(VEA EL VIDEO) Iracema Videz pide a profesores y padres “estar atentos” y generar “entornos de confianza” para que los niños denuncien los abusos

1 de febrero de 2023, 15:00 PM
1 de febrero de 2023, 15:00 PM

“En Bolivia, cuatro de cada diez estudiantes sufren acoso escolar. De ese grupo, un 14% de niñas, niños y adolescentes no dice nada. Este es el grupo de niños que sufren en silencio y corren el riesgo de sufrir depresión, suicidio y auto lesiones”. Los datos se extraen de un informe publicado por Unicef Bolivia en noviembre del 2022.

El Bullying, también conocido como acoso escolar, es más frecuente de lo que se cree. La pedagoga Iracema Videz habló sobre bullying en el set de Educación y Sociedad, el espacio abierto por EL DEBER para hablar de la innovación educativa y la transformación social.

Videz define el bullying como “las situaciones de acoso constante que se da en un contexto escolar” y asegura que “es frecuente en las unidades escolares del país”.

La especialista colabora en el centro de educación especial “Divino Niño” y mantiene una cercanía con la realidad de los menores. Para ella, el común denominador en los casos de acoso escolar parte de “niños que están creciendo con carencia de valores, con carencia de empatía en el respeto, en la tolerancia”.

En su explicación sobre el bullying, Videz observa tres criterios presentes en estas situaciones. “La intencionalidad, entendida como intención de lastimar; sistemático, que se hace de manera constante, frecuente; y la superioridad de poder, ya sea por aspecto físico o por el socio económico.

El acosador se mueve por una “intención de sobresalir”. La entrevistada señala la “autoestima dañada” como un detonante que despierta la actitud abusiva. “Busca popularidad entre sus compañeros, busca cierto status”, revela Videz.

Respecto al perfil del acosado, la pedagoga destaca que se trata también de “una persona afectada en su autoestima porque permite que sucedan” las situaciones de abuso. En este cuadro, existe un tercer perfil, el de los observadores. “Participan de forma silenciosa” y, por tanto, “se convierten en una especie de víctima”.

Más allá de la denuncia, Videz pone énfasis en la responsabilidad de padres y profesores para frenar el bullying. La clave, estima, nace de la capacidad de observación ante los cambios. Es el primer paso para identificar una alerta. En el caso de la víctima, los comportamientos de timidez, tristeza o aislamiento son parte de los cambios significativos.

Como padres, si se percibe “discursos mentirosos” se puede estar ante un posible acosador.

Videz apunta a “una comunicación abierta” con los escolares. Para ello, es necesario alentar un “entorno de confianza” que permita a víctima o espectador hablar con libertad. En definitiva, insiste, se trata de recuperar los valores de “tolerancia y respeto” en la convivencia.