El juego también puede aplicarse en la educación superior para fomentar la creatividad, la motivación y el aprendizaje activo de los estudiantes universitarios

13 de mayo de 2023, 8:28 AM
13 de mayo de 2023, 8:28 AM

El juego aplicado en la educación permite a los estudiantes explorar, experimentar, expresarse y relacionarse con otros, mientras adquieren conocimientos y habilidades de forma divertida y significativa.

Es una forma de aprovechar el potencial lúdico y creativo de los estudiantes de cualquier edad, niños, adolescentes y adultos, para facilitar su desarrollo cognitivo, emocional y social, ya sea en la escuela, el colegio o la universidad.

Una estrategia para establecer lazos afectivos

Hace una semana, estudiantes de quinto semestre de la carrera de Derecho de la Universidad Franz Tamayo (Unifranz) realizaron una interesante actividad con medio centenar de niños de un centro de acogida, en el marco de una estrategia educativa implementada por su docente.

“La primera actividad que hicimos fue un ‘rally de los derechos’ a partir de 10 juegos relacionados: derecho a la recreación, derecho al juego o a la salud, entre otros, donde participaban los niños”, indica Consuelo Torrez, docente de Derecho de Familia.

El objetivo de la aplicación de esta metodología de enseñanza es establecer lazos afectivos de los futuros profesionales abogados con los niños a quienes están ayudando para que puedan asumir con mayor responsabilidad la defensa de sus derechos vulnerados.

Planificación, clave para que el juego sea efectivo

Ariel Villarroel, experto de la Jefatura de Enseñanza y Aprendizaje de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, sostiene que, para que el juego sea una estrategia de aprendizaje efectiva, es vital que los docentes, tutores o mentores planifiquen adecuadamente las actividades lúdicas y los juegos didácticos, adaptándolos a la edad, los intereses y las necesidades de cada estudiante.

“Es fundamental que el juego tenga un propósito, una enseñanza y una evaluación que permita medir el progreso de los estudiantes. El juego como estrategia de aprendizaje puede aplicarse en el aula o en el hogar, utilizando diversos recursos como juegos de mesa, juegos de rol, juegos de exploración o juegos digitales, entre otros”, indica el experto.

Según varios estudios sobre juegos en la educación, el juego como estrategia de aprendizaje tiene los siguientes beneficios:

●    Fomenta la motivación, la atención y la concentración de los estudiantes.
●    Estimula la imaginación, la curiosidad y el pensamiento crítico.
●    Refuerza la memoria, el lenguaje y el razonamiento lógico-matemático.
●    Promueve la autoestima, la confianza y la autonomía de los estudiantes.
●    Favorece la convivencia, el respeto y la cooperación entre los estudiantes.
●    Desarrolla valores como la tolerancia, la solidaridad y la responsabilidad.

El juego en la educación superior

El juego también puede aplicarse en la educación superior para fomentar la creatividad, la motivación y el aprendizaje activo de los estudiantes universitarios.

“Sin embargo, en la educación superior implica el uso de actividades lúdicas y juegos didácticos que estimulen el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la colaboración y la innovación de los estudiantes”, puntualiza Villarroel. 

Algunos ejemplos de juegos que se pueden utilizar en educación superior son:

●    Juegos de rol: consisten en que los estudiantes asuman el papel de un personaje o una situación real o ficticia y actúen según sus características, objetivos y desafíos. Por ejemplo, Role play en ventas o La búsqueda del tesoro que son juegos de rol sobre negociación, liderazgo o ética profesional.

●    Juegos de mesa: son juegos que se realizan sobre una superficie plana y que implican el uso de fichas, cartas, dados u otros elementos. Por ejemplo, Cash Flow, Empresarios junior, Monopolio, Geocards o Los países del mundo que son juegos de mesa sobre estrategia empresarial, estadística o geografía.

●    Juegos digitales: se realizan a través de dispositivos electrónicos como computadoras, tablets o celulares, para aprovechar las posibilidades multimedia e interactivas de estos medios. Por ejemplo, BugaMAP: un juego de simulación y estrategia empresarial que consiste en que los participantes asuman el rol de directivos de una compañía de seguros y compitan por conseguir los mejores resultados en el mercado. Se puede descargar gratis en el sitio web de la Fundación MAPFRE. CodeCombat, The Bezier Game, Assassin’s Creed que son juegos digitales sobre programación, diseño gráfico o historia.

●    Juegos de exploración: son juegos que invitan a los estudiantes a descubrir y experimentar con diferentes materiales, recursos o espacios. Por ejemplo, PhET: un conjunto de simulaciones interactivas sobre física, química, biología, ciencias de la tierra y matemáticas. Se pueden jugar gratis en el sitio web de PhET, Minecraft o Spore que son juegos exploración sobre química, biología o arquitectura.

Para que el juego sea una estrategia de aprendizaje efectiva en educación superior, es importante que los docentes, tutores o mentores diseñen los juegos de acuerdo con los objetivos de aprendizaje, el perfil de los estudiantes y el contexto educativo. Así mismo, es necesario que el juego tenga una introducción, un desarrollo y una evaluación que permita retroalimentar y reflexionar sobre el proceso y los resultados del aprendizaje.

Múltiples beneficios para un desarrollo integral

El juego como estrategia de enseñanza – aprendizaje tiene múltiples beneficios para el desarrollo integral de los estudiantes, tanto en el nivel inicial como en el superior. Algunos de estos beneficios son:

●    Estimula el desarrollo cognitivo, emocional, social y físico de los estudiantes.
●    Favorece la creatividad, la curiosidad, el pensamiento crítico y la resolución de problemas.
●    Fomenta la motivación, la atención, la concentración y la memoria de los estudiantes.
●    Promueve la autoestima, la confianza, la autonomía y la responsabilidad de los estudiantes.
●    Refuerza el aprendizaje significativo, duradero y aplicable a diferentes contextos.
●    Facilita la comunicación, la colaboración, la convivencia y el respeto entre los estudiantes.
●    Permite la exploración, la experimentación, la expresión y la diversión de los estudiantes.