La etapa de enamoramiento es, a menudo, idealizada como un período de pura felicidad, pero para muchos jóvenes, puede ir acompañada de una montaña rusa emocional

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27 de diciembre de 2023, 10:45 AM
27 de diciembre de 2023, 10:45 AM

El enamoramiento, esa etapa embriagadora donde las mariposas revolotean en el estómago y la alegría parece fluir sin esfuerzo, también puede ser terreno fértil para la ansiedad. A menudo asociada con la adolescencia, esta mezcla de emociones no distingue edades, manifestándose también en la adultez.

La etapa de enamoramiento es, a menudo, idealizada como un período de pura felicidad, pero para muchos jóvenes, puede ir acompañada de una montaña rusa emocional. La presión de impresionar al otro, el miedo al rechazo y la incertidumbre sobre el futuro de la relación son factores que contribuyen a la ansiedad en este momento crucial.

La ansiedad, definida como un estado emocional que involucra temor, angustia y preocupación por el futuro, encuentra su espacio en el inicio de una relación. Sin embargo, no todos los momentos de nerviosismo deben ser etiquetados como ansiedad.

Franklin Conradi, docente de la carrera de Psicología en la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, asegura que la ansiedad se manifiesta cuando existe un patrón repetitivo de preocupación por el futuro.

“Cuando estamos iniciando una relación no se puede considerar aún como un estado de ansiedad; son eventos diferentes los que recién nos llevan a un estado de ansiedad. Debe haber un patrón repetitivo que nos genere un tipo de preocupación a futuro”, explica.

Conradi considera que, en el complejo entramado del enamoramiento, donde cada persona tiene su propia interpretación de la palabra "amor", la etapa inicial destaca como el mejor momento de la pareja. Aquí se revelan las mejores versiones de uno mismo, creando una personalidad única para el otro y desatando una cascada de emociones positivas.

Mientras el enamoramiento se centra en el disfrute del presente, la ansiedad proyecta su mirada al futuro, generando interrogantes sobre el mañana. Esta anticipación puede conducir a dificultades emocionales al adelantarse a respuestas y resultados aún desconocidos.

“La ansiedad está enfocada en lo que va a venir a futuro, qué me voy a encontrar mañana, qué es lo que voy a hacer y nos adelantamos a las respuestas y resultados”, precisa el psicólogo.

La transformación en las relaciones también puede traer consigo la necesidad de complacer al otro. Sin embargo, el desafío radica en no perder la esencia propia en el intento de satisfacer las expectativas de la pareja. La autoimagen, la autoestima y el autoconcepto sólidos son fundamentales para resistir la presión de cambiar por el bien de la relación.

La infancia, con su influencia en la forma en que se buscaba amor y atención, puede determinar las dinámicas de pareja en la adultez. Aquellos que han experimentado entornos familiares caóticos pueden buscar en la ansiedad un refugio familiar, incluso si éste es perjudicial.

La teoría de la profecía autocumplida (conocida también como “efecto Pigmalión” por el proceso que provoca que la expectativa respecto a unos determinados hechos futuros aumente la probabilidad de que los mismos ocurran) resuena en este contexto, donde la obsesión por un resultado negativo puede convertirse en la causa de su materialización. La ansiedad se convierte en un elemento necesario para mantener un sentido de familiaridad, aunque sea perjudicial.

La desconfianza en la pareja puede surgir por la percepción de una autoimagen debilitada o influencia del entorno social. Amistades poco saludables pueden convertirse en catalizadores de ansiedad y desconfianza, afectando negativamente la relación.

unifranz

La transformación en las relaciones también puede traer consigo la necesidad de complacer al otro

“Si tengo sólidos cimientos en lo que es mi autoconcepto, mi autopercepción, mi autovalor, mi autoestima por qué tendría que cambiar, por ejemplo, por la pareja (…)”, asegura el profesional, quien participó en el pod cast “Amar es educar”, que se encuentra en Spotify (https://open.spotify.com/episode/2hWL0X9oKNx4jOT7HNYlwX?si=ryR46HFVR-SLJHVQOL1OHA)

Enfrentar la ansiedad, según Conradi, requiere un enfoque holístico. La autoevaluación, el diálogo abierto y, en algunos casos, la búsqueda de ayuda profesional son pasos esenciales. La comprensión de que no existe una solución mágica externa y que el bienestar emocional es un viaje personal puede ser fundamental en este proceso.

Pasar por un proceso psicoterapéutico es lo más recomendable porque la gente afuera piensa que un amigo puede arreglar situaciones que ni siquiera entiende. No existe una persona que llegue a tu vida y solucione problemas emocionales y psicológicos por arte de magia.

“Simplemente decirles que, en algún momento en el que ustedes sientan que necesitan de alguien busquen una persona, simplemente, para hablar que es, por lo menos, lo más saludable, porque no van a ir directamente a un psicólogo (…). Lo importante es reconocer lo que estamos sintiendo”, reflexiona el académico.

La ansiedad en el enamoramiento es una realidad compleja y multifacética. Reconocerla, comprenderla y abordarla de manera proactiva puede marcar la diferencia entre una relación enriquecedora y un camino lleno de obstáculos emocionales.