Invertir en activos dolarizados, una manera de proteger nuestros recursos durante una crisis
Estos activos pueden ser aparatos electrónicos de línea negra, línea blanca, activos bursátiles, bienes raíces, vehículos o criptomonedas.
En medio de una crisis económica, una de las prioridades principales de las familias es proteger sus recursos de la devaluación mediante la conversión de la moneda nacional a divisas más fuertes; sin embargo, en un contexto de escasez de dólares, la inversión en activos dolarizados se convierte en una opción viable.
“Durante una crisis, no es que el dólar suba, sino que la moneda nacional se deprecia, es decir que pierde su valor, lo más sensato sería convertir nuestro dinero a otras divisas, pero muchas veces esto no es posible, así que la única manera que tenemos de proteger nuestros recursos es deshacernos de esta moneda comprando cosas que mantengan su valor”, explica el analista financiero Jaime Dunn.
Recientemente, Dunn participó de la master class “Crisis económica en Bolivia: Desafíos y estrategias para el futuro”, organizada por la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.
De acuerdo con el experto, una manera de protegernos de una pérdida de valor de nuestros recursos es comprar activos que puedan mantener su valor en dólares, para que puedan ser intercambiados sin generar pérdidas en el futuro.
Estos activos pueden ser aparatos electrónicos de línea negra, línea blanca, activos bursátiles, bienes raíces, vehículos o criptomonedas.
Los activos dolarizados son bienes o inversiones cuyo valor está denominado en dólares estadounidenses (USD) o que se mantiene estable en función del dólar. La principal característica de estos activos es que su precio se ajusta de acuerdo al valor del dólar, lo que proporciona una protección contra la depreciación de otras monedas, como el boliviano.
Ejemplos de activos dolarizados incluyen:
● Propiedades inmobiliarias: casas, departamentos y terrenos cuyo precio de venta está fijado en dólares.
● Instrumentos financieros: bonos, acciones o fondos de inversión que están denominados en dólares.
● Bienes duraderos: artículos electrónicos, vehículos y otros bienes cuyo valor de mercado se establece en dólares.
● Criptomonedas: activos digitales, como Bitcoin o Ethereum, que suelen estar valorados en dólares.
● Metales preciosos: oro, plata y otros metales preciosos que se cotizan en dólares.
Invirtiendo en activos dolarizados, las personas pueden proteger su patrimonio de la devaluación de su moneda local, manteniendo el valor de sus inversiones en una moneda más estable.
“Lamentablemente, tienes que buscar algo que proteja tu patrimonio y mantenga su valor. Lógicamente, la gente lo primero que hace es buscar dólares. Si no encuentran dólares, gastan sus bolivianos lo más rápido posible, y muchos están buscando activos dolarizados, es decir, activos cuyo precio se mantiene en dólares. Esto puede incluir desde un televisor, un aparato electrónico, una computadora, hasta un terreno o una casa, dependiendo de los recursos disponibles. La idea es llevar tus recursos en bolivianos a un activo dolarizado, si no es en dólares, algo que esté en dólares”, explica el analista.
Otro activo dolarizado puede ser el oro metálico y las joyas, así como otros artículos de valor.
Criptomonedas como refugio
Dunn indica que ya, desde hace algunos años, los bolivianos buscan comprar criptoactivos para proteger el valor de sus recursos, esto, a pesar de las restricciones y la prohibición que el Banco Central de Bolivia (BCB) puso sobre estos activos digitales en 2020, la cual recién fue levantada a principios de este año.
“Las criptomonedas se han vuelto un refugio de valor para los ciudadanos bolivianos. Hay 246.000 cuentas de ciudadanos bolivianos en el mundo de cripto, comprando activos digitales en dólares. Hasta esa alternativa se ha abierto en Bolivia, y el BCB ha quitado las restricciones que había porque se dio cuenta de que de esa manera la gente dejaría de buscar dólares y buscaría otras opciones”, aclara.
Sobre este tipo de activos, Dunn indica que Bolivia ha ingresado tarde a su uso, debido a las restricciones que existían, lo cual nos genera un atraso significativo.
“Las criptomonedas ya son una tecnología prácticamente antigua. Bolivia está entrando con 15 o 20 años de atraso a la tecnología blockchain. Esto demuestra cómo las políticas proteccionistas, también repercuten en que nuestra sociedad se atrase. La prohibición de las criptomonedas durante muchos años nos ha alejado de esta tecnología y es como si hubieran prohibido el internet en su momento o los aviones comerciales en Bolivia por considerarlos peligrosos”, reflexiona.