Las guarderías ubicadas en los barrios obreros o marginales se proyectan como una alternativa para la primera experiencia educativa de los menores. Se prioriza la interacción y las competencias sociales

25 de noviembre de 2022, 10:28 AM
25 de noviembre de 2022, 10:28 AM

Cada mañana, más de 20 niños de edad preescolar de entre 2 y 4 años van al Centro de Desarrollo Infantil Makkasan, en el distrito de Ratchathewi de Bangkok (Tailandia). En el aula, tres docentes guían a los niños a través de juegos, canciones, bailes, rompecabezas y otras actividades lúdicas.

A lo largo de la jornada, los facilitadores organizan diversas actividades lúdicas para mantener la atención y motivación de los pequeños. Se logra incrementar la interacción entre compañeros al mismo tiempo que desarrollan valiosas competencias sociales.

A raíz de la pandemia, se ha vuelto más frecuente y usual estas prácticas en la educación de preescolar. Además, las políticas educativas implementadas el costo de la guardería es de sólo 30 THB (0,8 dólares estadounidenses) al día y se proporciona el almuerzo a todos los niños.

Muchos de los niños que acuden al centro proceden de familias con bajos ingresos y viven en la comunidad y en los alrededores. La etapa de formación preescolar se torna en una oportunidad de crecer con una educación adecuada. Se proyecta como un esfuerzo por salir de casa debido a la pobreza y las dificultades al mismo tiempo que se asienta una primera experiencia de aprendizaje.

El método de enseñanza incluye muchas actividades lúdicas de aprendizaje, como cantar y bailar al ritmo de una canción del alfabeto o ver dibujos animados para aprender el vocabulario básico del inglés. Los niños también interactúan entre ellos para reforzar sus habilidades de interacción social.

Historias como estas se han exhibido en la exposición fotográfica que se presentó en la Conferencia Mundial sobre Atención y Educación de la Primera Infancia que tuvo lugar en Taskent (Uzbekistán).

La Conferencia reafirmó el derecho de cada niño a recibir una atención y educación de calidad desde su nacimiento. También se alcanzó un compromiso de los países miembros por incrementar la inversión educativa destinada a la primera infancia. 

El pedido de la Unesco, organizadora del evento, apunta a garantizar el acceso de todas los niños al desarrollo educativo preescolar de calidad como paso precio a la educación primaria.