Las crisis se convierten en una oportunidad que impulsa los cambios de fondo en la educación. Xavier Aragay pide ampliar el debate sobre la formación y enfocarlo en el desarrollo de la persona

13 de diciembre de 2022, 7:20 AM
13 de diciembre de 2022, 7:20 AM

Educar con enfoque integral es el desafío de la educación superior que, en la actualidad, encara procesos de transformación. La universidad mira el futuro con la necesidad de replantearse la misión, los objetivos y el proceso de enseñanza y aprendizaje, en términos de docencia universitaria.

Xavier Aragay, experto internacional en transformación educativa, sostiene que se habla mucho sobre formación o capacitación, cuando el cambio de fondo reclama un enfoque en la educación integral y superior de la persona.

“El objetivo de ir a la universidad es aprender, aprender elementos esenciales para ejercer, también, en un futuro muchas profesiones, pero sobre todo el objetivo de la educación superior debe de ser educar, es decir hacer un enfoque integral que, desde mi punto de vista, significa ser capaces de unir la parte de desarrollo personal con el desarrollo profesional”, indica Aragay.

Especialistas en innovación educativa asegura que en pleno siglo XXI resulta inconcebible separar el “aprender” del “aprender consentido”, de desarrollarse como persona, del crecer como ciudadano que comprende el mundo y se compromete con él.

“Si queremos realmente trabajar la educación superior hemos de transformar la mirada que la universidad tiene de la educación, el planteamiento del perfil de salida que la universidad tiene, añadiendo rasgos, características, impactos del tipo de persona que queremos asegurar, que queremos que salga de la universidad'', dice Aragay.

Urge, por tanto, un replanteo a fondo del modelo educativo. El camino demanda una docencia renovada que enlace con una investigación renovada y una difusión del conocimiento entre la ciudadanía, la sociedad y el mundo renovado.

El escenario para transformar la educación es hoy

En Latinoamérica y en Bolivia, las coyunturas económicas, sociales, políticas o ambientales siempre son complicadas o difíciles. De ahí que la transformación de la educación se torna necesaria y se constituye en una herramienta fundamental para mejorar la sociedad.

Aragay asegura que la transformación de la educación ya se está dando, tanto en Latinoamérica como en Bolivia. La crisis, señala, es el mejor escenario para plantear procesos innovadores“Las crisis que tenemos abren, aún más, las posibilidades para transformar”, indicó.

Además de la experiencia exitosa en Bolivia con Unifranz, el experto mencionó a Uruguay, México, Colombia y Ecuador, donde sus instituciones de educación superior están transformándose y “ya son ejemplo de este necesario cambio”.