El proyecto consiste en un sistema de bloqueo del motor de un vehículo basado en la detección del nivel de alcohol en el conductor y busca reducir los accidentes de tráfico causados por la conducción bajo la influencia del alcohol.

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4 de diciembre de 2024, 10:08 AM
4 de diciembre de 2024, 10:08 AM

Los accidentes de tránsito son nuestro pan de cada día. Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) dan cuenta que, en 2023, en Bolivia se reportaron más de 13.000 accidentes de tránsito, con un significativo porcentaje atribuible a la conducción bajo los efectos del alcohol.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que cada día fallecen en todo el mundo hasta tres mil personas en accidentes de tránsito. Estas alarmantes cifras resaltan la necesidad de implementar medidas efectivas para reducir la incidencia de accidentes relacionados con el consumo de bebidas alcohólicas.

En ese contexto, Rodrigo Calle Leyton, Mariana Menacho Ugarte, Cristopher Flores Tinta,  Fabiana Choque, Manuel Paye y Beymar Villca, estudiantes de la carrera de Ingeniería de Sistemas de la Universidad Franz Tamayo, Unifranz, desarrollaron Save Driver, un innovador sistema de prevención de accidentes de tránsito a causa del consumo de alcohol.

“Hemos sido testigos directos de los devastadores efectos de la conducción bajo la influencia del alcohol. Diariamente escuchamos en los medios de comunicación o a nuestros familiares y amigos informar o hablar sobre numerosos accidentes causados por esta conducta irresponsable, lo que nos ha llevado al deseo de contribuir a la mejora de la seguridad vial”, señala Mariana Menacho, una de las creadoras de este sistema.

Qué es Save Driver

El proyecto consiste en un sistema de bloqueo del motor de un vehículo basado en la detección del nivel de alcohol en el conductor y busca reducir los accidentes de tráfico causados por la conducción bajo la influencia del alcohol. Se trata de una solución tecnológica avanzada al servicio, principalmente, de la Policía, a través de sus direcciones de Tránsito, que puede tener un impacto significativo en la seguridad vial a nivel nacional.

“La idea de utilizar tecnologías avanzadas surgió como una solución viable para prevenir accidentes. Utilizando herramientas como Android Studio, Firebase, Adobe, y las API de Google Cloud y Google Maps. El sistema es robusto, seguro y escalable”, explica la estudiante.

La aplicación tecnológica plantea beneficios en tres ámbitos:

Desde una perspectiva económica, promete reducir los costos asociados a reparaciones de vehículos, servicios de emergencia y gastos médicos. La capacidad de localizar y bloquear vehículos de manera remota podría optimizar la labor de los efectivos de Tránsito, permitiendo una respuesta más efectiva y reduciendo los costos operativos.

El impacto social también es considerable. Al mejorar la seguridad pública, prevenir conductas de riesgo y fomentar la responsabilidad individual, el sistema contribuye a una cultura de conducción responsable y garantiza la salud y la vida de conductores, pasajeros y peatones.

Por otra parte, Menacho afirma que también disminuye el impacto ambiental asociado a estos eventos. La implementación de tecnologías avanzadas garantiza una aplicación más equitativa de la ley, contribuyendo a la percepción de justicia y transparencia en el control policial.

“El proyecto nació de un experimento simple, de cómo detener la energía eléctrica, en base a una señal pequeña. Luego lo adaptamos para detener un motor. Cuando estábamos trabajando en el proyecto había una polémica con la Ley 259, por la presunta manipulación de los alcoholímetros por los efectivos de tránsito”, explica José Aranibar, docente de Unifranz y tutor del proyecto presentado en las Jornadas Unifranz de Investigación para dar solución a problemas de la sociedad.

Aplicación de la Ley 259

Save Driver busca resolver falencias en la detección temprana y efectiva de conductores en estado de ebriedad, la alta incidencia de accidentes automovilísticos causados por conductores ebrios y la necesidad de un apoyo más eficaz en la ejecución de la Ley de Control al Consumo y Expendio de Bebidas Alcohólicas (259).

“Todo el sistema de Save Driver está basado en la forma de ejecución de la ley 259. Gracias a ésta hemos definido todo el comportamiento del sistema, desde la parte en la que se tiene en cuenta el grado alcohólico definido al interior del vehículo hasta el momento en el que se puede considerar suficientemente apto para bloquearlo”, aclara la joven universitaria.

Se espera que la implementación de este sistema tenga un impacto significativo en la reducción de accidentes relacionados con el alcohol, mejorando el bienestar de los conductores y de la ciudadanía en general.  Además, podría mitigar problemas secundarios como la transparencia de la información a cargo de los funcionarios policiales, la eficiencia y eficacia en la ejecución de la normativa legal y generar data respecto al comportamiento de los conductores.

Una herramienta tecnológica al servicio de Tránsito

La aplicación tecnológica está diseñada para uso exclusivo de la Policía y sólo está disponible para dispositivos móviles y tablets.

“Hemos sido testigos que los test de alcoholemia que realizan efectivos de Tránsito en los famosos controles en horas de la noche no eran muy transparentes que digamos. Evidentemente, en algunos casos encontraban conductores en estado inconveniente, pero lamentablemente algunos efectivos policiales proceden a cobrar la ‘famosa coima’. Se necesita transparentar esas situaciones “, dice la estudiante.

Por su parte, el director regional de Tránsito de la Policía en la ciudad de El Alto, coronel Miguel Zambrana, asegura que una aplicación tecnológica que permita a la Policía transparentar su labor, mejorar el control y evitar la conducción peligrosa puede ser  “extraordinaria”.

"Sería una maravilla y algo que apoyaría, inclusive, el tema de la seguridad vial, evitando que las personas en estado de ebriedad puedan conducir un vehículo”, puntualiza el jefe policial.

Aprender haciendo

Save Driver es un proyecto integrador desarrollado bajo el enfoque de “aprender haciendo”, que permite a los universitarios adquirir conocimientos a través de la experiencia práctica. Significa involucrarse activamente en el proceso de aprendizaje. Esto ayuda al estudiante a entender mejor los conceptos, a desarrollar habilidades prácticas y blandas y a prepararse para situaciones del mundo real.

“No solo escuchamos teoría en clase, sino que las aplicamos directamente en proyectos reales. Desarrollar el proyecto Save Driver, no solo nos permitió aplicar conocimientos de nuestra carrera, sino también comprender la importancia de crear soluciones que tengan un impacto positivo en la sociedad y a través de este proyecto aprendimos haciendo, enfrentando y resolviendo problemas reales lo que nos preparó mejor para nuestra futura carrera”, reflexiona Menacho.