La inteligencia artificial (IA) ha irrumpido en nuestras vidas de manera repentina y disruptiva, alterando paradigmas educativos, laborales e investigativos

21 de diciembre de 2024, 7:06 AM
21 de diciembre de 2024, 7:06 AM

La inteligencia artificial (IA) ha irrumpido en nuestras vidas de manera repentina y disruptiva, alterando paradigmas educativos, laborales e investigativos. Lo que parecía ciencia ficción hace solo 25 años es ahora una realidad cotidiana. En este contexto, la transformación digital generó nuevas dinámicas y demandas en el ámbito educativo.

Gustavo Montaño, doctor en educación, coaching profesional y vicerrector académico nacional de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, señala que las universidades más innovadoras del mundo están adoptando tecnologías de IA “para transformar la forma en que aprendemos y enseñamos” e identifica dos oportunidades clave de la IA en la educación 4.0.

La primera es la personalización del aprendizaje. Montaño explica que universidades como Stanford y el MIT utilizan algoritmos de aprendizaje automático para adaptar el contenido y el ritmo de enseñanza a las necesidades individuales de cada estudiante, asegurando una educación ajustada a su nivel de conocimiento y estilo de aprendizaje.

Además, según Montaño, los sistemas de tutoría basados en IA proporcionan asistencia personalizada, identificando “áreas de dificultad y ofreciendo explicaciones adicionales, ejercicios prácticos y retroalimentación inmediata, mejorando significativamente la comprensión y retención del conocimiento”.

Otra ventaja de la IA es su capacidad para asumir tareas administrativas repetitivas, como la gestión de inscripciones, la programación de horarios y la evaluación de exámenes, liberando así a los educadores para que se concentren en actividades más estratégicas y de mayor valor añadido, como la planificación curricular y el desarrollo profesional.

Adicionalmente, mediante el análisis predictivo de grandes volúmenes de datos, las universidades pueden identificar a los estudiantes en riesgo de deserción y proporcionarles apoyo proactivo.

La educación 4.0 es una propuesta educativa que se enfoca en las competencias que demandan los estudiantes para desenvolverse diariamente en el entorno laboral que caracteriza al siglo XXI.

En ese marco, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), señala que, en este último tiempo, se han logrado avances significativos en la incorporación de nuevas metodologías pedagógicas, la creación de modelos híbridos y flexibles o el desarrollo de competencias pedagógicas contextualizadas.

Sin embargo, esta misma entidad advierte que "se producen disrupciones como la generada por la inteligencia artificial que, aunque en nuestro día están instalados casi de manera imperceptible, sabemos poco sobre sus implicaciones en el campo de la educación".

Desafíos de la IA en la educación

No obstante, la integración de la IA en la educación también enfrenta desafíos significativos. Uno de los principales, según Montaño, es la brecha digital.

"No todos los estudiantes tienen acceso a la tecnología necesaria para beneficiarse de las herramientas de IA. Aunque las universidades innovadoras están trabajando para reducir esta brecha mediante la provisión de dispositivos y acceso a internet a estudiantes de bajos recursos, aún queda mucho por hacer", advierte.

Otro desafío importante es la privacidad y la ética de los datos. La recopilación y el uso de grandes cantidades de datos plantean preocupaciones serias sobre la privacidad y la ética. Es fundamental que las instituciones educativas implementen políticas robustas para proteger la información de los estudiantes y garantizar un uso ético de los datos.

Además, la integración de la IA puede enfrentar resistencia por parte de educadores e instituciones tradicionales. Por ello, es crucial fomentar una cultura de innovación y ofrecer formación continua a los docentes para que puedan adaptarse y aprovechar al máximo las nuevas tecnologías.

Para que los estudiantes puedan beneficiarse plenamente de la IA, también es necesario que desarrollen competencias digitales avanzadas. Las universidades deben incorporar la alfabetización digital en sus currículos y ofrecer programas específicos para enseñar habilidades tecnológicas y de manejo de datos.

Por su parte, Rodrigo Fábrega, docente del MIT Media Lab, uno de los laboratorios del Instituto de Tecnología de Massachusetts, resume en tres los desafíos que plantea esta herramienta digital para la educación del nuevo siglo. El primero, está vinculado con el uso eficiente del tiempo; el segundo, cambiar la dinámica de las clases y, el tercero, preparar a los jóvenes para enseñar a las máquinas.

“La inteligencia artificial generativa plantea tres desafíos: el primero es que podemos ser más eficientes usándola. Un docente destina casi la mitad de su tiempo a tareas que son automatizables. Segundo: volver a pensar cómo ofrecemos a los y las estudiantes un ambiente diseñado para querer aprender. Tercero: entender que la IA es una herramienta para que los estudiantes sean quienes enseñen a una máquina obediente a llevar a cabo ciertas tareas”, explica Fábrega.

Un futuro prometedor con IA

El futuro de la educación con IA es prometedor, pero requiere un enfoque equilibrado que maximice las oportunidades mientras aborda los desafíos.

“Las universidades deben adoptar un enfoque holístico, integrando tecnologías de IA en sus modelos educativos de manera que beneficien tanto a estudiantes como a docentes. Es esencial seguir las prácticas de las universidades más innovadoras y disruptivas, que han lanzado iniciativas de IA abiertas para educar al público sobre la inteligencia artificial, o que están implementando programas de investigación avanzados para explorar nuevas aplicaciones de IA en la educación”, sostiene Montaño.

La IA tiene el potencial de transformar radicalmente la educación, haciendo el aprendizaje más accesible, personalizado y eficiente. Sin embargo, para aprovechar plenamente este potencial, es necesario abordar de manera proactiva los desafíos asociados y garantizar que todos los estudiantes puedan beneficiarse de estas innovaciones.