El consejero en innovación y transformación digital, José Eduardo Castillo, anima a repensar los procesos educativos y potenciar los espacios de colaboración y adaptación a entornos de rápido cambio

15 de diciembre de 2022, 10:30 AM
15 de diciembre de 2022, 10:30 AM

La educación superior genera tendencias en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Su repercusión en docentes y estudiantes, sumada a la disrupción tecnológica, impactan en la  mentalidad a todo nivel, asegura José Eduardo Castillo, presidente de la iniciativa Universidad 2030 y orador del III Foro Internacional de Educación Superior Virtual Educa, organizado por la Universidad Franz Tamayo, Unifranz.

Los procesos de calidad de la enseñanza y aprendizaje que se desarrollan con el uso de tecnologías, con mayor celeridad tras la pandemia, generaron un cambio en la educación  hasta 180 grados. Es un camino sin retorno, apunta Castillo en su ponencia “la universidad y educación del futuro”.

Las aulas estáticas dieron paso a la educación híbrida, virtual y presencial. “En la educación formal peleamos todos los días por dinamizarla, porque normalmente vamos a una velocidad mayor a la que va un regulador (gobierno). La educación formal sufre un problema a la hora de adaptarse a los nuevos tiempos, siendo obsoleta, sin oportunidades de subirse a las tendencias”, señala. Castillo también de desempeña como Consejero en Innovación y Transformación Digital de Virtual Educa,  que apuesta a cambiar la realidad con alianzas sociales en las que participen los entes reguladores.

“Cuando uno habla de educación por lo general, se imagina el colegio, el gran edificio;  no pensamos en la educación emocional, en la educación psicológica, conductual, social, cultural. A mí me prepararon para trabajar derivadas integrales en matemáticas,  pero nunca me enseñaron a asumir el fracaso de mi primera entrevista o cómo poder levantarme si es que no me elegían, jamás me enseñaron en todos los cursos de finanzas lo importante que es pagar al día”, apunta.

Un reciente estudio de Global Education Futures y WorldSkills Russia, avizora a una nueva educación orientada a desarrollar habilidades de los estudiantes para trabajar en colaboración y adaptarse a entornos de rápido cambio. Estas habilidades cambian, incluso, la manera en la que se transfieren los conocimientos y las habilidades.

Personalizar el aprendizaje

La educación que proyecta el futuro usa algoritmos de inteligencia artificial para personalizar el aprendizaje y ofrecer contenidos que se adapten a las necesidades de los estudiantes y a su ritmo de aprendizaje. Castillo dice que muchos experimentamos un interesante avance con el uso de plataformas de aprendizaje adaptativas y personalizadas en la época de la pandemia que regenero el ecosistema de aprendizaje.

Es un cambio significativo para las universidades, ya que se aleja del modelo tradicional. La educación no formal, aquella que está fuera del ámbito escolar está desarrollando competencias intelectuales y morales de los individuos. Castillo cree que es la educación del futuro, porque las personas se desprenden de títulos, porque es más importante sus competencias en la resolución de problemas.  

Para poder mantener al futuro profesional inspirado hay que dejar la rigidez, recomienda el experto,  tiene que ser entretenido y a la vez altamente productivo.  Estamos en un nuevo escenario de replanteo de sus planes estratégicos, si queremos hablar de la educación del futuro necesitamos imaginarnos una universidad donde los activos físicos se reducen, donde el trabajo humano va a tener que reinventarse y aprovechar los datos para descubrir  patrones que nos lleven a determinar cuál es la forma más efectiva de llegar a nuestro beneficiario para que triunfe en la vida, concluye el experto.