptarse

Edita Vojtková, reconocida diseñadora de modas nacida en República Checa, pero boliviana de corazón, contó su historia, empezando con un pequeño taller y tienda de costura en su país natal antes de mudarse a Bolivia, mostrando la importancia de ser capaces de adaptarse a diferentes entornos, culturas y condiciones.

“Al llegar a Bolivia sin saber español, enfrenté numerosos desafíos culturales y laborales. Mis clientes no valoraban mi trabajo como lo hacían en mi país de origen. Sin embargo, vi cada problema como una oportunidad de autosuperación, manejando tanto las demandas emocionales de los clientes como el aspecto técnico del diseño y la costura”, afirmó.

Publicó un libro titulado "El día que me conocí" y continuó trabajando en el diseño, enfocándose en hacer felices a sus clientes y encontrando satisfacción en su labor. Subrayó la importancia de la pasión y el don natural para el trabajo, además de la humildad en el éxito.

Vojtková lidera una tienda multimarca en Santa Cruz, donde colaboran varios colegas para hacerse visibles en un mercado más amplio. Esta colaboración permite compartir conocimientos y apoyarse mutuamente en tiempos difíciles, reduciendo riesgos y potenciando el crecimiento mutuo y destacó la necesidad de estar abiertos a la crítica y aprender de los errores para satisfacer a los clientes.

Apostar por el talento

“Todos podemos contribuir y consolidar ecosistemas creativos. Nos hemos acostumbrado a un mundo gris debido al extractivismo, pero debemos ver un mundo lleno de colores, creatividad y desarrollo sostenible. Nuestro patrimonio e identidad pueden ayudarnos a lograrlo”, señaló la rectora de Unifranz.

Acotó que es necesario impulsar leyes que apoyen el trabajo, la inversión y la confianza, adoptar nuevos modelos educativos, reafirmar nuestra identidad y usarla como una bandera, incentivar la cultura y saber cómo adaptarnos a los cambios.

“Debemos modernizarnos para valorar las nuevas profesiones y talentos, construyendo el país que todos queremos”, concluyó.