La preservación del patrimonio cultural no sólo implica conservar edificaciones históricas, sino también narrar las historias que yacen entre sus muros

3 de febrero de 2024, 9:00 AM
3 de febrero de 2024, 9:00 AM

En las calles empedradas y las majestuosas casas coloniales de la Villa Imperial de Potosí, se entreteje nuestra historia que ha dado forma a la identidad boliviana como nación y que merece ser preservada en un trabajo conjunto entre autoridades, sector privado y comunidad.

Estos vestigios, legados de la época prehispánica y la colonización española, son mucho más que simples estructuras arqueológicas o arquitectónicas; son testimonios vivientes de nuestro pasado, auténticas joyas que merecen ser preservadas y compartidas con el mundo.

Ana Patricia Huanca, de profesión arquitecta y docente de la carrera de Administración de Hotelería y Turismo de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, asegura que estas construcciones “son una muestra tangible que se refleja en nuestras calles, en nuestras casas, incluso en conjuntos arquitectónicos y urbanos mucho más grandes que aún se conservan en el país”.

La preservación del patrimonio cultural no sólo implica conservar edificaciones históricas, sino también narrar las historias que yacen entre sus muros. Es en los museos donde estas historias cobran vida, donde los turistas pueden profundizar su comprensión de la riqueza cultural de un lugar. Es por ello que la experiencia turística va más allá de la mera contemplación; se trata de una inmersión en el pasado que enriquece el presente.

Para Huanca, no es lo mismo la arquitectura de antes que se mantiene conservada versus la que se está construyendo ahora. “Cómo voy a ir solamente a ver la Villa Imperial de Potosí, las calles o las casas, sin conocer parte de su historia. Por ejemplo, saber que ahí está la primera Casa Nacional de la Moneda, donde se han acuñado las primeras monedas de plata a nivel mundial, hace más de cuatro siglos”.

Existen ciertos elementos históricos que los turistas valoran cuando visitan un destino, de ahí la importancia de trabajar en paquetes turísticos integrales. No se trata de ofrecer la visita a un edificio patrimonial restaurado, sino sumar a ese patrimonio material, toda la narrativa o historia que envuelve al mismo.

El potencial turístico del país está aún por desarrollarse plenamente. A pesar de contar con tesoros culturales invaluables, los ingresos económicos generados por esta expresión de la economía naranja nacional son notablemente inferiores en comparación con otros destinos en Sudamérica como Cartagena de Indias en Colombia o Machu Picchu en el vecino país del Perú, reflexiona la académica.

¿Cuál es la razón de esta disparidad? La falta de regulación y formalización de la actividad turística es un factor crucial que limita su crecimiento.

Huanca considera que es necesario establecer mecanismos que permitan al Estado regularizar esta actividad, no sólo para garantizar el adecuado manejo del patrimonio cultural, sino también para generar ingresos que contribuyan a su preservación y al desarrollo de las comunidades locales.

La imposición de impuestos a los visitantes, por ejemplo, podría destinarse a la conservación de monumentos históricos, al mejoramiento de infraestructuras turísticas y a la promoción del país como destino invaluable para los viajeros.

Unifranz

La formalización del turismo no sólo beneficia al Estado y al patrimonio cultural, sino también a los emprendedores locales

¿Por qué formalizar la actividad turística?

La formalización del turismo no sólo beneficia al Estado y al patrimonio cultural, sino también a los emprendedores locales. Al ofrecer servicios y productos relacionados con el turismo, se crea una oportunidad para generar empleo y fomentar el desarrollo económico en las áreas circundantes a los sitios turísticos.

La regulación de esta actividad con seguridad podría garantizar un ambiente propicio para la inversión y el crecimiento sostenible del sector, que involucra a hoteles, empresas operadoras, restaurantes, teatros o emprendedores artesanos, entre otros que participan en el ciclo.

La intervención gubernamental es fundamental en este proceso. Según Huanca, a través de la implementación de normativas claras y eficaces, el Estado puede promover un turismo responsable y sostenible que beneficie a todos los actores involucrados. Además, la coordinación entre instituciones gubernamentales a nivel nacional es esencial para asegurar una gestión integral y equitativa de los recursos turísticos.

“¿Cuán importante es la presencia de una instancia gubernamental? Es fundamental, porque ellos van a ser quienes a través de las normas regularicen el tema de los ingresos económicos y eso va a ser a nivel nacional”, puntualiza la académica a tiempo de destacar que este impulso podría tener un impacto positivo en la economía, mejorando la calidad de vida de las personas que viven del turismo, de la comunidad y del país.