Francesc Pedró, director del Instituto Internacional de la Unesco para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC), realza la importancia de la colaboración internacional para mejorar la educación

15 de mayo de 2024, 16:25 PM
15 de mayo de 2024, 16:25 PM

En un mundo cada vez más interconectado, los desafíos que enfrenta la humanidad no conocen fronteras. Esta premisa fundamental, planteada por Francesc Pedró, director del Instituto Internacional de la Unesco para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC), resalta la necesidad imperante de producir conocimiento (investigar) en un marco de colaboración internacional.

Pedró participó en el “V Foro Internacional de Innovación Educativa: El Futuro de la Educación, reflexiones desde Bolivia para Latinoamérica”, organizado por la Universidad Franz Tamayo, Unifranz. En un contacto con EL DEBER destaca que la ciencia no puede resolver los problemas planetarios dentro de las fronteras nacionales. Además, subraya la importancia de trabajar conjuntamente para encontrar soluciones efectivas y sostenibles. 

En este sentido, la cooperación internacional no sólo es fundamental para la producción de conocimiento, sino que también contribuye a la construcción de una cultura de paz, un aspecto cada vez más relevante en el contexto actual.

“En la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), nos acostumbramos a decir que, en el contexto de la educación superior, esperamos que los sistemas nacionales hagan dos cosas. La primera, reconocer que, cada vez más, los problemas que tiene la humanidad son planetarios y que la ciencia no los puede resolver dentro de las fronteras nacionales. Necesitamos producir conocimientos juntos, porque los problemas graves a los que nos enfrentamos, sólo pueden tener respuesta desde la ciencia, son problemas que no conocen fronteras”, explica. 

Sin embargo, el director de IESALC señala que la internacionalización de la investigación no es suficiente por sí sola. Es crucial que el conocimiento generado se difunda y se comparta ampliamente, lo que requiere una mayor movilidad de investigadores y estudiantes. 

Actualmente, solo una pequeña fracción de los estudiantes de educación superior en América Latina y el Caribe tienen acceso a programas de movilidad internacional, lo que evidencia la necesidad de democratizar este acceso.

“La realidad en nuestra región es que menos de un 1% de todos los estudiantes de educación superior están sujetos a algún programa de movilidad”, lamenta el experto.

"La movilidad internacional sigue siendo el privilegio de una élite y necesitamos que las instituciones coadyuven a la democratización de la movilidad internacional”, refuerza. Para ello, existen becas estudiantiles, pero también estrategias de internacionalización en casa, para que los estudiantes experimenten la riqueza que supone educarse en un contexto internacional.

El experto de la Unesco resalta la importancia de que las instituciones educativas se involucren activamente en la producción de conocimiento, más allá de simplemente otorgar títulos con valor de mercado. Menos del 10% de las instituciones en la región destinan presupuesto a la investigación, lo que indica una falta de compromiso con esta faceta esencial de la labor universitaria.

El director de IESALC hace un llamado a los gobiernos y a las instituciones educativas para promover la cooperación tanto a nivel regional como global. Del mismo modo, incentiva el fomento de la investigación y la movilidad académica con miras a la construcción de un espacio latinoamericano del conocimiento, una asignatura pendiente en la región. 

“Más allá de los discursos, lo que esperamos de los gobiernos es que ayuden a las instituciones a encontrar incentivos para cooperar dentro de la región”, manifiesta.

Además, destaca la importancia de repensar los modelos de enseñanza y aprendizaje en un mundo cada vez más digitalizado, reconociendo y valorando el esfuerzo y el tiempo dedicados por los docentes en esta nueva realidad.

La producción de conocimiento en un contexto de cooperación internacional es esencial para abordar los desafíos globales y promover el desarrollo sostenible. Los actores clave en el ámbito educativo deben asumir un compromiso firme con esta tarea, trabajando juntos para construir un futuro más justo, equitativo y próspero para todos.

Los jóvenes buscan otras opciones, más allá de la universidad

Durante su participación en el Foro Internacional de Innovación Educativa, Pedró expresó su preocupación ante la evidencia de una disminución en la cantidad de jóvenes que asisten a la universidad, debido a dos factores fundamentales: 

Por una parte, existe una pérdida de atractivo de la oferta universitaria. “Hay cada vez un número mayor de jóvenes que pudiendo acceder a la universidad no lo hace y opta por otros caminos. Eso es, indudablemente, debido a la falta de relevancia de aquello que se aprende y al cálculo que hacen de cuánto esfuerzo tienen que invertir en conseguir un título universitario y el rédito que luego eso les va a dar”. 

El segundo fenómeno tiene que ver con la baja tasa de asistencia de los estudiantes matriculados que estaría reflejando la falta de interés del estudiante por la experiencia en el aula, porque buena parte de lo que sucede en el aula en el sistema tradicional está ya en la plataforma de la universidad. 

“Debemos hacer un alto y diseccionar qué es lo que está sucediendo. Luego, realizar un diálogo en el que participen todos los miembros de la comunidad universitaria. Creo que es importante escuchar la voz de los estudiantes, pero también la de los docentes. Es decir, cuáles son las limitaciones y necesidades que ellos tienen”, acota. 

Para Pedró, el desafío permanente es promover y defender el derecho universal de todas las personas a la educación superior, un lema que debería inspirar las actuaciones de los gobiernos, las universidades, las familias y las comunidades. 

“Nunca conseguiremos llevar a la práctica ese derecho para todas las personas, si no transformamos radicalmente nuestras formas de hacer universidad”, reflexiona el director del IESALC.